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Tyler llegaba tarde.

La noche anterior, ni bien había llegado a su departamento, se tiro en la cama a dormir. Y hoy en la mañana no había escuchado su alarma y tenía media hora de retraso.

Se maldecía. Encima que el alfa se había ofrecido a ayudarlo, el llegaba tarde. Cuando entro al lugar, las empleadas estaban limpiando. Por lo tanto fue directamente hacia la parte del gimnasio.

Josh se encontraba de espaldas a el, metiendo algo en unos casilleros. Tyler sabía que Josh se dio cuenta de que ya estaba ahí, pero aprovecho para admirar los brazos y hombros desnudos del alfa. El teñido llevaba una musculosa negra, ancha, que dejaba a la vista la piel de sus costados.

—Son las nueve y media—murmura Josh, girando de repente.

El omega se sonroja, sintiéndose atrapado. Cómo si estuviera haciendo algo malo y Josh lo había pillado.

—Lo siento, me dormí—responde Tyler y camina hacia el, inseguro.

Josh sonríe de lado—Está bien, aproveche para ordenar varias cosas aquí.

Mantienen la mirada uno sobre el otro. Tyler esperaba alguna indicación más. Pero la mirada del alfa lo intimidaba más de la cuenta y lo ponía nervioso, como si estuviera desnudo delante de él.

—Vamos al ring—dice el teñido, señalando a su derecha—No te pongas los guantes.

Tyler frunce el ceño al escucharlo y Josh comienza a acercarse al ring.

—¿Por qué?—pregunta el omega, dudando si quitarse la mochila o no.

El alfa gira a mirarlo—No los necesitarás todavía.

El omega no entendía.

—¿No me enseñarás a pelear?—cuestiona Tyler.

Josh ríe—Lo haré cuando tengas fuerza para golpear. Ahora ejercitarás.

—No puedo, solamente tengo un mes para recaudar $10.000 si quiero seguir peleando aquí—responde el omega, suspirando.

El alfa queda en silencio, analizando. Tyler sabía que era verdad. No tenía la suficiente fuerza, porque era un omega.

—Una hora de ejercicios y el resto serán los golpes—decide Josh, acercándose a el.

Tyler lo mira acercarse.

—Vamos a correr—anuncia Josh, pasando por su lado y caminando hacia la salida.

El castaño suspira y evita quejarse. Porque recuerda que Josh estaba ayudándolo con buena voluntad.

—O bueno, tu correrás—ríe Josh a unos metros de el.

El alfa le ordenó correr al rededor de un parque más cercano una hora. Josh quedo sentado en una banca, admirando y coqueteando a varias omegas que pasaban por ahí.

Tyler sólo rodó los ojos ante eso. El alfa se veía muy idiota, a pesar de que lograba que las omegas respondieran a sus cortejos. Le molestaba pero no tenía porqué. Recién se conocían.

No estaba celoso. No podía. Josh ni si quiera era su amigo, y mucho menos su tipo de alfa. Lo había conocido ayer.

Luego de una hora. Se acercó a la banca donde estaba el alfa y se sentó, esperando a que su respiración se calmara.

—Ten—dice Josh, tendiéndole una botella de agua—Recuperate, tenemos que volver al ring.

Tyler suspira mientras Josh le sonreía. El alfa se acerca a el, invadiendo su espacio personal. El castaño no tiene tiempo ni de pensar, porque el rostro del alfa estaba sólo a centímetros del suyo.

—Me sorprendes, vas a un buen ritmo para ser un omega—susurra Josh, mezclando su respiración con la de Tyler.

El omega rápidamente se aleja—Gracias, mejor vamos ya al ring.

Josh ríe al verlo alejarse, sabiendo que le ponía nervioso al omega. Lo mira caminar apresuradamente, buscando alejarse aún más de el.

¿En qué se había metido?.

Tyler fue el primero en llegar al club. Bolatti se encontraba en una de las mesas, hablando con un hombre. Ambos giraron a verlo y sonrieron.

El omega se estremece y siente la presencia del alfa tras su espalda. Suspira y sigue caminando, ignorando aquellas miradas que lo molestaban tanto.

—Haces bien en estar lejos del Bolatti—murmura Josh, cuando ambos están solos en el ring.

—Lo odio—se queja Tyler, cruzándose de brazos.

El teñido ríe—¿Lo odias? ¿O odias que los alfas te miren?.

El castaño duda antes de contestar, bajo la mirada de Josh. El mayor le sonreía y por alguna razón, le transmitía confianza y... algo más.

—No, no todos los alfas—responde Tyler, mordiendo su labio inferior.

Josh se sorprende y se aleja para tomar sus guantes. Debían comenzar.

***

—¡¿Qué te paso en la cara?!

Fue lo primero que había dicho la niña al día siguiente, cuando su hermano entró a la habitación.

Tyler suspira y hace una mueca. Desde siempre, no le gustaba mentirle a su hermana. No había secreto entre ellos y menos mentiras. Pero por ahora, quería evitar contar su "nuevo trabajo".

—Mi amigo y yo tuvimos un problema, nada nuevo—contesta Tyler, suspirando.

Grecia ríe—¿Amigos? Tu no tienes amigos.

El omega se ofende—¡Sí tengo! ¿Quién te dijo que no?.

—Es que no sales mucho—responde la niña encogiéndose de hombros.

—Que no salga no quiere decir que no tenga amigos—murmura el castaño—Además ya conseguí un trabajo nuevo, como mesero.

—¡Que bueno, Ty!—exclama la niña, feliz—Seguro ahí haces amigos.

El omega solo ríe y cambia de tema porque no era muy bueno mintiendo. Y las mentiras recién empezaban.

the bronx ; joshler  [omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora