¿Cuál es tu historia?

Quebrada.

No sé cómo explicar esto, los sentimientos son algo realmente confuso.

Un día te sientes bien, otro día sientes que estás perdiendo hasta el último milímetro de cordura que queda dentro de ti, y al siguiente, simplemente no sientes nada.

Vacío.

¿Cómo explicar esta sensación?

No sé si llamarlo; soledad, tristeza, infelicidad, irritabilidad, dolor, amargura, o de cualquier otra forma entre los miles de adjetivos que nos etiquetan día a día.

Simplemente es imposible poder elegir uno, o incluso dos.

Sin embargo, si escribiese desde lo más sincero de mi cobarde corazón, quizá podría llegar a entender todo esto. Quizá si utilizase mi corazón, en vez de mi cerebro, para encontrarle sentido a las cosas... Quizá así podría entender algo.

Aquí va:

¿Alguna vez has llegado a sentir que eres como una pequeña mota de polvo, sin importancia? Una más, entre un millón. Yo sí, cada día. Es tedioso.

Pero, ¿cómo llegué a esta situación?

Siempre miro al pasado e intento buscar culpables, pero, ¿y si esa no es la solución? ¿Qué más da lo que me hicieran? ¿Qué más da si he sufrido?

¿De verdad es necesario sentirse insignificante y débil, solo por lo que te han hecho? ¿O incluso por lo que te han convertido?

Me gustaría que no fuese así.

Estoy cansada de ver como todo lo que está a mi al rededor se aleja, desaparece de mis manos, y finalmente quiebra un poco más mi corazón. Sé que no puedo retener a la gente a mi lado, pero me gustaría poder cuidarla, demostrarla cariño, y sobretodo, protegerla con todo lo que tengo. Todo el tiempo que me permitan.

No quiero hacer más daño a nadie por mi pasado.

No quiero que mi dolor influya más en mi futuro.

No quiero que ESO domine mi vida, mis decisiones, mi felicidad.

Quiero sentirme libre, quiero sentirme viva.

Quiero ser yo.