Growing Pains - [Yuzuevg] [Yuzuvier]

Epílogo ❄️

Pero espero que no estés sufriendo tanto como yo

Espero por eso cada día, incontablemente

Espero que no recuerdes tanto como yo lo hago

Espero que estés mejor que yo (Oh hoy y mañana)

— Damas y caballeros, con ustedes el campeón del mundo, de Japón, Dima Hanyu.

Con una sonrisa, el chico entró a la pista y saludó al público, quien a su vez la aplaudía con fervor. El muchacho de quince años se dirigió a su puesto en el podio y, de un salto se subió a su lugar.

Mientras el segundo y tercer lugar entraban, dirigió la vista hacia la primera fila y regaló una gran sonrisa a las personas sentadas ahí, quienes a su vez le regresaban el gesto. Cuando la ceremonia terminó, salió de la pista tan rápido como pudo, donde su entrenador ya lo esperaba con una sonrisa.

— Bien hecho campeón — Le dijo mientras lo abrazaba — ¿Ves? Te dije que no necesitabas veinte mil cuádruples para ganar el oro.

— Pero hubiera sido genial, ¿No lo cree entrenador?

Javi rodó los ojos mientras le revolvía el cabello a su pupilo. Era igual a su padre.

Ambos empezaron a caminar hacia los vestuarios cuando una pre-adolescente apareció de repente y le saltó encima al español. Javi se sorprendió pero al reconocerla, la abrazó fuertemente.

  — Natsuki, ¡Te vas a caer! 

— ¡Mamá! — Dima salió corriendo hacia la portadora de la voz, quien abrazó fuertemente al muchacho — ¡Mamá! ¿Me viste verdad? ¡Los saludé!

— Por supuesto, estoy orgullosa de ti.

— ¿Y papá?

— Se encontró con el tío Shoma y fueron a robar comida por ahí.

— ¿Por qué no me sorprende? — Comentó el entrenador

Evgenia miró a Javi y le regaló una sonrisa.

— Nunca cambian — Soltó a su hijo y miró divertida a la chica que aún seguía colgada del español — ¡Espiral lunar del corazón!

— ¡Ataca! — Respondió la chica antes de soltar a Javi y salir corriendo por ahí.

Dima miró apenado a su entrenador para después ir a perseguir a su hermana antes de que se hiciera daño. Javi miró divertido por donde desaparecieron los menores para después ver a la rusa con una sonrisa.

— ¿Quién diría que los campeones junior y senior andarían persiguiéndose por ahí?

Evgenia soltó una risa para después desaparecer por el mismo camino que los menores. Javi se encaminó al sanitario, necesitaba despejarse.

Fue cuando se estaba lavando la cara, que Yuzuru entró ahí. Ambos se miraron sonriendo y el japonés se acercó a él mientras Javi cerraba la llave.

— Gracias por cuidar de mi familia Javi.

— Es un placer que me encargues a tus hijos, espero haber hecho bien la tarea que me encomendaste.

Yuzuru le regaló una sonrisa, esa sonrisa que siempre hizo alborotar el corazón del español desde que se conocieron. Quiso decir algo cuando de repente una imagen apareció en su mente como un relámpago.