For you, for me (Minayeon)

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-Es cien por ciento real, esta señorita es mi novia. —Respuesta que Nayeon dio a la pregunta de su padre, sin vergüenza alguna y empezando a disfrutar el momento.

El señor Im siguió disgustado, su esposa se veía impresionada y Mina tan nerviosa que solo podía mirar al suelo.

-Es la chica que cuida de ti. —La señora Im reconoció.

-La recuerdas, puntos para ti mamá.

-¿Qué no se supone que es hija de la doctora? ¿Niña tú madre sabe de esto? —La pregunta del señor Im y por el tono recio con el que la hizo, intimidaron a la japonesa.

-Sus madres lo saben. —Tuvo que responder Nayeon.

-¿Madres? —Pregunto la señora Im.

-Vengo de dos madres. —Se apresuró a responder Mina— Quiero decir, la doctora Jung está casada con una mujer que es mi mamá.

-Minari como lo acabas de explicar pareciera que la doctora Jung es tu madrastra.

-No entiendo. —O tal vez no quería entender la madre de Nayeon.

-Es fácil mamá, imagina que yo me caso con Minari y tenemos una hija, nuestra hija tendrá dos madres, así le pasa a Mina. —Tal explicación provocó que la menor se sonrojara por completo.

-¿Te hace feliz? —Le pregunto su padre ya que la madre parecía un poco traumada.

-Tanto que mi corazón duele. —Que se burlara término de hacer enfurecer al hombre.

-Eres una idiota, otro día que no estés jugando venimos. —Clavo sus ojos en Mina— Gusto en conocerte.

Seguido de esa pequeña escena los señores Im abandonaron la habitación.

-¿A sido bueno o malo? —La japonesa entro en confusión.

-Digamos que normal.

-Que te burlaras de ellos fue

-Normal. No les hace gracia que yo sea lesbiana y créeme que tienen mucho para decirme pero no lo hacen por compasión, ahora más que nunca creen que voy a morir para que hacérmela pasar mal.

-Sigo temblando. —Le mostro sus manos.

-Te ayudare a que se te pase. —Mina tomo distancia— Pingüi tranquila, no es como que nos vayan a separar.

-¿Estas segura? Que yo no lo soportaría de nuevo.

-Confía en mí.

-Ellos te quieren. —Regreso a su lado— Ningún padre puede no querer a sus hijos.

-Mientes. ¿Qué hay de la mamá de Sana?

-Ella no es humana no cuenta.

-¿Qué es entonces?

-Un cerebro súper dotado proveniente de otra dimensión en el cuerpo de un humano. —Nayeon soltó una carcajada— Tus padres si te quieren, hay que creerlo.

-Debo decir que me quieren a su manera?

-Exacto.

-Dan igual ya. Tengo el amor de una pingüino, no cualquiera lo tiene. —Beso sus labios solo unos segundos para separarse con una sonrisa, misma que le contagio.

Un tiempo después Mina regreso a casa, durante el camino en el taxi, la tristeza la invadió, no por lo de los padres de Nayeon, por el hecho de que esta pareciera no ser completamente ella.

Es decir, ya no hacia las cosas con la misma intensidad de antes, estaba débil físicamente de eso no había duda pero también de manera interior.