Incompleta

Capítulo 3.

-¿Estas viva?- me dijo la tía Magy desde el otro lado de la línea, me había perdido viendo un anuncío sobre una nueva temporada de una de mis series favoritas “Teen Wolf” y claro me había perdido de la interesante platica con mi Tía-Madre Magy.

-¡Aquí estoy! -respondí

-Y yo no estoy sorda, el otro día Marcus - Marcus fue su esposo #4 - me invito a salir, le dije que no pero despues empezó a insistir hasta que acepte, me dijo que le gustaría que regresaramos, que había comprendido que lo que había entre nosotros era amor del bueno - dijo mientras comenzaba a carcajearse y de pronto yo tambíen lo hacía, la verdad es que Marcus era muy feo y aún así había rechazado a la tía Magy, además ella le había dado una oportunidad por lastima, lo único que ese señor tenía era que era súper insistente hasta salirse con la suya.

Al finalizar la llamada la tía Magy me dijo que pronto vendría a visitarme y que me consiguiera un novio lo antes posible a lo cúal obviamente no conteste y le colgue, me enojaban esos temas ¿Novio? Para que, daban asco esas parejas de enamorados. Jámas sería una más del montón. Jámas.

Salí de mi apartamento dispuesta a a bajar al súpermercado pero me dirigí a un Café que esta en frente de mi edificio, pedí una malteada de fresa y unas donas y me dispuse a devorarlas cuando de pronto un chico de tez morena muy pero muy guapo se sento en la mesa en la que yo estaba y comenzo a tomar su café mientras leía su libro «100 años de soledad» de GGM, al terminar de ojear unas cuantas hojas poso su mirada en mi.

-Apuesto a que vives cerca- dijo muy seguro

-¿Que? ¿Por que? - dije confundida

-Tus pantunflas. - dijo y miro mis pantunflas, ¡rayoss! Siempre se burlaban de mis pantunflas

- Pues no - le dije indiferente - A mi me encanta usarlas casi a diario y voy con ellas a muchos lugares.

-¡Wow! - dijo

- ¿Wow? ¿Wow qué?

- Jamas he conocido a una mujer como tu, saliendo sin importarle su apariencia

-¿Es que no te agrada mi apariencia? - le pregunte sonando dolida

-¡No! Me encantas, me encanta la gente sincera - carraspeo y tomo un poco de cafe - como tú; mostrando lo que es en verdad.

  - Gracias

-Supongo que nos reunira el destino algún día- dijo mientras tomaba una de mis donitas y sonreía mientras se marchaba del lugar.