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—Meredith, cielo, nueva escuela, nuevo comienzo— dijo la tia de Meredith, Ana, sonriendo como siempre.

—Si, si, lo que digas—dije mientras me bajaba del auto.

Cuando observé que mi tía se había marchado, saque la cajetilla de cigarrillos, me sentía en la típica película estupida donde la rubia hueca, se muere de cancer por fumar, ¿es prohibido fumar aquí? Lo guardaré para más tarde.

No me sabía mi horario, no sabía que materias necesitaba, tampoco sabía que era necesario asistir a clases.

Me dirigía a la recepción, de alguna forma tenía que informarme sobre las clases, tampoco soy adivina; me acerqué a donde estaba la recepcionista mascando un chicle mientras se miraba las uñas.

—hola, mira, soy nueva estudiante¿me puedes dar mi horario?— pregunte despreocupadamente.

—estoy en descanso ¿que no ves?—dijo mientras inflaba la goma para luego explotarla y seguir mascando como vaca.

—¿que te cuesta imprimir un maldito papel?— pregunte rodando los ojos.

—Des-Can-So— dijo mientras separaba sílaba por sílaba casi gritando.

—entonces lo haré yo—dije terminando la Estupida conversación.

Me di media vuelta y me dirigí a la puerta la cual decía "solo personal autorizado", solo escuche a la recepcionista gritando que no entrará por esa puerta, entonces entre.

Me dirigí donde se encontraba la recepcionista y la empuje de la silla para luego yo sentarme.

—¿me acabas de empujar?—grito mientras se le caía la goma de la boca.

—¡felicidades! Que observadora— dije buscando mi nombre en la computadora.

—¡no toques eso! Es prohibido, llamaré al director, quédate aquí— dijo tomando el teléfono.

—no te molestes, ya termine, solo hice tu trabajo—dije mientras presionaba imprimir y le quitaba el teléfono de las manos, tome la hoja de mi horario y salí del lugar.

—estupida holgazana— dije antes de pasar por la puerta.

Camine hacia mi próxima clase, química, odiaba química; guarde el horario en mi mochila y entre al aula de clases, me senté al lado de la ventana donde había un árbol de frutos extraños, no parecían comestibles, tal vez le regalaría unos cuantos a la recepcionista.

Me senté a esperar al profesor, cuando sentí que alguien tiraba bruscamente de mi hombro.

—¿pero que demonios?— grite.

—oye, ese es mi lugar—dijo una chica más fea que la actitud de la recepcionista.

—interesante, ¿donde está tu nombre? Se lo tragó mi culo, ¿o...?— dije mientras rodaba los ojos y sacaba un cuaderno para terminar el dibujo que había comenzado en la mañana.

—¡que te quites!— dijo mientras me quitaba el bolígrafo y arruinaba mi dibujo, el dibujo que llevaba tanto tiempo haciendo.

— te dejaré más fea de lo que estás, shrek— dije mientras me levantaba.

Shrek se levantó también e intento jalarme del cabello, entonces le di una patada en la pierna, derribándola y luego sentándome en su abdomen, dandole cachetadas, mientras me jalaba el cabello, de un momento a otro el aula quedo en completo silencio, unos gritos se escucharon, asustándome.

—¿¡Que diablos está pasando aquí?!—grito una profesora cruzada de brazos y con el ceño fruncido.

Me levante de encima de la chica ogro y camine como una estudiante aplicada, le extendí la mano en modo de saludo.

—hola, buenos días, soy la nueva alumna, me llamo meredith—le dije sonriendo, ella me miró con desaprobación.

Bufé y baje mi mano, la que la profesora decidió no aceptar, ¡y dicen que yo soy la no-políticamente-correcta!

—¡las quiero fuera de mi clase!— grito señalando la puerta.

Fui por mis cosas y salí del aula, vaya manera de empezar un nuevo año escolar, odio a la recepcionista y ya casi mato a otra alumna, ¿que más tienes bajo la manga Dios? ¿Quieres que me trague una vaca?.

Baje molesta las escaleras dándole una mirada de odio a la recepcionista mientras salía por la puerta principal caminando hacia el lugar más cercano, un árbol justo al lado del edificio.

Mientras más me acercaba pude divisar a un chico pelinegro, sentado en el mismo lugar, con un cigarrillo entre las manos, me acerqué y me senté a su lado.

—¿no deberías de estar en clases, quien seas?— pregunto el chico mirándome levantando una ceja.

—¿no deberías de estar tú en clases?— pregunte irónicamente, sacando un cigarrillo, busque en mis bolsillos por un encendedor, el cual no encontré.

—¿necesitas esto?— pregunto él extendiendo un encendedor.

—Gracias; Meredith— dije tomando el encendedor encendiendo el cigarillo.

—¿mere que?— pregunto levantando una ceja otra vez, ¿será esto de levantar la ceja algún tic...o...?.

—que me llamó meredith estupido sin nombre— dije rodando los ojos.

—ah, yo soy Michael—dijo riendo suavemente.

—bueno Miguelito, y ¿tú a quien golpeaste?—.

Murder ListDonde viven las historias. Descúbrelo ahora