Parte III

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Paseo por la pequeña sala de la habitación, me muevo de un lado hacia otro mientras espero que YoonGi salga del baño. Soy un manojo de nervios con toda esta situación y aún cuando hace unos 10 minutos fui yo quien ofreció prestarle un traje,  todavía no me creo que haya aceptado hacerlo.

Me repito que no tiene sentido sentirse de esta manera,  YoonGi  no me recuerda y se supone que yo tampoco debería recordarlo,  o al menos,  se supone que no debería comportarme como un crío. Soy un hombre maduro,  experimentado y seguro de sí  mismo... ¿entonces por qué me siento como un niño? 

Ni siquiera entiendo bien qué  está  pasando. No le veo sentido alguno al que YoonGi me haya invitado a un trago y eso de que es porque va a irse a Estados Unidos,  aún no me termina de convencer. Una parte de mí,  una muy estúpida e ingenua en realidad, piensa que él  de verdad quiere pasar un rato conmigo. La otra, razona que quizás  sólo sea una estrategia de negocios, talvez sea porque no acepté  ir a la fiesta que mencionó  el señor Williams  y  enviaron a YoonGi para  asegurarse de dejar una buena impresión de la compañía.

Pero...  ¿qué ha estado haciendo durante 11 años?, ¿por qué  tuvo que irse tal lejos?...  ¿Estados Unidos...  es en serio?

- Muchas gracias por el traje, señor Jung,   no me queda tan enorme,  ¿cierto? - dice  sobresaltándome y cuando volteo  a verlo,  un tumulto de sensaciones me recorren el pecho.   Siento mis mejillas sonrojarse y eso me avergüenza  aún  más,  así  que sonrío  ampliamente, intentando que piense que estoy relajado.

-No,  parece que no es tan grande.  ¿Nos vamos?  - pregunto,  tomando el saco de mi traje y la tarjeta de la habitación. Son pasadas de la media noche,  ¿qué  hago saliendo de mi  cuarto? 

-¡Claro! Es extraño invitarlo a tomar tan tarde,  ¿seguro que no prefiere que tomemos en su habitación?

-No se preocupe,  de vez en cuando está  bien darse una escapada. Además,  dice usted que no ha estado en Corea, es bueno que se relaje y disfrute un poco y si nos quedamos en la habitación, no creo que vaya a hacerlo,  ¿cierto? 

- Supongo que es cierto - dice y me sonríe  divinamente,  haciendo que mi corazón incluso duela un poco.

Ya en el bar,  noto que este está  más  lleno de lo que había pensado. Me he acostumbrado a ser un amargado,  últimamente no salgo ni a beber y las únicas veces en las que lo hago,  es cuando Kookie me invita...  pero parece que salir a estas horas es lo más  normal del mundo, casi no hay mesas vacías y YoonGi y yo nos las ingeniamos para llegar hasta el otro lado de la barra.

- Buenas noches,  ¿qué desean tomar,  señores ? - pregunta el chico en la barra.

-Mmm... señor Min... - digo y decir su nombre me hace sentir cosas raras - ¿qué desea tomar hoy?

-De ninguna manera,  yo lo he invitado,  así  que escoja usted lo que quiera.

-Pero...

-Cualquier cosa está  bien para mí,  elija y yo estaré  más  que encantado con su elección.

YoonGi me mira atentamente,  su amplia sonrisa continúa amable en su rostro y mi traje lo hace ver más  lindo que con el propio...  seguramente es porque me confundo,  yo ya no quiero a YoonGi,  nadie podría esperar tantos años por un amor no correspondido,  nadie esperaría tanto...  ese dolor que siento al verlo,  eso seguramente es mentira.  Quizás  sólo me aferro a una ilusión de chiquillos,  quizás  sólo me sigo aferrando a eso por el simple hecho de que no he querido dejar que muera. Si lo suelto,  entonces ya todo estará  perdido. Si lo suelto,  será justo como si nunca hubiera existido.

Inexorable by Mink (YoonSeok)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora