Una hora atrás...
_____- pateaba la puerta desesperada sin poder encontrar una mejor alternativa, estaba harta de ser la princesa indefensa en momentos tan importantes como este, lo peor de todo... ¿lo peor de todo? ¡claro! Lo peor de toda esta situación era que sentía como si Juuzou pensara que soy una completa inútil en batalla, que soy solo un escombro más que sería psioteado, pero hoy venía decidida, esta noche no sería así, esta noche todos sabrían lo que realmente puedo hacer...
Qué divertido...
Romper el muro se volvió más fácil de lo que había pensado, no podía evitar sonreír, recordando a momentos el rostro de emoción de Juuzou cada que peleaba con alguna bestia digna de enfrentarse a tan inmensa locura.
Juuzou había aprendido cosas de mí, y de alguna forma logré entender también... Que estar loco no es tan malo.
_____- ¡¿desayunaron hoy?! ¡puedo darles el almuerzo! - grité ya fuera de mí, arrancando las cabezas de dos ghouls al mismo tiempo con ayuda de unas navajas que había robado a Juuzou antes de que todo esto comenzara.
Un enorme escalofrío recorrió mi cuerpo cuando miré alrededor, todo ese paisaje carmesí de controversia y desesperación que me hacía sentir emocionada, apasionada por dar honor a mi nombre... O... A la señorita Suzuya.
- ¡e-es ella! ¡la señorita Suzuya!
- ¡acabenla!
Gritaban ingenuamente.
_____- oh, cariño, que halago, aunque aquí entre nos, no estoy casada - corté uno de sus brazos con una enorme sonrisa - Juuzou no parece llevar mucha prisa.
Mi agonía de mujer parecía no desaparecer ante la situación, tampoco mis palabras se controlaban, era como si pudiese pensar de forma sensata como suelo hacer, pero no podía controlar mis acciones del todo.
Creo que fue el peor momento para hacerlo, pero ni nosotros mismos podemos controlar nuestros pensamientos, así que por mi cabeza no paraba de girar esa frase que me hacía sentir algo molesta y confundida a la vez "Juuzou no me ha pedido nada directamente" estaba haciendo un berrinche de mujer conmigo misma mientras cortaba a decenas de Ghouls. Sentía que no era nada de Juuzou, que él sólo me utilizaba, que sólo era su medio de aprendizaje sobre las cosas más recónditas según él. Juuzou, ¡¿por qué soy la única enamorada?! ¡idiota!
Entonces lo vi a lo lejos y cruzamos miradas, el chico me miraba inexpresivo mientras intentaba luchar contra la bestia causante de todo esto, al parecer acompañado de Kaneki. No parábamos de luchar, pero tampoco de mirarnos, intentando descifrar lo que pensaba el otro, buscando cómo romper esa situación tan incómoda.
Juuzou - me sentía extraño, me sentía perdido, por un momento la batalla se fue al demonio y sólo quedábamos ella, yo y mis vagos pensamientos. Mirar esas costuras en su rostro y brazos hacía que algo en mí se estremeciera de emoción. Me hacía sentir aún más vivo mirarla de esa manera, porque... Si tiene mis costuras... Es mía... ¿o no?
No pude evitar sonreír al pensar eso último y los sonidos escandalosos de la batalla poco a poco se hacían presentes de nuevo.
Se movía con una agilidad que jamás habría pensado mirar en ella, sus ojos reflejaban algo más que sólo adrenalina y sus movimientos eran tan elegantes como precipitados... Es ella, la quiero para mí.
Aunque no lograba comprender del todo lo que sentía en ese momento, de algo estaba seguro, y era que ella me enseñó el otro lado de la vida, ese que no conocía, ese que no tenía idea que existía, qué divertido.
Juuzou - ¡joder! ¡me fascina!
Kaneki - exclamó sonriente el albino capturando mi atención, tan sólo para parpadear por una milésima de segundo y darme cuenta de que el hombre de la máscara ya tenía un rasguño en su rostro.
~ están acabando con mi paciencia, inútiles.
Juuzou - ¿no te estás divirtiendo? - abrió aún más esos enormes ojos rojos.
Pero todo se iría al demonio, porque bajé la guardia, porque de verdad soy imbécil. Me sentí tan idiota cuando el enemigo me empujó con su mano; me quedé sin aire por unos segundos, intentando asimilar el enorme golpe que me había dado contra ese muro que incluso logré romper... Quizá mi cuerpo también se rompió un poco. Mi vista se volvía borrosa y sólo noté cómo comenzaba a llover. Entonces miré esas dos sombras, la más grande alzando a la pequeña, llevándosela a la cima de un edificio... Necesitaba volver a batalla.
Juuzou - qué fuerte, pero te presumo que soy muy delgado - me safé fácilmente de sus manos al llegar a aquel edificio y solté una carcajada.
~ no tienes idea de quién soy...
~ miraba emocionada su sonrisa que poco apoco desaparecía y se volvía en un gesto de horror...
Juuzou - le dije a Shinohara que no-
Antes de que el chico terminase de hablar lo alcé del cuello con mis manos, casi saboreando su aroma y disfrutando de su asfixia... Es tan lindo todo este asunto, que podría morir de pasión.
~ me encantan tus hilos... - lo solté poco a poco mirando cómo mi ritual surgía efecto - eres tan hermoso... Que podría comerte...
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Eto Yoshimura, señoritas 7u7 nadie adivino :/
¡gracias por todo el apoyo!
Comentario estrella del capítulo anterior:
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¿Amor? ¿Es una clase de rosquilla? ×juuzou y tú×
FanficJuuzou Suzuya y tú. Escribí este libro hace 500 años, por favor ten en cuenta que era mi época de cringe. Eres fanática de los ghouls, y, aunque no quisieras ser comida por uno, por ende, te gustaría entrar a la CCG, y mejor aún, conocer a ese agent...