Y que podía hacer?
Después de haber vivido tanto.
Isska miró al cielo. Se lo merecía? No lo creía. Pero el infierno, eso tampoco se lo merecía.
Sus épocas, sus tiempos, sus vidas, ya habían acabado, era la hora de terminar. Ya no había nada, nada por lo que luchar, nada por lo que vivir.
Sobrevivir? No, ya lo había hecho. Ya había vivido, ya había muerto.
Que más le daba la vida para luchar? La amistad? No, ya la había tenido.
Él no estaba, vivió con ella, vivió por ella. Su trabajo había terminado.
No era su destino cumplir sus sueños. Lo intentó.
Miró hacía abajo. Ya no se merecía ser hija del diablo. No, ya no lo era y tampoco lo quería.
Inspiró hondo.
Él la estaría esperando?
Quién la recibiría luego?
El infierno o el cielo?
Quién lo recibió a él?
Ni siquiera supo su nombre.
Moriría por el amorío de una vida.
Él ya lo había hecho por ella.
Que la esperaría luego?
Tal vez su alma moriría y su cuerpo desaparecería en la penumbra del acantilado, tan alto. Ella llegó a lo alto, ya era hora de bajar.
No siquiera de detuvo a respirar ni a cuestionar la lágrima roja que recorrió su mejilla.
Sólo camino y calló.
Moriría por él. Para verlo o tal vez no. Para acabar.
Porque todo lo que empieza tiene Que acabar. Y ya era la hora de su insistente inmortalidad y extravagante vida acabará. Tal vez en 200 años alguien sabría su nombre. Con suerte la olvidarian. Sólo sería un alma más, un cuerpo mas , una vida más que alguna vez piso la tierra. Una historia más que nadie sabría, una simple chica que vivió para verlo todo pero no para contarlo.
El golpe dolió un segundo, fue seco y fuerte. Ningún movimiento se presentó luego. La Negrura había invadido todo. Ya tampoco había pensamiento que contar.
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La Tortura del Diablo
RandomCuando el primer experimento falla, los mundos se revolucionan. La guerra la creo el fuerte, el que invento el poder. Él que cuestiona es la víctima sumisa tratando de ser fuerte.