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✤ T U E S D A Y

✿ Día 2: Spring (Primavera)  o 「Eso es lo que significa ser compañeros, ¿verdad?」 - Dazai Osamu, Capítulo 11

En el corazón de todos los inviernos vive una primavera palpitante y detrás de cada noche viene una aurora sonriente.

― Me temo que esto es todo. ― Hablo por primera vez después del acto carnal realizado en aquella fría habitación. Termino de acomodarse la corbata y camino hacia la puerta dispuesto a irse.

― ¿Eso es todo lo que dirás? ― Cuestionó el peli-anaranjado con tono un tanto dolido desde la cama.

― ¿Hay algo que tenga que decir? Chūya, si tienes algo que decirme, dilo. ― El menor bajo la mirada hacia sus manos y jugó con sus dedos. Por más que quisiese decirle lo que sentía, no podía, había algo que le decía que no era correcto. Dazai suspiró y se dio la vuelta para por fin abandonar aquella habitación dejando a un triste Chūya.

Chūya no está seguro de qué es lo que había pasado, al principio Dazai era alguien 'tierno' si es que lo podía definir de esa forma, sus encuentros eran más románticos y dulces ¿Desde cuándo Dazai dejo de ser así? ¿Desde la primavera pasada?, no estaba seguro. Ahora el castaño era más frio y distante, en cuanto entraba a la habitación iba a por el para tener sexo, solo eso, ya no le hacía platica, todas las palabras bonitas se habían ido. En cuanto terminaban de tener relaciones el castaño se vestía y se iba, ningún adiós, solo se marchaba. ¿Acaso había hecho algo mal para que Dazai le despreciara de aquella forma?

Chūya era consiente desde el principio que solo era sexo, no habría una relación de por medio. Pero por lo menos el detective no lo hacía ver de esa forma, a la hora de tener relaciones el mafioso era tratado con delicadeza, todo era tan maravilloso que no le importaba que solo se vieran para eso, le importaba muy poco ser usado. De verdad que era consiente, pero ahora, después de tantos encuentros podría jurar que sentía algo más que solo atracción sexual por el castaño. Estaba seguro que aquello que albergaba en su corazón era amor, ¿Será de Dazai se dio cuenta de ello y por eso dejo de tratarlo bien?

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Nakahara estaba molesto, no solo con Dazai, si no que consigo mismo también. Caminaba maldiciendo ese día, justo cuando él estaba de muy mal humor pudo visualizar por su camino a varias parejas. Claro, era primavera y se preparaban para ver a los cerezos florecer. Chasqueo la lengua en un gesto de molestia y decidió desviar su mirada hacia otra parte ¿y por qué no? También cambió de rumbo, no pensaba malograrse la vida por un mal de amores, no ese día.

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― Kinikida-san, ¿No crees que Dazai-san esta raro últimamente? ― Cuestionó Atsushi desde su escritorio, deteniendo su trabajo de ordenar expedientes.

― ¿Más de lo normal?, imposible. ― Contesto el rubio sin dejar de teclear en la computadora. ― En lugar de estar haciendo preguntas tontas, termina tu trabajo.

― P-pe.... ― Estaba a punto de decir algo cuando Dazai entro a la habitación con cara de pocos amigos, en cuanto visualizo a Atsushi y a Kunikida en su rostro apareció un gran sonrisa, claramente falsa.

― Ah, ¿Qué tal?~ ― Saludo mientras se lanzaba sobre el sofá que se encontraba en el lugar. ― Estoy abatido~

― ¿Abatido, de qué? ― Inquirió el rubio de aquella habitación mientras detenía sus deberes para regañar al castaño― ¡Eres un holgazán, no te he visto hacer algo en todo el maldito día!

― Mo~ Kinikida-kun~. No seas amargado y apiádate de este pobre hombre~

― ¡PONTE A TRABAJAR! ― Dazai no le dio tiempo a que siguiera riñéndole y huyo del lugar, no sin antes llevarse a Atsushi con él. ― ¡¡Dazai!!

Cuando estuvieron lo suficientemente lejos de la agencia, el vendado soltó al albino de la mano y continuo su camino normal.

― Dazai-san ¿Por qué me ha traído con usted?

― ¿No crees que hoy es un día precioso? Ideal para las parejas enamoradas~

Atsushi alzo una de sus cejas en señal de desconcierto y mejor prefirió preguntar.

― ¿Está enamorado, Dazai-san? ― El mencionado mostro una leve sonrisa y miro a su alrededor, deteniendo su mirada en uno de los locales, en una florería precisamente, algo había llamado su atención.

― Tal vez.... ― murmuro, lo suficiente como para que el chico tigre le escuchara.

Atsushi confundido siguió la mirada de Osamu, notando que su superior miraba a dos personas en específico.

― ¿Ese no es Nakahara-san? ― Dazai no respondió, solo se quedó mirando como Chūya y Tachihara seguían su camino de largo.

― Atsushi tengo algo que hacer. Nos vemos luego. ― Se despidió

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― Primavera, cuando las emociones salvajes corren como una tormenta furiosa... ― Murmuro el castaño una vez llego al departamento de cierto mafioso, saco un pasador de su bolsillo y prosiguió a abrir la puerta.

Se adentró al departamento luego de cerrar tras de sí, camino hasta el sofá de la sala y tomo asiento. Tenía planeado esperar a Nakahara el tiempo que fuese necesario, había un par de cosas que aclarar con el más bajo, por ejemplo ¿Qué demonios hacía con Tachihara?

Se recargó en el respaldo del sofá de cuero negro y miró al techo, brindándole toda su atención mientras en sus pensamientos buscaba la forma más delicada de confesarle su amor a Chūya. Cuatro primaveras intentando decirle lo que aguardaba en su corazón, cuatro primaveras en las que lo arruinaba por temor a ser rechazado.

― Dios, Chūya ¿Qué has hecho conmigo? 

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Solo diré que; lo intenté, Mr. presión y yo no tenemos una amistad muy amena que digamos....   :'D

Que tengan bonita noche~