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Era sorprendente la velocidad en la que nos desplazamos, una cosa era ver como se movían y otra muy diferente era yo moverme a esa velocidad, no podía ver nada, no vi absolutamente nada, la velocidad había secado mis globos oculares, por la situación había  cerrado los ojos.

Sentí como me movía como un oso de peluche pegado al costado de la armadura de Jakare, podía sentir su fría superficie al tacto con la piel descubierta de mis brazos, parecía que yo no pesara nada, ya que podía sentir que no interfería en los movimientos ágiles que realizaba.

No podía poner resistencia, solo me dejaba llevar. El viaje solo duro unos segundo (sentí que fue mas tiempo), cuando se detuvo me sentí desorbitado, estaba mareado, tenia que fijar la mirada en los objetos , ya tenia que descubrir cual era el verdadero; ya que veía todo doble. Finalmente luego de que mi mareo se disipara, podía ver con claridad el entorno, nos encontrábamos en lo que posiblemente antes era el salón principal, por sus amplio tamaño, que ahora solo era un rastro de lo que una vez fue. 

Jandirá se encontraba en el medio del lugar arrodillada, no tenia su casco puesto, en sus rodillas se encontraba algo parecido a una túnica de color negro -Hermana, este lugar es peligroso ¿qué haces?- dijo Jakare, su tono de voz era de preocupación -ya no esta, hermano, ya no esta- dijo con una voz tan desesperante que me pego sus sentimientos con solo escucharla.

-¿Qué no esta?- pregunté casi de inmediato -Esa túnica pertenece a nuestro maestro, Tíbox- me respondió Jakare con una voz calmada -¿Maestro?- volví a preguntar, dirigiéndome a él -Si, Tíbox era nuestro maestro, dueño de este templo y guardián del orbe de bigonian- me lo dijo con calma, que me  sorprendió por la situación en la que estábamos.

-¿Orbe de que?- pregunte, quise dar un paso para acercarme a Jandirá, pero Jakare lo impidió colocando su brazo en frente de mí.

-¡HERMANA, CUIDADO!- Jakare salio disparado hacia donde se encontraba su hermana dejándome allí parado en solo un instante, en ese instante toda la zona de ilumino del color azul característico de los rayos antes visto, por instinto tuve que taparlos con mis manos por la intensidad, en eso se escucha el estruendo mas grande que había escuchado en toda mi vida; ese sonido hizo que vibrara cada célula de mi cuerpo, me encontraba atontado y solo habían pasado, ¿quizás unos segundo desde la luz?.

El tiempo puede ser un aliado, uno muy grande, pero en mi caso, siempre ha sido mi peor enemigo.

Sin darme cuenta estaba de rodillas en el suelo, una voz apareció de la nada -Buenos reflejos, el viejo al final si te pudo entrenar- Su voz era muy jocosa y delicada, me coloque de pie y pude ver bien, Jakare se encontraba frente a su hermana, él había bloqueado el rayo que iba por ella, ¿quien era él?.

En eso recordé el comentario que habían hecho cuando habíamos llegado; este desconocido era el "6" de los caballeros -¿6?- salio levemente de mi boca, no me había fijado que fue lo suficientemente fuerte para que lo escuchara Jakare y Jandirá, puesto que ambos giraron a mi dirección posando su vista en mí.

-Interesante, ¿quien es él?- 6 había preguntado -No es nadie que te importe, ¡deja de ser un cobarde y aparece!- replico Jakare, Jandirá aun no se había recompuesto sino hasta que fue ese momento que se coloco de pie, colocando su mano en el hombro de su hermano -Gracias enano, te debo una- Dijo -Hagamos que nos diga donde esta el maestro- reafirmo.

-No te dejes afligir, hermana- Dijo Jakare, agarrando la mano de su hermana -Ahora vamos, tenemos 2 misiones por hacer- finalizo -Vamos- respondió Jandirá, apareciendo su casco nuevamente, comenzaron a dirigirse hacia donde me encontraba.

-¿Nadie que me importe?, veamos- Dijo la voz respondiendo, tardo en responder.

De la nada siento que tengo a alguien en mi espalda muy cerca de mi, sentí el frío tacto de sus dedos descubiertos tocando mi brazo haciendo que gire fácilmente, para estar de frente a "6".

A simple vista poseía características de poseer un cuerpo ectomorfo, su piel era muy pálida casi transparente(se podían ver algunas venas en el principio de su cuello), poseía una armadura simple, de color cobre, parecía a simple vista que no era para combates cuerpo a cuerpo (ya que tenia muchas partes descubiertas), su rostro era alargado, con pómulos  sobresalientes (por la delgadez), su cabello era de color negro,  rapado a los lados, largo solo arriba, estaba sujeto por una cola de caballo que le llegaba fácilmente a los hombros. 

-¡HEEE..!- trate de gritar, pero había colocado su mano en mi boca, podía ver sus ojos con la pupila característica, como detallaba cada parte de mi cuerpo y rostro, hacia mucha presión, me sujetaba realmente muy fuerte -nunca te había visto por aquí, ¿como te llamas niño?- pregunto mirándome fijamente a los ojos.

-me intriga saber quien eres- volvió a insistir, apretándome aun mas con su mano en mi boca, -este tipo esta loco- pensé en pleno desespero. Sujete con mis manos su brazo para tratar de zafarme de él, hice fuerza pero no logre mover nada, que inútil era en ese momento, bueno...

Siempre me había sentido inútil desde pequeño, al ver como mi mama todos los días mi mama daba la cara por mí en cada momento y yo sin poder hacer nada. Pero no era momento de pensar en eso, mi vida corría peligro realmente.

En eso siento una briza, era Jakare que se había lanzado hacia nosotros, pero "6" lo esquivo muy ágil, Jandirá se había colocado a su espalda para capturarlo, pero simplemente se le escapo de las manos, ¿quien era este tipo y que puede hacer realmente?. 

Me volví a sentir como si fuera un peluche ya que me movían libremente a la voluntad de los demás, mi madre, la sociedad, Jakare y ahora este tipo loco, tenia que hacer algo por mi propia voluntad, si quería salir ileso de esta, yo tenia que hacer algo, pero algo ya. 

sebastian - el híbrido prohibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora