Flowers

Capítulo 3

-Lo que haces es realmente...fantástico -Dijo Camelia tomando un poco de té. -La forma en la que tratas a las flores es hermosa.

Sonreí avergonzada poniendo una mano en la parte trasera de mi cuello -Solo hago lo que me gusta...no creo que sea algo tan impresionante -Carraspeé -quiero decir; solo soy una florista más.

-¿Qué? ¿Cómo puedes decir eso? -Exclamó alzando una ceja - Ahí radica el propósito de la vida...cuando haces lo que te gusta, mientras lo hagas con determinación y amor...eres feliz y en tu caso; haces algo más hermoso. -Se inclinó en la silla hacia mi -Haces felices a otras personas, gracias a tu trabajo puedes hacerle llegar mensajes a la gente.

-Gracias...aunque es una lástima que no todas las personas sepan el lenguaje de las flores -Miré hacia el suelo; seria.

-Bueno, puede ser...pero no hay que generalizar -dijo alegre -no todas las personas desconocen ese idioma.

"Es una pena que no puedas entender mis estúpidos mensajes, Camelia". Pensé tristemente con un pequeño nudo que se había formado en mi garganta.

-¿Te has enamorado alguna vez? -Pregunté mirándola mientras jugaba con mis dedos.

Tardó unos segundos en responder con expresión tranquila. -Sí, por supuesto. -se recargó en el respaldo de la silla, cruzando las piernas.

-¿Te han herido? Disculpa...no debería preguntar esto -reí nerviosa negando.

-No, está bien, está bien -sonrió -es interesante conocernos más a fondo. Sí, me han herido y debido a ello he aprendido lecciones que me han servido para no cometer nuevamente los mismos errores -pausó - pero no es como si estuviera en contra del amor...al contrario, me encanta disfrutar del amor.

Asentí a su respuesta, apartando la mirada de sus ojos -¿Y..ahora mismo tienes a alguien que te guste o de quien estés enamorada? -Me tragué el nudo que había en mi garganta.

-Podría decirse que...sí -rió divertida y yo solo sonreí incómodamente por su aclaración. Sentí una puñalada en mi pecho, como si hubiesen arrancado de tajo todas las falsas ilusiones que me hacía con Camelia. -Pero no sé si esa persona tenga a alguien más...ya sabes. Es una persona que me resulta interesante, me agrada su forma de ser, de hablar y lo que hace.

-Ya...-Me sentía más estúpida de lo que ya era.

-¿Qué hay de ti? -Preguntó acomodando su cabello que lucía más claro a causa de la luz del sol que se filtraba por la ventana.

-Ehh...sí, también hay alguien que me gusta. Pero sé que nunca voy a poder estar con esa persona. -Sonreí triste. -No comprende mis mensajes.

-Tal vez deberías ser más insistente...o más clara.

-Creo que debería seguir como estoy -Carraspeé y me levanté tomando la taza que sostenía entre mis manos. Me dirigí hacia la cocina y suspiré pesadamente.

Las lágrimas se estaban acumulando en mis ojos, pero rápidamente tomé papel y los limpié con cuidado.

Camelia estaba recargada en el marco de la puerta y de brazos cruzados mirándome.

-Hey...-Sonreí al verla. Hiciera lo que hiciera yo seguía amándola en secreto y me resultaba imposible sacarme ese sentimiento del corazón.

-¿Qué flores tienes para mi hoy? -preguntó con el carisma que la caracterizaba.

-Bueno...si vamos a la florería te lo mostraré.

Saqué con cuidado las margaritas blancas y rosas y las envolví en papel.

-¡Margaritas!- exclamé sonriente hacia Camelia.

-¡Son lindísimas! Gracias por hacer siempre un excelente trabajo.

Las compró gustosa y las tomó.

Entonces recordé que algo hacía falta. -Espera espera...pondré mimosas amarillas también- corrí al estante donde se encontraban y tomé algunas para después agregarlas al arreglo y acomodarlo nuevamente.

-Ya está.

-Entonces debo irme, ha sido un gusto como siempre el poder pasar tiempo contigo.

-Al contrario -reí un poco -es un honor contar con tu presencia -dije en tono de burla y ambas reímos.

-Está bien, hasta luego. -estiró su mano para estrechar la mía y así lo hizo. Y después escuché la campana de la puerta sonar.

Otra vez veía su silueta alejarse y sentía mi corazón apaciguarse porque se había ido.

Camelia en multimedia (rima lol)