Cap.4: " Disiplina..."

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"Tienes que morir un par de veces antes de que realmente puedas vivir."

-Charles Bukowski

***

Nuestro protagonista se encontraba en los jardines desérticos de Las Noches a su lado de una castaña que mal decía entre dientes, Ichigo observaba con detenimiento a esta misteriosa chica, su esbelta figura, sus ondulados cabellos y esos ojos azules que lo miraban con despreció, a pesar de esa actitud tan mal humorada y destructiva Ichigo se sentía tan intrigado por ella, cómo un acertijo sin resolver o uni pieza de arte invaluable.

Aquella chica se poso frente al Espada Cero y señalando con furia —¡Escúchame bien pedazo de imbécil!— rechisto.

Ante el insulto Ichigo salió de su ensoñación, frunciendo el ceño y cruzando sus brazos se inclinó un poco para quedar cara a cara con ella               —¿Pedazo de imbécil? Oye tengo nombre, soy Ichigo Kurosaki— dijo señalándose a si mismo —y si vamos a llevarnos por apodos creo que podría llamarte...—pensó en algo que pudiera hacer molestar a la castaña y con una sonrisa de autosuficiencia pronunció     —¡Chica Troglodita!— recordando aquella masacre del salón.

Miru al escuchar tan vergonzoso sobre nombre su cara se había tornado roja de ira y vergüenza, inflando ligeramente sus mejillas en señal de molestia, gesto que se le hizo tierno a Ichigo, mientras tanto la castaña estaba deseando descuartizarlo a él y al resto de los Espadas y enterrarlos tres metros bajo tierra por ser un dolor en el trasero, pero realmente no tenía tiempo, ni la paciencia para perderlo con idiotas como ellos.

Ichigo relajo su expresión al notar aquella mujer que parecía querer estrangularlo y con un suspiro se incorporo acomodando su cabellera naranja —Y a todo esto, ¿Quien eres?—

La castaña parpadeo desconcertada por la interrogante ¿Porqué alguien como él querría saber algo de ella? para después entre cerrar sus ojos con desconfianza y recelo, tratando de descifrar si aquella inocente pregunta tenía una razón más oscura, no confiaba en el hombre frente a ella y realmente no quería involucrarse más con las creaciones y en los oscuros planes del desgraciado de Aizen, pero ella era la razón de que ese idiota estuviera aquí en primer lugar, suspiro con pesadez, tal vez solo tal vez sintió que le debía una pequeña explicación.

Cerro sus ojos con fuerza y sus manos se aferraron a sus ropas provocando que sus nudillos se pusieran pálidos, odiaba recordar su origen, era repugnante recordar que estaba condenada por el simple hecho de ser quien era en ese mundo—Mi nombre es Sousken Miru...— dijo soltando un jadeó de disgusto bajando poco a poco la cabeza y ensombreciendo la mirada.

El pelinaranja dejo a su cerebro procesando la información "Sousken..." Ese apellido resonaba en alguna parte de su mente —¡Souske Aizen!— grito alterado—¡¿Qué relación tiene un tipo como él contigo?!— dijo señalando a la chica frente a él, cómo si aquello fuera algo de lo más bizarro.

Ichigo observo el pequeño cuerpo de la chica encogerse con rabia, nostalgia y dolor; él entendía esa ansiedad creciente en cada célula de su cuerpo cuando tú mente recordaba algo que con todas tus fuerzas te habías impuesto a olvidar, el Kurosaki relajo su expresión de sopresa y por un momento se planteo en querer abrazar y acariciar aquel cuerpo pequeño que se aferraba con tanta fuerza a si misma como si con ello evitará desmoronarse en pedazos, pero antes de que Ichigo pudiera hacer algo, la castaña se calmo y suspiró, regresando a su expresión de pocos amigos, mencionó sin importancia —Es simple él es mi... Mi padre...—la pequeña castaña se encogió de hombros tratando de aparentar que aquello no era un tema importante, pero claro que eso le afectaba más de lo que ella quería creer.

 La Maldad Del Shinigami (Bleach/Editado) ©[✓] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora