Solo Soy Su Objeto Sexual♡ Justin Bieber ♡

Cap.44

Holaaaaa! Regese xD Bueno pues este cap. va dedicado a estas hermosuras.... mcorrea20, crazyforswag, LizaMinaya, fidelitha, shary_ok, PaulaRamos474, smcdown, renata58, FLORBR, Yadhirabeatriz, CarolinaLecaros, josefa_belieber, Anahybelen, vale-horan12, GenesisAngeli, Karinavallejos4.... Gracias por leer la nove! las mega adoro.

Las que me faltaron me lo dicen para el proximo cap....Espero que les gueste :D.

-------------------------------------------

Trato de controlar la respiración que hace unos segundos era de placer. Siento que mi cuerpo deja de obedecerle a mi cerebro y agradezco encontrarme sentada en la cama porque de lo contrario ya hubiera caído al piso. ¿Qué hace aquí? 

– ¡¿NO PIENSAS CONTESTARME?! –me grita y yo solo lo observo paralizada. 

Oh por Dios.

¿Qué le digo? ¿Cómo reaccionar a esto? 

Mi corazón late rápidamente y, un momento… 

¿Dónde está Dante?

Mi cuerpo por fin reacciona y veo alrededor de la habitación para encontrar a Dante levantándose del piso. ¡Justin lo aventó! Oh, maldito bastardo.

– Dante… ¿Estas bien? –lo cuestionó preocupada y comienza a levantarme de la cama para ayudarlo. Justin me lo impide.

– Está bien, por ahora –me contesta Justin y yo lo veo directamente a la cara. Ahora si estoy enojada.

– ¿Qué te sucede? –Lo empujo y camino hacía Dante, quien ya está de pie– ¿Estas bien? –le cuestionó de nuevo esperando a que Justin no vuelva a contestar por él.

– Estoy bien __(tn)__, no te preocupes –me tranquiliza él y me sonríe. ¿Qué acaso la situación no lo inmuta?

Lo miro por un momento esperando algún signo de dolor o coraje pero no los hay. Solo esa estúpida sonrisa engreída en su rostro. ¿Por qué sonríe? Volteo hacía Justin quien está más rojo que nunca y parece cuestión de tiempo para que explote.

– ¿Justin, eh? –pregunta Dante levantando una ceja hacía Justin y tomándome de la cintura. 

¿Qué está haciendo? ¿No se da cuenta de lo que eso provoca? 

Trato de alejarme de él pero me pega más.

Justin lo mira y comienza a respirar cada vez más normal. Al parecer dándose cuenta de lo que Dante quiere lograr y conociéndolo, sé qué hará hasta lo imposible por impedírselo. 

– Sí, y obviamente tu eres Dante –contesta Justin mirándolo con odio– ___(tn)___ me ha hablado mucho de ti.

¿Qué? 

– Lo imagino, es una pequeña traviesa –contesta él y me muerde la oreja. Tiemblo.

Justin lo mira indescifrable. 

– ¿Desde hace cuánto la conoces Dante? ¿Uno o dos días? –le pregunta Justin– Porque yo la conozco de más tiempo, mucho más tiempo y sé a lo que te refieres. Es muy caliente en la cama –dice Justin y yo me sonrojo– y en el sillón, el piso, el asiento del choche, la cocina… pf, en todas partes –POR DIOS. 

Dante se tensa por un momento. Lo comprendo.

– Justin cállate –le advierto pero él ni siquiera voltea a verme, no despega su vista de Dante.

– Dime… ¿no te hablo de mí? 

– No, en realidad no –contesta Dante encogiéndose de hombros para restarle importancia– No sería lo más conveniente decirte porque no tenemos tiempo para hablar pero tú ya lo sabes y entiendes a lo que me refiero, prefiero tener ese tiempo para otras cosas –arrastra la palabra “cosas”.

A LA MIERDA, YA SOY MÁS QUE UNA PUTA ANTES LOS OJOS DE JUSTIN.

– ¿Y Kevin? ¿Ni siquiera te hablo de Kevin? –le pregunta Justin y el agarre de Dante se afloja. Sé que se pregunta quien es Kevin.

– Justin, si no te importa, estábamos ocupados –le digo tratando de que me vea a los ojos y lo hace. 

– No pienses ni por un segundo que voy a dejar que sigan en lo que estaban cuando llegue –me dice mirándome fríamente y vuelve de nuevo hacía Dante– Bueno ya que no lo hizo, lo haré yo –dice.

Oh no, no, no. 

Volteo rápidamente mi cabeza hacía Dante para indicarle que se vaya y vuelva después pero el tampoco me mira. Quiere saber quién es Kevin, quiere escuchar la versión de Justin pero yo no quiero que lo haga. 

– Justin si no te vas, te lo advierto, puedo gritarle a mamá y…

– Tu mamá no está ahora, no te molestes –contesta sin verme aun. Me duele que no me vea cuando habla, que sus palabras sean tan duras y frías pero sé que es lo mejor. 

– ¿Dónde está mamá? –le preguntó para cambiar de tema.

Me ignora.

– ¿Sabes cuánto tiempo he estado enamorado de ella? –Le cuestiona Justin a Dante y el suelta totalmente su agarre de mi cintura– Claro que no, porque ni siquiera yo lo sé, con el paso de los años he perdido la noción del tiempo –mi cuerpo se tensa aún más. – Pero bueno, yo soy el que menos importa aquí, siempre ha sido así –dice y mi corazón comienza a latir tan fuerte como es posible, siento que se parara en cualquier momento– Un niño enamorado de su vecina desde la infancia, viéndola crecer y creciendo con ella. Un niño que se convierte en adolescente y ve como la joven que le gusta comienza a tener más y más amigos y ninguno es él. 

<< No lo hagas Bieber, por favor >>, ruego con la mirada y por fin voltea a verme y sigue hablando.

– Y decide convertirse en todo lo que ella busca, solo para terminar como uno de los chicos a los que todo mundo quiere en su corazón y en su cama, todas menos ella. No tienes idea de lo que se siente –le dice Justin y Dante solo lo observa, ahora sin aquella sonrisa de chico engreído– Y después ella le dirige la palabra y él vuelve a sentir esperanza, esperanza que se convierte en anhelo porque ella decide dejar a su novio y estar contigo, y piensas que te ama, realmente lo crees –su respiración se entrecorta y las lágrimas amenazan con rodar por mi rostro– Entonces ella desaparece de tu vida y no solo eso, ella decide odiarte, entonces te preguntas si realmente siempre lo hizo, si cuando estaba contigo solo se reía dentro de sí.

No resisto más. Una lágrima cae de mis ojos. 

¿Pero de qué habla? ¡Él me engaño todo este tiempo! ¿Por qué sigue fingiendo? 

Dante me mira y yo se suplicó con la mirada. Seguro le doy lástima.

– Ahora estoy aquí ___(tn)___ y después de ver todo esto estoy decidido a dejarte para siempre si eso es lo que tu deseas, pero por favor toma en cuenta que lo que decidas en este momento nos afectara a ambos, o tal vez solo a mí, pero será definitivo –dice Justin con un sollozo. 

– ¿De qué hablas? –lo cuestionó y mi voz se quiebra. 

– De que seamos sinceros. Yo lo he sido contigo.

Respiro hondo y cuento hasta tres.

– Disculpa pero aun no entiendo –le digo.

– Necesito que me digas la razón por la que te fuiste así de mi casa, de mi vida –dice– y quiero la verdadera razón. No tratare de justificarme por nada. Y después de eso quiero que me digas si esto es el final, porque si lo es desaparezco de tu vida, lo prometo – ahora sus ojos están rojos y vidriosos. ¿Qué está haciendo, en serio?

– ¿Y si no quiero darte la razón? –lo cuestionó evasiva.

– Entonces solo dame la respuesta. ¿Esto es el final? –cuestiona y puedo ver cómo le duele preguntar aquello. O al menos, como finge que lo hace.

Respiro hondo y suelto un sollozo. ¡Contrólate! 

Y es aquí donde lo pierdo o lo recupero. 

Esta es mi oportunidad de escuchar su justificación, de perdonarlo y pedirle perdón por mi comportamiento cruel hacía él. Esta es mi oportunidad, nuestra oportunidad.

Respiro hondo de nuevo.

– Sí Justin, este es el final.