-¿Ya llegamos?
-Donghae, es la veinteava vez que me preguntas eso, no hemos llegado-
-Una vez que lleguemos ¡Dejaré de preguntar!
Mi mamá volteó los ojos y de su boca salió una especie de gruñido bastante molesto
-¡Me vuelves a preguntar eso y te juro que te bajas del coche y te vas caminando con el riesgo de que te coma un oso!- me gritó mi madre desde el asiento del conductor, hice un puchero y me hundí en el asiento del auto, harto del silencio saqué mis audífonos y mi iPod, puse en aleatorio y empezó a sonar "Los sonidos del silencio" suspiré pesado viendo a la ventana mientras llovía, en mi mente solo rondaba una pregunta ¿Ya casi llegamos? negué con la cabeza alejando las ganas de preguntarle a mi madre, en mis planes no estaba caminar hasta la nueva casa en medio de la montaña mientras llovía, además con la suerte que me cargo seguramente algún pederasta-vendedordedrogas me raptaba en su trailer con música espantosa y BOOM adiós a mi virgnidad, un escalofrió recorrió mi espalda y volví a negar, Donghae precavido vale por dos.
Mi madre se acababa de casar con Samuel, un empresario , era un buen hombre y podía ver lo mucho que amaba a mi madre, eso hablaba bien de el.
Samuel tenía un hijo adoptivo que en mi vida había visto ¿gracioso no? Mi madre se casaba con un tipo con el que llevaba 7 años saliendo y yo no conocía a su hijo, es más ni siquiera sabía que edad tenía, cada vez que nos podíamos ver para conocernos, alguno de los dos nos teníamos que enfermar o teníamos que salir con nuestros amigos o teníamos que matar dinosaurios...yo soy caza-dinosaurios, si no has visto ninguno es por que hago un buen trabajo.
Mientras Lana del Rey me preguntaba si la seguiría amando cuando dejara de ser joven y bella, yo me empecé a imaginar al hijo de Samuel pero nada venía a mi mente..solo venía la imagen de un perrito persiguiendo su cola pero no creo que su hijo sea así.
Bostezé por doceava vez y me estiré en mi asiento pegándome con la espalda del asiento del copiloto, entorné mis ojos y lo observé fijamente
-No te metas conmigo estúpido pedazo de plástico, tengo permiso para descuartizar asientos- dije serio mientras lo veía fijamente
-Hae...es mejor que duermas, no quiero que después amenaces al aire acondicionado- dijo mi madre viéndome mientras manejaba
-¡VE AL FRENTE MADRE! SOY MUY JOVEN Y HERMOSO PARA MORIR- ella se rió y yo me acomodé lo mejor que pude...pero siempre vigilando al estúpido asiento, ni bien cerré mis ojos y me hundí en un muy profundo sueño
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-Hae, Hae, ¡HAE!- Alguien o algo me sacudía mientras decían mi nombre, escondí mi cara en el asiento seguramente eran alienígenas, rodé un poco y me caí, pegándome en todo mi cuerpo
-AAAAUUUCH!- Grité y me levanté -¡Deshonor sobre ti, deshonor sobre tu familia y deshonor sobre tu vaca!- le grité al piso y al asiento del coche mientras salía de el sobándome, me dolía todo y solamente tenía dos manos
-Donghae, prométeme que vas a dormir hoy, por que creeme que ya te estoy imaginando con una camisa de fuerza, ah, y ya llegamos- me dijo recalcando la ultima parte.
-Yo me vería FA-BU-LO ¡YA LLEGAMOS!- grité mientras brincaba y corría en círculos, la puerta de la hermosa casa de cristal se abrió
-¡Amor! ¡Hae!-
Sonreí y volteé a ver a Samuel quien se acercaba con una cálida sonrisa y con los brazos abiertos, llegó con mi mamá, la abrazó muy fuerte y le dió un hermoso beso en la frente, se acercó a mi y revolvió mi cabello
-¿Que tal estuvo el viaje? ¿Todo bien?- me preguntó animado, mi mamá se me quedó viendo mientras yo hacía un puchero y veía al auto
-El coche me dio una paliza- le dije derrotado, Samuel entornó los ojos y me vió como si acabara de dar a luz a una iguana por mi oreja -oh..vaya, suena interesante- me dijo el al final asinitendo con la cabeza y probablemente dudando de mi salud mental
Se dirigió a la cajuela y sacó todas las maletas que pudo
-Me da mucho gusto que ya estén aquí- dijo sonriendo y asintiendo -Ahora ¡Vamos a casa! tenemos que sacar todo de las cajas y a ti Donghae, tengo que presentarte a mi hijo.
Entusiasmado por el solo hecho de pensa que conocería a mi hermanastro me apuré a bajar todo lo que faltaba en la maleta, ayudé a mi madre a bajar otras bolsas del auto maldito, les juro que el día en que esa cosa termine en un deshuesadero, será el mejor día de mi vida, estará lleno de ratas y animales que le enseñaran a nunca darle una paliza a mi...Lee Donghae!
-Hae, ¿podrías dejar de pensar en todo las desgracias que le pueden pasar al auto? trae esas cosas adentro- me dijo mi mamá ya con algo de impaciencia en su voz.
-¿Cómo es que sabes todo lo que estoy pensando? ¿Tienes poderes mentales?- pregunté en pánico, no por que tuviera poderes, sino que, si los tenía, sabría lo que en realidad pienso de esos horrible macarrones con queso, y sabría mis fantasías con Zac Efron...sin ropa..y sudado..y oh si...DONGHAE QUE COSAS PIENSAS.
Me apuré para entrar a la casa con los brazos llenos, entré y...
-¡Anda la osa! Esta casa es más enorme que el trasero de Kim Kardashian con relleno- grité eufórico, Samuel se asomó desde la planta alta
-Donghae ¡Ven!- me dijo moviendo su mano, yo tomé mis cajas y me acerque -Tu cuarto será el del fondo del pasillo a la derecha- En mi mente solo podía pensar "vaya, al fondo a la derecha, ¿será que dormiré en una tina?", sacudí mi mente y me acerqué al cuarto, dado que no llevaba manos desocupadas suspiré pesado y vi fijamente a la puerta..abre puerta abre...abre te lo ordeno...vamos..
-Hae, la puerta no va a abrir a menos que gires la manija- me dijo dándome la mirada , yo solo fruncí el ceño ¿cómo demonios sabía todo lo que pensaba?, Samuel se acercó a mi y abrió la puerta por mi, entré a mi cuarto y poco falto para que me fuera para atrás por la emoción
-¡Santa Vaca! Este cuarto es enorme- chillé en admiración ya que mi cuarto anterior era significativamente pequeño y amontonado pero este...era hermoso y enorme, alguien tendría que darle una medalla a este hombre.
Me acerqué a la ventana y la vista era hermosa, se veía todo Seúl, y una calle medio transitada justo abajo, aunque extrañaba la vista al mar de Mokpo esto era hemoso
-Verás Donghae, esto se llama ventana, V-E-N-T-A-N-A- Dijo Samuel, a lo que yo volteé a hacerle un puchero majestuoso
Escuchamos el sonido de una puerta cerrandose y algunos pasos entrando a la casa, Samuel me dedicó una sonrisa de oreja a oreja
-¿Listo para conocer a tu hermanastro?- yo asentí con una gran sonrisa, dejamos mi cuarto y bajamos las escaleras.
Debo decir que por poco se me va el aire, en la sala había un chico extremadamente sexy y guapo sentado en un sofá viendo la televisión, a pesar de que nos había escuchado bajar no nos miró, cuando digo que era extremadamente sexy, quiero decir que era endemoniadamente sexy, sin duda alguna era el chico mas guapo que mis ojos hubiesen visto...si, era aún más sexy que el Dios que veo cada mañana en el espejo.
-Hyukjae, saluda a tu nuevo hermanastro, Donghae- Samuel dijo dándome una palmada en la espalda, el semi Dios sentado en el sofá me dedicó una mirada desinteresada, asintió tan levemente que fue casi impercetible
-¡Hola Hyukjae! Soy Donghae y me da mucho gusto conocerte por fin- dije con una gran sonrisa, digna de una fangirl conociendo a su ídolo en persona, Hyukaje suspiró pesado y volteando los ojos volteó a verme, ladeo la cabeza y frunció ligeramente los labios
-Ni siquiera ha pasado un minuto y ya me estás echando a perder la vida- dijo fatigado y con un tono molesto, apagó la televisón, se puso de pie y se alejó a su cuarto del cual solo escuchamos un poderoso portazo...genial, al parecer el auto de mi madre no era el único que me odiaba
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¡IDIOTA!
FanfictionDonghae se muda junto con su hiperactividad con su madre, su padrastro...y su hermanastro...su MUY sexy hermanastro, Hyukjae, quien no le tiene nada de paciencia y piensa que no es màs que un idiota en su vida.