La Maldad Del Shinigami (Bleach/Editado) ©[✓]

Cap.6: "Ideales..."

"Y a pesar de todo, ¿Seguirás siendo capaz de apretar el gatillo...?"

-S.A.O

***

Después de que Ichigo terminará de contarle a Nell aquella tragedia de la que se sentía aún culpable, no pudo contener por más tiempo las lágrimas que comenzaban a brotar de sus ojos; no entendía por que aun dolía tanto, ¿Era por la traición de sus excompañeros?, ¿Por haber perdido a Zangetsu?, ¿Por qué su familia no lo apoyo?, ¿Por Rukia?, quería entender por que las lágrimas salían sin su permiso, debía odiarlos, debía llenarse de ira, de resentimiento y aún así ahí estaba con el alma quebrada, con la impotencia de haber fallado como héroe, como amigo, como hijo, como Shinigami, aquel pensamiento lo hizo sentirse débil, sin la suficiente fuerza para dejar ser arrastrado en la oscuridad y en la ansiedad de esa extraña soledad de no tener a nadie quien lo apoyará, alguien que le dijera que "todo iba a estar bien".

Nell al ver a su mejor amigo tan destruido, tan frágil y desolado no pudo contenerse, se acercó tratando abrazarlo con sus pequeñas manos, el exshinigami sintió como su pequeña amiga trataba de consolarlo y con sus grandes manos tomo a la pequeña Aarancar y se aferró a ella tratando de buscar algo de consuelo en ese atormentado lugar de bestias en dónde él se había convertido en parte de ellas.

-Tranquilo Itsugo yo voy a protegerte, tu me ayudaste ahora es mi turno de hacerlo - murmuró mientras acariciaba las hebreas del cabello de su amigo -No dejaré que te hagan daño esos Shinigamis- declaro con fuerza y furia la pequeña peliverde

-Gracias Nell... - contesto el pelinaranja con una pequeña sonrisa acurrucandose al lado de la Arrancar.

Sin que Ichigo o Nell se dieran cuenta en una de las enormes torres de las Noches se encontraban entre las sombras dos misteriosos sujetos que veían de una manera espeluznante aquella enternecida escena entre viejas amigas.

-Parece que hasta la oscuridad puede ablandar el corazón más puro... - dijo aquel hombre de ojos rasgados y sonrisa escalofriante.

-No es necesario tener una buena vista para ver que Aizen-sama lo ha sumergido en las tinieblas de la oscuridad... -

Una risilla escalofriante hizo eco en la gran torre -será divertido ver desde cerca hasta donde llega su potencial para vengarse de los Shinigamis- contesto el sujeto ensanchando aún más su sonrisa.

-Muestranos la oscuridad de tu corazón Kurosaki Ichigo... - proclamaron las dos sombras al unísono desapareciendo en la profundidad del castillo.

***

-¿Esta completamente segura que ese es el lugar donde él se encuentra, capitana Naku?- cuestionó el capitán general revisando nuevamente el informe que la azabache le había traído hace un par de minutos.

-Si mis fuentes me lo confirman- respondió la capitana aún arrodilla ante su maestro.

El capitán general Genriusay peinó sus largas barbas analizando detenidamente el informe, era un hallazgo sorprendente ni siquiera el famoso escuadrón de Soi fong pudo hallar rastros del traidor, el capitan tenía algunas dudas sobre como Naku supo que estaría ahí, pero esa era una de sus muchas habilidades y de ante mano el viejo hombre sabía que Naku era una mujer que podía hacer cualquier cosa para obtener lo que desea, así que hace mucho dejo de cuestionar sus métodos.

Ahora que sabían la ubicación no había vuelta atrás Ichigo era un fugitivo y un peligro para la Sociedad de Almas y él como gran capitán general tenía el deber de hacer lo necesario para proteger al Sereitel y a su gente -Bien, Capitana Naku esta a cargo de esta misión de búsqueda y captura, escoja a los Shinigamis que la acompañaran-