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—¿que crees que hayan sido esas cosas de ayer?—. Pregunté curiosamente mientras veía venir a michael a sentarse.

—bueno,hay una vieja historia en esta escuela sobre los tres encapuchados, por eso he salido corriendo junto a ti, me gustaría vivir hasta los 26—. dijo con la mirada perdida mientras se sentaba junto a mi.

—¿y?—.

—¿que?—.

—¡cuál es la historia,hombre!—. Dije pegándole en el hombro, miguelito podía ser molesto y a penas lo conocía.

—uh,¡es muy larga!—. Dijo gruñendo por la idea de si quiera hablar.

—tenemos toda la hora de arte,Miguelito—.

"hace 20 años en esta misma institución sucedieron mas de 20 asesinatos,chicas y chicos,la mayoría de las  victimas pertenecían a el ultimo año de secundaria,todo comenzó en el baile de bienvenida,Liza Kendman fue colgada de cabeza en un árbol del que fue algún día un bosque a las afueras del colegio,los 3 jóvenes le proporcionaron un tajo horizontal en su cuello,la joven de 17 años fue hallada dos días luego por un cuidador,los asesinatos ocurrían cada 7 días,pero cometieron el peor error,no analizar el perímetro,habían cámaras lo que le proporciono las identidades de los tres individuos los cuales estaban vestidos con unas togas rojas como la sangre,solo dos fueron capturados,el paradero del tercer individuo hasta hoy en día es desconocido,los dos asesinos que fueron capturados recibieron dos años en retención para luego llegar a la pena de muerte".

—¿como-¿quien- eso es increíble— dije mientras intentaba formular una oración decente, la historia que acaba de escuchar me puso los pelos de punta, y la muerte de victoria solo lo hacía más obvio.

—si,de hecho en la biblioteca hay un anuario con sus nombres y sus fotografías.—dijo Michael como si nada sacando un chicle de la mochila.

—podemos ir ahora,no ha llegado el profesor,podemos irnos aun.—dije guardando las cosas en mi mochila.

—buena alumna ¿quien?.— dijo el riendo tomando su mochila también.

—¿vamos o no?.—

—¡no tienes que preguntarlo dos veces!.—

Michael y yo intentábamos hacer el menor ruido posible mientras abríamos la puerta de la biblioteca, a estas horas nadie podía estar fuera de sus respectivos salones de clases.

—michael deja de silbar— susurre escabulléndome hacia unos estantes llenos de libros de historia jalando a michael conmigo.

—créeme, se lo que digo, la bibliotecaria ni siquiera está aquí—me dijo tranquilamente, saliendo de el escondite atrás de los estantes.

—¿hay alguien aquí?—escuchamos una voz acercándose.

—¿no que no?—. Dije jalando a michael nuevamente detrás de los estantes mientras vigilaba que la bibliotecaria volviera a su computadora.

—meredith la gente comete errores—. Dijo michael tomándome del brazo hacia otra sección de estantes llenos de libros.—tenemos que llegar hacia aquel estante , la de los premios—apuntó—. Al lado están los anuarios—.

Caminamos lentamente hacia los estantes, intentando hacer el mayor silencio, aunque miguelito se seguía quejando por qué le pisaba los zapatos.

—¡aja!— michael tomó dos anuarios de el estante y los guardo en su mochila.

—¿seguro que son esos?— pregunte.

—oh querida meredith, ¿dudas de mi?, Vámonos—. Dijo dando media vuelta para comenzar a caminar hacia la salida.

Murder ListDonde viven las historias. Descúbrelo ahora