Si no fueras así

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De vuelta estoy aprisionado en este presidio al que al parecer haga lo que haga, estoy condenado a volver...  Ni siquiera podré llegar a desatarme de estas cadenas que me atan a este lugar. Si bien no fuera por haber intentado ... A decir verdad, si no hubiera nacido en esta familia, si tan solo le hubiera hecho caso a madre, nada de esto hubiera pasado.

  Seguro que ella hubiera querido que dijese esas palabras, pero me reuso, me abstengo, me niego a que me separe de la verdad de nuestra familia y de ella quien al parecer no la conozco, no se quien es, no la he visto, no en forma human al menos, solo siento que ha estado a mi lado siempre, desde que tengo memoria...  Es mas como una presencia,  por la que mis padres me aislaron e intentaron que la olvidase.

-Nunca podría... Tu no me dejaste en ningún instante, no me abandonaste, tu presencia siempre estaba ahí cuando te necesitaba, hasta cuando era un tonto e ingenuo que te odiaba y quería que desaparecieras, pero yo no te pienso abandonar. - dijo con un tono un tanto melancólico y revelador, susurrando al mismo tiempo.

-No me desataré de este vinculo el cual nos une y es más fuerte de lo que puedas imaginar, en absoluto, jamás me iré de tu costado. - susurro sus hermosas palabras al oído de Marcos.

Sorprendido de que le dijera sus primeras palabras en diecisiete años, de poder haber oído su suave y delicada voz.

- Ah... Se que no lo harás, al igual que no lo has hecho hasta ahora, a pesar de haberte dicho tantas cosas...-no me dejó terminar la frase.

- No me importa, no me moveré de tu lado. Jamás, ni aún que quieras.

- Es raro escuchar tu voz tan cálida y suave, y a su vez sentir que, tu, eres tan fría y distante cuando en realidad estás, enfrente de mi...

Estaba delante de el, pero a pesar de ello, solo podía llegar a percibir una sombra oscura que levitaba en frente suyo, no se llegaba a  ver  rostro alguno.

- Am...  ¿Como, debería llamarte? no creo que quieras que te llame "presencia". - cada vez se ponía algo mas nervioso- La verdad, es que me alegra por fin hablar contigo, pero ¿Por qué después de tanto tiempo? No me habías dicho ni una sola palabra todos estos años..

- Eso no es cierto. Tenías ocho, me acerqué a ti una noche mientras estabas apunto de dormirte, y te susurré al oído "SERIA BUENO QUE AQUELLO QUE INTENTAS PROTEGER, NO SEA LO QUE TE LASTIME" pero supongo que no te acuerdas, es natural, eras muy pequeño por aquel entonces.

Miró al suelo intentando recordarlo.

- Olvídalo. - era como si pudiera leer su mente a través de sus ojos. - Nombre que resonó en mi cabeza cuando el nació y nos vinculamos. Supongo que podría decírselo. Mi nombre humano, Sara, así puedes llamarme.

Salió una sonrisa de su boca.

- Sara, me gusta ese nombre. Conque así es como te llamas.

- No, pero ese es mi nombre mortal, por el cual me puedes llamar.

- Entonces, ¿Cual es tu verdadero nombre?- pregunto algo curioso.

- Tiempo al tiempo, que todo llega en su debido momento- se acercó mas a el.- Pero no le digas mi nombre a nadie. Prométemelo Marcos, sería peligroso, no te pongas en peligro por nada, por favor  - dijo susurrando la última palabra.

-Si tranquila, te lo prometo. Jamás te pondría en peligro...

Se quedaron mirando el uno a otro, hasta que se escucharon pasos a lo lejos.

  Los dos mirando a la puerta se quedaron escuchando la lave entrar en la cerradura. Abriendo la puerta se encontraron a alguien que la atención no debía de ser captada.

La verdad oculta en el interiorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora