1

6 0 0
                                    

Hoy es un excelente día para una sorpresa, tomo las cosas regadas sobre la mesa y las echo desordenadas a mi bolsa, tengo prisa por salir del consultorio; debes saber que mantengo un trabajo de recepcionista de dentista los fines de semana (el dentista es mi tío y de ese modo su recepcionista habitual tiene el fin de semana libre), a diferencia de otros fines de semana hoy veré a mi... algo, su nombre es Luis, me gustaría decirte qué somos pero no lo sé, disfruto nuestro tiempo juntos y me gusta muchísimo desde hace 2 meses, ya nos hemos besado y siento que me muero cada que sucede, al menos de mi parte existe una química impresionante y hoy tomaré la iniciativa.

Camino a su casa a escasos 800 metros de mi trabajo sosteniendo las papas fritas que compré pensando en él son las 4 pm pero las nubes hacen mi caminata agradable, cuando veo la puerta negra decido llamarle, 1 tono, 2 tonos,

-¡Hola, belleza! ¿Cómo estás?- me dice cuando contesta un tierno calor invade mis mejillas

-¡Bien, guapo! ¿Me abres? Justo estoy llegando a tu casa- me siento en una banca a lado de su puerta para esperarlo; no puedo ocultar la emoción en mi voz, jamás en mi relación pasada me habría atrevido a hacer algo así, pero con él es diferente, con él tengo ganas de todo. 

-Oh, ok, dame un minuto- me dice dudoso y me cuelga sin esperar a que yo responda, tal vez mi plan no saldrá como yo esperaba; ¿Qué me hizo pensar que estaría tan ansioso por verme como yo a él? seguro pensará que estoy obsesionada, o que quiero invadir su espacio... ¡Ah! ¡¿por qué no pude mensajearlo antes de venir hacia acá?!  Mis pensamientos son tan ruidosos que me doy cuenta de que salió hasta que lo veo sentado a mi lado. Al ver su cabello húmedo asumo que se estaba duchando, incluso huele a jabón; soy una paranoica, a esta hora suele terminar de entrenar, eso era todo.

-¿Y eso? ¿Qué trajiste?- Sigo su mirada con la mía, se refiere a las papas así que abro la bolsa para que las vea.

-Las preparé como recuerdo que te gustan, quería sorprenderte porque esta semana casi no nos vimos, podemos ver una película también- le digo un poco nerviosa de su respuesta.

-Ok - me dice y deja un breve beso en mi mejilla, se levanta y avanza en dirección a la puerta principal- pasa entonces- dice con una bonita sonrisa. 

No entiendo esta repentina inseguridad, siento que no me quiere aquí pero en ningún momento ha sido grosero.

En la sala sus hermanas se encuentran jugando un juego de mesa con su mamá, las conozco de dos ocasiones previas, les doy las buenas tardes y me ofrecen tomar un lugar en la mesa pero es Luis quien les dice que no -De hecho vamos a ver una peli- le dice mientras caminamos a las escaleras.

-¿En tu cuarto?- pregunta su mamá a lo que él asiente- ¿y no se te hace tarde? se supone que a las 5 pasaban por ti- estas últimas preguntas tienen un tono diferente, casi como un regaño. ¿Quién iba o va a pasar? No es que tenga que avisarme todo lo que hace pero... ¿Qué plan estoy interrumpiendo?

-Yo arreglo eso al rato, tú no te preocupes- le dice con voz calmada y ella solo levanta las cejas- vamos- me dice en un tono más bajo.

Cuando entro a su cuarto veo 2 camisas de botones extendidas en la cama, todo este tiempo me he sentido como una intrusa, todo en este lugar me indica que mi visita es más que inoportuna- ¿Cuál te vas a poner?- le pregunto sin voltear a verlo.

-¿Cuál te gusta a ti?- me dice en un tono pícaro, las opciones son una mitad verde militar mitad beige de cuello americano con bolsillo delantero y otra de franjas negras y marrones con cuello Mao.

-Depende de la ocasión- digo con la esperanza de por fin saber qué estoy interrumpiendo- ¿Qué vas a hacer?

-Mmm, es el  cumpleaños de una amiga, la reservación es en un restaurante bar, se supone la comida termina entre 7 y 8 y subimos al bar- me dice levantando las camisas junto a su cara- solo que estas camisas las elegí pensando en la comida y yo voy a llegar tarde- me dice.

-En ese caso aplica más la de rayas- le digo y me sonríe, creo saber la respuesta pero aún así pregunto- ¿por qué vas a llegar tarde?

-Para estar contigo más tiempo- dice mientras camina hacia mí - tienes razón, hace rato no nos vemos - deja un besito en mi frente; su sonrisa me da mucha calma, por primera vez siento que no estuvo mal venir.

-------

Casi me estoy quedando dormida cuando retira el brazo que tenía sobre mí para levantarse, alcanzo mi celular para ver la hora, imagino que pronto se irá, son las 6:03 pm ya debería estar casi listo, cuando volteo a verlo noto que tengo razón.

-Estás guapísimo, ¡eh!- le digo riendo mientras me incorporo para quedar sentada en la cama. Y es verdad, el color que eligió le queda perfecto.

-Gracias Jay- me dice mientras se sienta en la cama junto a mí, coloca ambas manos en mi cuello, sus pulgares rozando mis lóbulos y me da un tierno beso en los labios - ven conmigo- no puedo describir lo ansiosa que estaba de escuchar eso, pero guardo mi emoción para mí.

-Vengo en ropa de trabajo- le digo con un pequeño puchero con la esperanza de que se ofrezca a llevarme a casa a cambiarme, es decir el pantalón y los tenis están bien, incluso el maquillaje pero debajo de mi casaca dental solo tengo un top deportivo.

-Mira, tal vez es porque me gustas, pero hasta así te ves preciosa- me dice viéndome de arriba a abajo, ¿Cómo es posible que me guste tanto? - pero, sé que tal vez no te sientas cómoda así vestida, dame un segundo- me dice mientras se levanta de la cama sin decirme qué hará; volteo a ver mi celular un momento cuando una voz chillona me hace levantar la mirada.

-Obviamente no vas a salir así, en especial porque vas a conocer al grupo completo y son lo peor- me dice su hermana menor con simpatía sin darse cuenta de que me acaba de dar una preocupación que yo no tenía, ¿Cómo que son lo peor? ¿Qué se supone que debo esperar? -te voy a prestar una blusa, si quieres tacones también solo que son chiquitos pero de hecho tus tenis son lindos- me dice sacándome de mis pensamientos, su iniciativa me provoca mucha ternura, casi como si fuera mi propia hermana menor.

Me río levemente antes de decirle que no se preocupe por eso, pero no le importa, me lleva hasta su habitación, afortunadamente soy de complexión pequeña pero dudo que lo suficiente para entrar a su ropa.

-Ni te preocupes por la talla, apenas tengo 13 pero a mí no me gusta la ropa de niña así que me toca vestir flojito, seguro a ti te queda normal- que me lo diga justo ahora me hace sentir que lee mentes, en eso es igual a su hermano, no sé si son observadores o solo muy intuitivos, pero tienden a responder mis dudas antes de que me atreva a preguntarlas.

Después de ver sus 5 opciones me decido por una playera xs oversized con estampado de caricaturas antiguas - tienes excelente gusto para tu edad - le digo sinceramente - yo en secundaria no sabia ni combinarme- a lo que ella sonríe con gratitud.

-Me caes bien- me dice viendo la playera que me acaba de prestar y yo le sonreí- contigo, se ve tranquilo.

-A mí me caes mejor- aunque le sonrío esta jovencita tiene un poder fabuloso para sembrarme inseguridades, pero aún así le digo lo que llevo tiempo pensando- me recuerdas a mi persona favorita.

-Es tu hermana- me pregunta con una mirada curiosa- yo podría ser su amiga.

-Casi, es mi primita pero crecimos juntas y seguro serían buenas amigas- le digo y la abrazo, me gusta este sentimiento.

-¿Nos vamos?

¡Qué pavor!


Estoy interrumpiendo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora