Cuando entramos en el despacho, me sorprendí: todos los 4 muros estaban cubiertos de fotos. Había en total unas 100 fotos en las que aparecía la misma persona todo el tiempo. Aunque el paisaje cambiaba, siempre era el mismo hombre de tal vez unos 80 años. Ninguna otra persona salía en estas fotos.
Los chicos parecieron darse cuenta de mi sorpresa, ya que me dijeron:
"No te preocupes, es muy normal. El señor Grace es un tanto especial, ya que además de haber viajado por todo el mundo, es bastante egocéntrico. Nunca le preguntes sobre su pasado, a menos que quieras quedarte encerrado en una sala durante 4 hora con un viejo que no para de hablar de él."
Sin embargo en este despacho lleno de fotos no había rastro de Director.
"Debe estar... ahí." Dice Clara.
"No me digas... que ahí es lo que pienso." Añade Theo algo preocupado.
"Es exactamente lo que piensas." Todos me miraron.
"El pobre se va a traumatizar."
Todos asienten. Me sentía muy incómodo, pero decidí no preguntar, ya que había preguntado ya suficiente por unos años.
Nos dirigimos entonces al famoso lugar que supuestamente "me traumatizaría de por vida". Durante el camino, Eeve me explico un poco mejor el funcionamiento de la escuela. Como por ejemplo que los profesores son Arias o familiares de estos, que se organizaban un torneo como si fuese un festival deportivo cada año, simplemente con los poderes, y que el único o grupo ganador tenía como premio una semana de vacaciones. Eso sonaba divertido, y como si me hubiese leído la mente, Eeve añade :
"Además tienes mucha suerte por qué has llegado unas pocas semanas antes de que empiece, ¿participarás? Nosotros, los del Consejo siempre participamos, así la gente se motiva al querer combatirnos, además de poder ganar una buena reputación." Parecía entusiasmada con verme participar por alguna razón que desconozco.
"Podría... Gracias por la oferta, me lo pensaré." No estaba seguro de si era buena idea que participase, además de ni siquiera saber de mi poder.
Un silencio se cierne en el grupo, uno algo incómodo. Por suerte ya habiamos llgado donde supuestamente el director estaba.
"Ah..." No sé qué decir ante lo que veo: un hombre de seguramente ochenta años con un speedo, gafas de sol, una camisa hawaiana, un coco con pajitas y palmeritas en su manos y con dos chicas al lado suyo haciéndole masajes en la espalda.
Vale, me habían dicho que era egocéntrico pero no esperaba nada de eso. Ya entiendo lo del trauma. Lo más raro era que además ya estaba oscureciendo y el ambiente era muy raro. No es exactamente la imagen que te haces de un abuelo a los ochenta por la noche.
Creo que Theo se da cuenta de mi asombro y entonces llama al director. "¡Señor Grace! Le traemos a alguien para que conozca."
Oh no, tenían que estar bromeando. ¿De verdad era él el director?
"Bieeen, ¡alguien nuevo~!" Se acerca a mi y me abraza con entusiasmo. No me extrañaría si me dijesen que en el coco que sujetaba hubiese algo de alcohol. "Hola chico, dime cómo te llamas."
"Raven Ross, señor Grace. Encantado." Sinceramente estaba hasta las narices de tanta presentación en un solo día.
De repente se pone serio y mira a Clara con una expresión que cuestionaba la autenticidad de mi respuesta. Ella le afirma su sorpresa de un movimiento de cabeza.
"Chico, me alegro de todo corazón de que te encuentres bien, ¿dónde has estado todos estos años?"
"Pues la verdad en el infierno, señor." Le respondo.
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The Arias
FantasyRaven Ross nunca tuvo una vida muy normal. Su infancia está llena de malos recuerdos. No recuerda nada de su padre y su madre lo abandonó en un convento a los tres sin que supiese la razón. Ahora con quince, asiste a un internado religioso dirigido...