Que rayos paso.

Capítulo 1.

No son celos:

Era solo un rumor, es solo un rumor, se trataba de convencer un joven de cabello castaño oscuro rizado y de ojos grises, hacía más de un mes que Sirius Black el joven más deseado de la escuela había escuchado cierto rumor que se esparcía por todas las casas, al cual no tomo importancia al principio, pero el momento en el que escucho quien era protagonista de tal ajetreo lo cambio todo.

El burullo en el gran comedor siempre era esencial en cada comida, James, Remus Y Petter estaban hartos de ser ellos los que pagaran los platos rotos de cierto amigo suyo; el cual andaba de pésimo humor, se podía ver claramente un aura negra alrededor de Sirius y como parecía estar masacrando su comida con los cubiertos sin quitar la vista de la mesa de los Slytherin, para ser preciso de un par de personas, las cuales parecían ajenas a como los miraban, bueno el joven Black no era el único para ser sincero, algunos tenían cara de asombro, otros curiosidad, pero solo él los veía con furia y algo más en esa mirada grisácea.

Remus fue el que se dio cuenta, de que era lo que había provocado el cambio de humor de su perruno amigo y tenía nombre, "Severus Snape" un joven de baja estatura, piel pálida y ojos negros; como si miraras al vacío y si no tenías cuidado te arrastraría junto con él, su cabello negro lacio y largo hasta los hombros que a la vista parecía grasiento y una pequeña nariz afilada que acentuaba su rostro, para sirius, Snape o Snivellus era como una de esa muñecas de porcelana con las cuales las niñas quieren jugar a cada momento y no separarse de ellas, alardear de que te pertenece, pero a al cual tienes miedo de romperla, era por eso que las bromos al joven de piel pálida habían cesado, no quería hacerle más daño, pero no lo admitiría.

La cena termino, Sirius se dio cuenta de que no probo bocado alguno, pero es que no podía perder de vista al estirado de Lucius que en toda la cena se la paso sonriéndole como idiota a Severus y dando a probar bocados de su comida en su boca, esa linda y pequeña boca de labios rosados y finos, que ... le dieron ganas de azotarse en la mesa, si seguía así terminaría con un gran problema en su entrepierna.

Se retiró a su habitación sin importarle si sus amigos le hablan, en ese momento solo quería descansar y enfriar su cabeza.

Sev, como lo llamaban sus amigos, no se consideraba la persona más atractiva del mundo, de hecho, no sabía si tenía atractivo alguno, Lucius parecía más idiota de lo normal, pero era lógico Cissy por fin le había dicho que sí y habían comenzado una relación, Por otro lado, Reg se le había declarado hace dos meses pero él lo había rechazado de manera sutil, lo amaba como aun hermano y confidente y no quería darle esperanza o ilusión alguna, pero en un momento de culpa y tristeza por rechazar a la primera persona que se le confesaba se permitió darle su primer beso, tímido e inexperto como lo era él, y con eso cerraron ese pequeño capitulo entre ellos, lo que no se esperaba ninguno de ellos dos fue que alguien los había visto y el rumor se había esparcido como pólvora, pero así como llego se fue calmando, después de todo nadie notaba nada anormal entre Reg y Sev.

Por todo era bien sabido que Lucius y Regulus siempre lo estaban cuidando y en ocasiones lo mimaba, lo cual ocasionaba que se enfadara con ellos y se fuera dejándolos solos. Pero claro que esto no lo sabía Sirius.

Por fin Sirius logro superar su enfado, acerca del rumor de su hermano y Sev, lo de Lucius lo supero cuando lo vio caminando por los pasillos con Cissy de la mano, ahora que sabía que no era cierto se le podía ver con aura tranquila y relajada.

Esa misma tarde habría un partido de Quiddicht entre Ravenclaws y Hufflepuffs, en el cual habían decidido apoyar a su amigo Amos, todo salió bien hufflepuffs gano, y mientras salían del estadio alguien llamó su atención, un miembro del equipo de ravenclaws llevaba arrastrando a alguien, pero el reconocería esa pequeña figura donde sea, Severus.

Era oficial su paciencia tenia limita, antes de que el tipo lograra besar a un incómodo Severus, un puñetazo se estampó en su rostro tirándolo al momento, como se atrevía a tan siquiera declararle su patético amor a Severus, ‘ Su’ Severus.

Y mientras arrastraba a un Sev confundido y consternado que reclamaba una explicación acerca de lo que había sucedido allá, este solo lo amenazo que no lo quería ver de nuevo junto otra persona tan pegado, y que no permitiera más rumores de ese tipo, lo estaría vigilando en todo momento.

Bueno tal vez si eran celos.