-No te preocupes. Te tomaste la pastilla de emergencia. Nada va a suceder.
Que no me preocupe me dice el muy imbécil. Está tan tranquilo y yo aquí al otro lado del mundo preguntándome una y otra vez como es que pude ser tan tonta.
Cuento los días que han pasado desde mi último período y respiro hondo. Vale, si la semana que viene no llega, escribiré mi carta de despedida a este mundo cruel. Normalmente no soy tan dramática, pero es que esta vez he sobrepasado todos los límites.
¿Dónde me quedé la vez anterior? Ah, sí, huyendo de la relación perfecta. Empezemos por el principio del fin:
Como les decía luego de botar a la bestia. Resistirme a sus ruegos y encontrar a otro amor eterno. Ahí estaba casi 5 años después, aburrida y harta de la monotonía y la pobreza.
Necesitaba trabajar, no es que estuviese pasando hambre o alguna necesidad esencial. Pero quería un móvil nuevo, ropa, maquillaje, zapatos. Todo lo que cualquier chica normal de 21 años necesita.
Y mágicamente aparece en el radio un anuncio de la empresa de telecomunicaciones más grande de mi ciudad y probablemente del país. Que por cosas del destino le pertenece a la familia de la bestia, por supuesto. Se acuerdan de lo que les decía de la vida riéndose a carcajadas, pues eso. Trabajo perfecto, oportunidad perfecta, momento perfecto. Y todo en manos de mi ex al que boté como a un perro con sarna.
Hice cuentas y decidí que luego de 5 años, no era tan descabellado hacer el intento. Así que le hablé, luego de agregar y desbloquear su número de mi celular.
Y el muy descarado me respondió como si fuera yo cualquier desconocida que le está rogando por un puesto de trabajo. Resumiendo: me hicieron la entrevista. Obtuve el trabajo. Pensé en renunciar. Me dijeron cuánto sería el sueldo. Decidí que iba a trabajar y llegó el día de la primera reunión.
Les informo que no nos habíamos vuelto a hablar desde hacía más o menos 3 años, exceptuando una que otra ocasión en la que le saludaba por extrema obligación. Y mientras estaba sentada en la cómoda silla de la oficina me di cuenta que mi ex aún no me había olvidado.
Pero decidimos mantenerlo profesional, porque necesitaba el trabajo y el necesitaba a alguien que lo hiciera y aparentemente yo era la única en la que confiaba. Además yo tenía mi relación perfecta, con mi novio perfecto, y no iba a arruinar mi felicidad por semejante imbécil. ¿ o sí?.
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Otra vez
RomanceDicen que la tercera es la vencida. A mí me venció a la segunda. ¿ Qué se supone que debes hacer cuando la vida se ríe a carcajadas de ti cuando creías que era al revés? ¿A qué nivel de idiotez tienes que estar para dejar que tu ex te lleve a la cam...