El temible Karamatsu Rex

Epilogo

Hola mis amados lectores estoy de vuelta por una sopresaaaa!!! Verán, sentía que algo le faltaba a esta historia para terminar con dignidad así que aquí esta esté pequeñito extra.

Como siempre los invito a leer mis demás trabajos, y a comentar siendo respetuosos.

Disfrútenlo

YYY

Un par de horas del final definitivo de la historia, durante el festejo de los Matsus como despedida a Kara rex.

Karamatsu se estaba sentado tomando sake rodeado de sus hermanos, incluso Ichimatsu algo borracho ya, intentaba darle alimentos.

Hoy todos eran Karamatsu boys, por última vez. Una ocasión emotiva para todos.

─Oye, Karamatsu-niisan.

Llamó su atención Todomatsu.

─ ¿Qué pasa brother?

─ ¿Podrías hacerme un favor?

Dijo poniendo una expresión tan adorable que el mayor se sintió nervioso.

─ Claro brother, lo que sea.

─Ruge.

O no, eso de nuevo no.

─ ¿Eh?

─Así es, quiero que rugas como un dinosaurio grande y malo que quiere comerte. Anda niisan una última vez.

Al mayor se le subieron los colores a la cara.

─ ¿Q-que? P-pero ¿estás hablando en serio? Eso ya lo hice...

─Por favor

Pidió el menor juntando las manos poniendo expresión de cachorrito abandonado, el mayor sabía que era vilmente manipulado, pero no se podía resistir.

─Ok brother, lo que sea por ti, pero esta es la última ahora si ¿Ok?

Al menor se le iluminaron los ojos y eso era más que suficiente para el mayor.

Súper concentrado, con las mejillas sonrosadas ligeramente por el alcohol, separo ambas piernas plantándolas firmemente en el piso, marco un poco más el siempre intenso ángulo de sus cejas, y subió sus brazos encima de su cabeza, y alzándolos desde sus rodillas hasta llegar lo más arriba que podía.

─ ¡GRRRRRRRR! ¡Ténganle miedo al temible Karamatsu Rex! ¡GRRRRRRRRRR!

Mientras rugía movía su cabeza, y sus "patitas" incluso movió un poco sus garritas para verse "aterrador"

Aquello fue suficiente.

A todos los presentes se les salió el corazón por la garganta.

─ ¡K-kawaii!

Gritaron sus hermanos cuando todos se le lanzaron encima aplastarlo en un enorme abrazo. Kara pensó que aquello pudo salir peor con él saliendo volando como la primera vez, sin embargo, aunque el peso le incomodaba, era reconfortante estar en el medio de esa prisión de abrazos, que olía a licor y era calurosa.

Pero sobretodo, llena de amor fraternal.

Luego de un rato así, finalmente pudo escapar de esta sesión de apapachos antes de despedir al dulce trajecito con mucho agradecimiento en su corazón.

YYY

Hemos llegado al final. Ahora sí que lo sentí más completo, definitivamente así quedo mucho mejor. Bueno de verdad esto será lo último que leeremos del chico dino y sus aventuras. Muchas gracias por todo este tiempo. Ojala les haya gustado. Gracias de todo corazón por seguir la historia. Nos leemos en mis demás trabajos. ¡Shao!