"De ahora en adelante todas mis canciones de amor son para ti, Park Jimin..."
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Park Jimin era un Omega joven que disfrutaba tanto la música como del baile, uno de sus grupos favoritos de Música visitó la ciudad en la que se encontraba y d...
Ese mismo Sábado otros dos muchachos tenían su primer cita como pareja oficial y no podían sentirse más felices, ni si quiera cuando Jin aprobó el examen de Álgebra que tanto le jodía en la escuela media, ni cuando NamJoon se enteró que la muchacha que lo rechazó cruelmente en su juventud había sido engañada por su novio, ahora tenían felicidad genuina.
Como era costumbre de SeokJin, su ritual para arreglarse empezó a eso de las 5:30 porque saldría las 8:00 y no quería hacerlos llegar tarde al restaurante donde hicieron reservación, quedaría como un mal educado.
Se vistió de forma no tan elegante, con un traje bonito pero casual, después de todo no saldrían a un lugar 5 estrellas, aun no tenían permitido salir tan públicamente juntos, su publicista se encontraba arreglando esos asuntos para darles ese derecho lo más rápido posible a las parejas.
Eran apenas las 7:30 y ya estaba listo, un tiempo récord que anotar a la lista porque como buen soberbio siempre se tomaba demasiado tiempo en arreglarse, esas dos horas no fueron nada.
Dejó que pasara el tiempo y procuró distraerse viendo la televisión, debía enfocarse en otra cosa que no fuera la cena con el moreno o moriría de nervios porque si, el seguro de sí mismo alias "Soberbia loca" SeokJin estaba nervioso de hacer algo que no le agradara a su pareja y este lo mandara al diablo.
Mientras Jin se ahogaba en sus pensamientos un moreno medio torpe se dirigía a su departamento en una bonita motocicleta Hyosung, GT 650 i, esa motocicleta era de sus más valiosas pertenencias, la adoraba como a su vida y la cuidaba de igual manera, no la prestaba ni la compartía, era sólo para su uso personal y ahora, por primera vez dejaría a alguien más subir en ella.
Cuando al fin llegó a su lugar de destino estacionó su vehículo y se acercó a la puerta de madera de la casa de su, ahora, novio, tocó el timbre y no tardaron nada en abrirle, un hermoso castaño lo esperaba en el interior de esta totalmente arreglado sólo para él.
- Buenas noches Nam.- Depositó un beso casto en la mejilla del pelimorado.
- Buenas noches cariño.- Agachó la mirada intentado borrar el sonrojo que se instaló en sus mejillas a causa de esas dulces palabras, detalle muy raro ya que ellos dos ya habían empezado a comportarse como una pareja desde hace mucho antes de serlo, ya debería estar acostumbrado a cosas de ese tipo.
Con la mirada enfocada hacia abajo pudo apreciar perfectamente como el más alto le tendía la mano.
- ¿Nos vamos?
Sin pensar dos veces correspondió al gesto, avanzaron un poco y cuando Jin se dio cuenta del medio de transporte que le esperaba saltó un poco hacia atrás de forma poco disimulada al tiempo que daba un pequeño chillido.
- ¿Pasa algo principe?- Realmente parecía preocupado por su novio, ese gesto lo tomó por sorpresa.
- ¿Iremos en eso?- Soltó señalando delicadamente la moto.
- Si, ¿Hay algún problema con ello?- Se acercó tomándolo por la cadera acercándolo un poco hacia el y dándole una sonrisa amable acompañada de unos hoyuelos que consideraba hermosos.
- Yo... Sonará un poco tonto pero les tengo miedo.
- ¿Miedo?, ¿Por qué?, son inofensivas.
- Bueno, cuando era más joven tuve un accidente usando una de ellas, desde ese entonces no me les volví a acercar.
- Todo estará bien, no iré muy rápido y seré cuidadoso, confía en mí, ¿Si?
El más joven asintió no muy convencido, y ambos tomaron lugar en la motocicleta, NamJoon conduciendo y Jin detrás de él sujetándose como un gato asustado a su mayor, no le molestaba al moreno que lo hiciera, al menos eso quería decir que el Omega se sentía más seguro a su lado, ¿No?
El trayecto fue calmado, no hablaron, RM se dedicó a conducir como lo había prometido y SeokJin a tratar de calmar sus nervios tanto de estar encima de una motocicleta de nuevo como de tener tan cerca al Alfa porque, bueno, un Omega tiene sus necesidades y ellos tampoco habían pasado de besos en los labios y hasta ahí.
Cuando llegaron el más joven se bajó de un brinco literalmente, entre más lejos estuviera de esa moto mejor. La chica que se encontraba en la entrada del lugar los recibió y los hizo llegar a su mesa, tampoco tardó en llegar el mesero y vaya sorpresa que se llevó el mayor cuando Jin pidió casi medio menú pero no sólo por eso si no por la rapidez con la que comía, él se esperaba algo más delicado, tal vez.
Jin para él era una caja de sorpresas, no podía deducir nada de él, le resultaba un poco frustrante pero le encantaba, le gustaba que el fuera siempre a la contraria de lo que él esperaba, le gustaba que no fuera monótono como otros Omegas con los que había estado en el pasado, era él en su máxima expresión y le fascinaba.
- Te ayudaré a pagar la mitad si quieres, estoy consciente de que he pedido demasiado.
- ¿Eh, Mande?, perdón, no te oí.- Sin darse cuenta se quedó observando al menor y este lo notó perfectamente, su mirada no era precisamente ligera como para dejarla pasar.
- Bueno, me mirabas muy fijo y yo creí que...
- ¡No, no, no, no era por eso!, No te preocupes, yo pago.- Estaba apenado por provocar ese pensamiento erróneo en Jin.
- ¿Entonces qué era?, no me molestaré si era por eso.
- No, sólo, sólo pensaba en ti.
- ¿En mí?, ¿Por qué en mí?
- Bueno, sólo, eres muy distinto a todo lo que conozco.
- ¿Te molesta?- Y sin querer agachó la mirada, tal vez si lo había hechado a perder.
- Me intriga.- Le levantó el rostro suavemente desde el mentón para hacer que lo viera, le sonrió de forma calma.
El mesero llegó con la cuenta de la noche y SeokJin no permitió que el peso de esta recayera sólo en la cartera de NamJoon, al principio este se negó, la caballerosidad va primero, sin embargo, después de media hora de discusión continua terminaron pagando mitad y mitad.
El moreno dejó en su casa a su pareja y para su sorpresa este lo invitó a pasar, al parecer sus padres no se encontraban ya que estaban de viaje por negocios en la empresa a la que ambos pertenecían.
Al principio sólo platicaron en la sala de su hogar y de un momento a otra ya se estaban quitando la respiración el uno al otro con besos cargados de intensidad, cuando volvieron a sus cinco sentidos decidieron dejarlo hasta ahí por esa noche, era tarde y muy al pesar de ambos RM debía volver a su hogar.
Se despidieron mutuamente, el moreno partió a su hogar y se fue directamente a su habitación para dormir, esa noche se sintieron más solos que de costumbre, esa noche se hicieron falta entre sí.
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Notita sensual 🌸: Para los que no conocen el Modelo de la motocicleta se las dejo aquí.-
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