Primer día en el jardín de infantes, un día que uno recuerda por el resto de su vida. O al menos eso dicen; yo no lo recuerdo en absoluto. Pero me lo contaron tantas veces que, bueno, se perfectamente lo que pasó.
El primer día de clases fui con papá y mamá; los "papis" tenían que quedarse para una reunión con la seño y los alumnos. No se cuanto duraba la clase ese día, lo único que me acuerdo...
Miento, lo que papás me dijeron que hice fue jugar apartado de todo ser viviente en el salón hasta la hora de irnos. Literalmente, desde que entré al salón hasta que salimos. Pero la razón por la que fue contado tantas veces este día fue otra...Digamos que tuve un pequeño problema a la hora de irnos, ya que yo no quería volver a mi casa. Tan así, que me puse a llorar.
La maestra, para calmarme, tuvo que darme un juguete y hacerme prometer que lo iba a regresar al otro día. Solo de esa forma lograron hacer que salga. Obviamente, fuimos los últimos.Tengo entendido que nunca más lloré a la hora de volver a casa.
Me gusta pensar que no fui la única persona que hizo algo así.
Pero hasta ahora solo conozco gente que lloró a la hora de entrar, cosa que yo no hice.

ESTÁS LEYENDO
Monótona vida
AcakCharlas con mi conciencia, sueños "extraños" y una vida un poco cliché (según algunas personas). Por esta y otras razones decidí contar mi historia, agregando un poco de humor, que nunca viene mal. ADVERTENCIAS: La historia está escrita en argentino...