O S C U R I D A D

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—¡Hide!... Me podrías repetir ¿Qué hago aquí?— pregunto Kaneki un poco frustrado porque no entendía nada de lo que le había explicado antes el rubio.

—¡Si te lo digo no me creerías!, solo espera a al menos llegar al callejón— lo tomo de la muñeca dirigiéndose a paso rápido al lugar ya dicho.

Llegaron, el callejón estaba completamente solo, no había ni un alma cerca de allí, y gracias a que la noche estaba llegando, este se estaba poniendo tan oscuro que nadie podría divisar sus siluetas si el momento llegase a perder el control.

Aunque Kaneki no pudiera ver muy bien, observo como el rubio se empezó a desabotonar lentamente la camisa que traía puesta, sintió como un escalofrío cálido lo recorrió de cuerpo entero, su piel hervía y mucho más su rostro, en el cual ya estaba por seguro que se le había posado un color carmesí -que detestaba- en las mejillas. El contrario aun ni notaba como hacia sentir a su acompañante, simplemente estaba emocionado por lo que le mostraría. Con una sonrisa se libero de la camiseta que le tenia cautivo -e incomodaba-; Se dio la vuelta, dejando su espalda al frente del peliblanco, mostrando unas bellas alas de ángel, delicadas por donde miraras, con una espléndida cantidad de plumas y un color más blanco que la nieve pura.

—¡Mira!,¡Mira!,¡Kaneki crecieron!— Le exclamó, este solo se quedo embobado mirando las hermosas alas que tenía su amigo con aire de nostalgia, el también había tenido unas, pero le fueron arrebatadas...

—Si... Son hermosas— paso cuidadosamente su mano por una de las alas, arreglando unas cuantas plumas que se encontraban desaliñadas entre las demás.

Su tacto era frío, distante de la piel, y su mirada, vacía. Ante los ojos de Hide,lo que reflejaban las facciones de el peliblanco se asemejaba a las de un muerto en vida; solo estaba triste, no sabia la razón, nuca se lo había mencionado, pero presentía que seria algo grave, pues las sonrisas que le dedicaba el peliblanco -antes pelinegro- fueron disminuyendo exponencialmente desde ese día, y las que aun seguían presentes, en su mayoría solían ser forzadas. Muy triste porque el amaba esas sonrisas.

—Kaneki...— se giro encarandolo, tomando la mano que antes estaba sobre sus alas y no se sorprendió de que en efecto, estaba fría.

—Dime— con un poco de valentía, conecto su mirada con la de el rubio, provocando que el color carmesí de sus mejillas se tornase más fuerte, notandose por las luz de luna llena que ahora les iluminaba un poco en aquel callejón.

El rostro de Kaneki se veía cual porcelana bajo los rayos de luz que les proporcionaba la luna, e Hide creyó que no había algo más perfecto en esos momentos; ¿por que sentía algo así? No lo sabía, tal vez ni el mismo Dios al que trabaja sabia porque tenia esos sentimientos por su mejor amigo; una risa amenazo con salir de sus labios al pensar que de seguro Kamisama lo asesinaría al enterarse de que tenia esa clase de cariño hacía Kaneki, pero en esos momentos le daba igual, siempre fue el modelo a seguir, el que estaba para todos, el que nunca rompía las reglas, y solo aunque fuese solo esa noche, quería ser libre al fin, hacer lo que quería sin preocuparse de que sería de el.

—Quiero ver tus alas— dijo, pareciendo más una orden que deseo. Tenía tanto tiempo sin apreciar las fascinantes alas de Kaneki que aveces llegaba a pensar que las había perdido.

—No puedo Hide— excuso. No quería que lo viese así, tan detestable y desagradable, una escoria para cualquier ángel o persona de bien; tenia miedo, mucho miedo, tenía terror a que si le veía así lo dejara igual que los demás, o que en el peor de los casos, cumpliera su trabajo y le contase a Kamisama.

—Por favor, Kaneki... Prometo no decir nada, no me importa que cosa tan mala les hayas hecho, ni aunque Kamisama o alguien más me amenace para hablar después de esto, solo quiero verles de nuevo... Vamos ¿Confías en mi?— con tan solo esas palabras logro desatar todo en el peliblanco, reanimando la llama que se creía que ya habría perecido, inundándolo de recuerdos de lo que había sido capaz de hacer por él, de lo que aun era capaz de hacer.

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⏰ Última actualización: Jun 05, 2018 ⏰

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