Por lo poco que sé de los humanos he llegado a la conclusión de que son seres vivos raros e imperfectos, son difíciles de tratar, nunca sabes cómo te hiran a responder por lo que he visto o mejor dicho, escuchado.
Me gustaría observarlos de cerca, son muy interesantes y difícil de entender, todos son diferentes en todos los aspectos. Me gustaría saber más de ellos pero la información que me dan no me es suficiente, ya que me he dado cuenta que hay mucho más de ellos.
Mi ángel algún momento me mandará a llamar y yo bajaré hagusta de ir. Aunque me gusta estar aquí, ya me acostumbré a estar aquí haciendo lo que me agrada hacer, colaborar en lo que puedo, cómo ayudar a llevar de un lado a otro hojas sagradas, tinta y esas cosas, gracias a ello aprendí que los humanos son muy pecadores no sé que harán pero aún me siguen pareciendo interesantes. Me gusta ir a ver a los Ángeles cómo yo, solo que ellos si bajan a la tierra, esperan su turno y bajan, luego aparecen ellos ya en manos de humanos y de su ángel humano, a veces lloran de felicidad, otros los besan, mientras que otros sonrien frente a un cuadrado raro, y otros no los ven o no sonrien como los demás y no sé por qué.
- Diana- escucho mi nombre.
Al voltearme veo que es mi amigo Jade, le tengo un gran aprecio ya que desde un principio me ayudó en todo, en buscar un lugar donde quedarme, dudas y muchísimas cosas más.
- Jade- sonrío.
- El creador te solicita en el gran salón.- me mira serio- ¿que has hecho?.
- Nada, en serio- está vez, yo no soy de hacer cosas no debidas pero la mayoría de las veces que me llaman la tensión es por buscar más información de la debida- ¿no sabés para qué me solicitan?-Le pregunto.
- No, no sé nada está vez, solo ve y luego me dices en qué te metiste ¿vale?- sonríe un poco, Jade es un ángel guardián, con el cabello castaño y ojos cafés, lindos.
- De acuerdo- le respondo mientras me doy la vuelta y ve dirijo al gran salón.
No sé que me hiran a decir, no he hecho nada malo... Bueno solo que hace poco me hice amiga de un ángel que iba a bajar (no puedo hacer eso, no lo tengo permitido) era muy tierno se llama Daniel y espero encontrarmelo cuando me toque bajar a la tierra, era de cabello negro, ojos cafés, fue muy agradable conmigo. Lo que más me llamó la atención fue que cuando bajó su ángel lloró y sonreía, pero esa vez no le entregaron a Daniel si no que unas humanas de blanco se lo llevaron a otro lugar.
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Todo Puede Pasar©
FantasyNada es lo que parece, todo puede pasar, tengan la mente abierta porque esta es una historia... que te pondrá a pensar. Pero espero que tengas en claro que el futuro no esta escrito. (;ESPERO QUE LES GUSTEN;)