•Ojos de Diablo~ °[Namjin]°

Capítulo 4

-¿Viste al chico nuevo?- pregunta Yoongi, acercándose a mí.
- Claro que no, llegué tarde a la ceremonia de apertura. Además, ¿cuál de todos ellos?- le pregunto con interés.
- Aquel chico que está sentado debajo del árbol, al fondo del patio- me indica, señalando con su dedo a lo lejos.- está en nuestro curso, creo que su nombre es Kim Seokjin.

Me acerco un poco hasta donde está, no mucho, para que no sepa que lo estoy acosando con la mirada, me escondo atrás de un banco, quedando a pocos metros de él y de su inquietante figura. Veo que gira su cabeza, dejándome verlo completamente, su pelo es de un negro intenso que combina con esos ojos azules que carga, que curiosamente, me atraían... Y mucho.

Por Dios Namjoon, ¿qué carajo estás pensando? Se supone que sos un hombre- me reclama mi voz interior en mi mente.

Casi siempre me cuesta socializar, y a pesar de la figura de pocos amigos que tiene este chico, pienso que puedo intentar que sea mi amigo.

Le hago una seña con las manos a Yoongi de que iba a tardar, me da el okey, para después darse una media vuelta e irse a hacer que se yo qué.

Salgo de atrás del banco lo más disimulado posible para que nadie piense que estuve espiando a alguien, que en realidad si lo estaba haciendo. Me acerco hasta donde está él y me siento a su lado. Se encontraba en una posición de bolita, con su cabeza sobre sus rodillas y sus brazos abrazando las mismas. Aún estoy pensando que decir, no puedo venir como si nada y decir "Hola, soy Namjoon, te estuve espiando atrás de aquel banco. ¿Querés ser mi amigo?" tengo que ser lo más normal posible, aunque salir de atrás de un banco no es lo más habitual que digamos. Lo quedo mirando un par de minutos, tratando de pensar que decir, aunque con un simple "Hola" está bien, supongo.

- Hola, ¿sos el nuevo, verdad?

Que pregunta idiota Namjoon, ¿no te cansas de ser tan estúpido?- se queja mi subconsciente.

Me quedo mirando, hasta que lentamente saca su cabeza y queda observándome de arriba a abajo.

- Sí, ¿por qué?- pregunta algo seco.
- N-no, por nada. Me caes bien.- le dije con miedo, sé muy bien que la estoy cagando en cantidades galácticas.
- ¿En serio? Te hago una pregunta, ¿Tu mamá no te enseñó que no se debe hablar con gente desconocida? La mía sí.- dijo con una sonrisa falsa.

Se levanta de su lugar y pega una media vuelta para irse.

- ¿Entonces no querés hablar conmigo, Seokjin? ¿No te gusta tener amigos?- le pregunto gritando, ya que no se escucha nada gracias al alboroto que generan los alumnos en el recreo.

Se da vuelta rápidamente para quedar mirándome un par de minutos, se acerca y se sienta junto a mí, me observa fijamente con esos ojos azules que hipnotizan a cualquiera, para luego pararse y darse media vuelta de nuevo.

- Ya veremos, aún no sé ni tu nombre- me dijo con frialdad, se tomaba en serio el consejo de su madre.
- Si te interesa, mi nombre es Kim Namjoon. Ya conocés mi nombre, ¿feliz?- le contesto amigablemente.
- Está bien, Namjoon. Voy a pensarlo, nos vemos en el salón de clases- dijo, esta vez, más seguro de sí mismo.

Sin más que decir, se fue caminando hasta el salón de clases, aunque todavía no sonaba la campana que indica el fin del receso.