Que rayos paso.

capítulo 5

Antes que nada, pido disculpas por demorar en actualizar, pero esta semana estuve viendo lo de mi ceremonia de clausura, acabo de terminar la preparatoria y estoy viendo lo de mis papeles de certificación, lo del servicio (¿a ustedes les piden servicio para poder graduarse? Y lo de mi cedula profesional. Así es, me título como técnico (soy mujer, pero la palabra "técnica" no me gusta) en producción industrial de alimentos, planeo seguir la universidad, y escribiendo fics, cada que tenga tiempo, así que espero y no sean resentidos.

¿Esto es lo correcto?

En estos momentos me siento un completo inútil, no era mi intención presionar a Sev de esa manera... ni acorralarlo de la manera en la que lo hice; suelo ser bastante imprudente y me dejo llevar por mis emociones hasta el punto en que están me nublan el juicio y me controlan por completo, convirtiéndome en un ser primitivo, aun con esto, sé que no es excusa para lo que hice.

Poder sentir su frágil cuerpo entre mis brazos, fue una sensación estremecedora siento que si uso demasiada fuerza se romperá, y el hecho de saber que es mío y me pertenece me transmite una sensación de tranquilidad, aunque no dejo de sentirme inquieto por el hecho de que alguien más lo desee a su lado, lo cual no permitiré, me enfurece y me hace querer desaparecer junto con él; a algún sitio desconocido para el mundo entero. Perdí la cordura y quise sentir a un más de ese maravilloso cuerpo, el cual juega con la fragilidad de mi mente y no resistí a querer hacer el abrazo más fuerte, pero a pesar de que no aplique mucha fuerza... el escuchar que se quejaba de dolor me hizo detenerme por completo, la furia me inundó por completo y en un arrebato de desesperación por saber que sucedía, el forcejeo comenzó y no se en que momento me vi en la necesidad de querer quitarle las prendas de arriba, él se sacudía con fuerza para soltarse de mi agarre y la necesidad de aplicar igualmente más fuerza en el forcejeo se volvió necesaria; no soy consiente si le provoque daño ya que mi mente quedo en blanco al contemplar un hematoma de un tamaño considerablemente grande, en cualquier otro momento el hermoso tono blanquecino de su tersa piel me hubiera hecho perder la lucidez, pero eso podría ser en otro momento, en ese instante solo me preocupaba saber cómo se hizo ese moretón en su torso, se que no es de esfuerzos físicos, así que descarto el hecho de que se la haya provocado jugando y es demasiado tranquilo para involucrarse en peleas, aunque mis amigos y yo gustamos de jugarles bromas, que según Remus dejan de serlo cuando lo enviamos a la enfermería, tengo que hablar con James y Petter cuanto antes, para que eso pare. Volviendo a mí otro asunto, ver su cara de pánico cuando le pregunte el ¿Por qué? Y como sus ojos comenzaban a nublarse por lagrimas contenidas, me trajo a la realidad de que lo que había hecho no estuvo ni cerca de ser respetuoso y mucho menos a tratarlo de manera "gentil" ... verlo correr como si fuera una presa huyendo de su predador, me dejo una sensación de ser alguien miserable. Lejos de sentirme ofendido por el hechizo que me lanzo, creo que fue lo más correcto en su momento.

No me he movido del parque en el que estuve con él hace unas horas, la nieve a comenzado a caer con intensidad, pero aun así el frio que se supone cala mis huesos, se queda en el olvido por todo lo que pasa en mi cabeza; necesito resolver las cosas cuanto antes, pero... odio estos instantes en lo que me doy cuenta en que no poseo ni una sola dirección para enviarle una lechuza, o un teléfono muggles para llamarlo... no tengo nada.

Vuelvo a la casa; la tormenta de nieve no aparado y lo primero que escucho al entrar son los comentarios despreciables de mis padres para los magos nacidos de muggles o a los mestizos, otra alarma la cual no he querido tocar y que siento que nos separa. ¿por demonios es tan fácil encontrar las diferencias entre una pareja a encontrar similitudes?, ¿Que pensara Severus acerca de las castas de magos?, ¿Lo cree impedimento para la unión de dos personas?, Sus risas moduladas al burlarse de los magos inferiores me hace salir de mi mente un instante, y subir a prisa las escaleras a la segunda planta de la mansión, golpe insistente mente la puerta de la habitación de mi hermano, el cual me abre pasado unos minutos y me mira con ojos de querer matarme.

- ¿Qué quieres?

-Yo necesito saber si alguien molesta a Severus.

- ¿A qué te refiere?

-Ya sabes... si... hay más personas que disfrutaban... mmmnn... "molestarlo" o "golpearlo" tal vez...

Mi voz se vuelve un susurro al pronunciar la última palabra, y por cómo se ensombrece su mirada y sus ojos centellan con ira, sé que sabe algo que yo desconozco; claro, parte de todo lo demás que no se de la vida de mi hermoso Sev.

-Sabes que yo no soy el que debe hablarte de la vida de tu "novio" ¿verdad?

-Lo sé, solo que necesito saber que ocurre con él.

-te diría que lo lamento, pero la verdad no; yo no te puedo decir nada, si Sev no te ha dicho nada debo intuir que su cita fue un fracaso, o en todo caso tú te la pasaste hablando de ti mismo cada vez que tuviste oportunidad, y que el resto de ella, solo se quedaron en silencio.

- ¿Entonces las clases de Trelawney si funciona?

-Idiota, no necesito una babosada como esa, para saber que fracasaste, pero hagamos algo, yo citare a Sev en otro lado y tú trataras de arreglar la situación, que provocaste entre ustedes. Si en esa salida no logras que Bellus te diga algo importante de él, no volveré a ayudarte nuevamente.

-Y que ganas tú a cambio.

-La felicidad de Sev.