Mentiras. Eso es lo que mueve el mundo, realmente.
Desde niña estoy acostumbrada a mentir, a ocultar lo que siento, lo que opino; a callar.
No me molesta, ya no.
Pero sí me duele, ¿cómo sacaré ahora todo lo que llevo dentro? ¿En quién podré confiar?
No se puede sacar todo lo que llevamos dentro.
Nuestra memoria no da para tanto, sin embargo el dolor se queda ahí, sin ningún tipo de permiso o recuerdo concreto.
¿Por qué? ¿Por qué no se va junto a los recuerdos?
¿Y la gente? ¿Qué me decís de la gente?
¿Cómo confiar en ellos, si todos llevan grabado esa odiosa palabra en los ojos?
No se puede confiar en nadie.
A la mínima que abras tu corazón lo romperán, en mil pedazos, sin ningún tipo de piedad. Da igual quién seas, da igual tu nombre, da igual lo que signifiques o significases para ellos, pues, siempre acabarás en su pequeño mundo de mentiras, creyendo que lo que dicen es verdad, creyendo que te quieren, creyendo que eres importante. Pero no.
Lo que realmente da miedo de la vida, no es lo que te puedas encontrar fuera de tu zona de confort, si no las personas que te rodean.
Ten cuidado.
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¿Cuál es tu historia?
Kısa HikayeAquí podrás encontrar pequeños relatos, en su mayoría algo tristes. -Pediría que la gente que va a criticarme por escribir cosas que no son de su agrado, se abstengan, pues estas historias son para desahogarme, y para aquella gente que se sienta cóm...
