Capitulo 11||Yaoi||

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Narra: Aaron
Estaba confuso, no sabía porque le había besado, pero si que me encantó. Me he pasado toda la noche pensando en eso, no he dormido nada, y por fin a las 9:00 conseguí dormirme. Por lo que me desperté a las cinco de la tarde, no quería afrontar lo que había pasado, por lo que no salí, pero tampoco fue necesario porque entro el. Oí sus nudillos golpear la puerta y abrir lentamente, como si fuese un espía secreto. Yo gire la cabeza y lo mire.
- Eh... Lo siento- dice al ver que estaba durmiendo. Me levante y quede sentado con la sabana hasta mi cadera.
- No... no pasa nada- me pasó la mano por el pelo confuso y espero hasta que me diga porque entró.
-Era por si querías comer algo que no has salido en todo el día... Si es mi culpa... o quieres hablar de algo, me lo puedes decir- Su nerviosismo era notorio.
-Nos besamos- Digo y a el se le tiñeron las mejillas violentamente.
- Que directo eres hijo mío- yo reí y el correspondió nervioso.
- Querías que te digiera un texto de la Biblia de como me sentía y como me gustó el beso, pues yo te lo digo, no sabes besar- yo me río y el frunce el ceño.
- Serás pringado- cruza los brazos.
- Pero sé que ningún beso con experiencia, sería mejor que el nuestro.- El se rió y se sentó al lado mío.
- ¿Y ahora que?- el hace un movimiento de hombros.
-Nos lo pensamos y hablamos por la noche?- yo asiento. El se va de mi cuarto y yo decido ir al gimnasio aunque sea tarde. En el gimnasio me quede pensando todo, todo lo que había pasado. Hasta llegar a una conclusión. Llegue bastante tarde y cuando entre estaba Zac sentado en el sofá.
-Oye- yo le miro y dejo la mochila.
-¿Que?- Me siento al lado.
-Lo has pensado?- yo asiento y le miro.
-¿Y?- un nudo se me forma en la garganta. Nos quedamos unos minutos en silencio. Zac se empieza a dar cuenta de que no es nada bueno por mi expresión.
- Creo que...- me cayo y el se queda confuso mirándome.
-Deberíamos olvidarlo- En cuanto pronuncie estas palabras me dio un pinchazo en el corazón. El se me queda mirando perplejo.
-¿Estas bromeando?-  Yo suspiro y niego con la cabeza, el se levanta del sillón y se me queda mirando.
-No quiero olvidarlo- No quería discutir con el, se que yo tampoco quería pero sería lo mejor para no perder una gran amistad.
-Pues yo lo voy a olvidar Zac, no quiero perder una gran amistad como está, tampoco quiero hacerte daño.- el me mira entre odio y tristeza. Su mirada me mataba, sentía un dolor en el pecho al ver sus ojos cristalizados... Trago saliva.
-Zac... - Ahora su mirada solo era odio, nunca me había mirado con esa cara. Me sentía fatal. El se va a su cuarto y yo salgo de casa, no creo que quisiese pasar la noche conmigo en el cuarto de al lado.
Esa noche... fue la noche en la que cometí uno de los errores que más me ha dolido, el que nos derrumbó por completo.

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