"Nora, ya sé cuál es mi poder." Nora me mira con cara perdida.
"¿Qué?"
"Que ya cual es mi poder."
***
"¿Así que ya sabes tu poder?" Me pregunta Aaron.
"Efectivamente, me lo ha dicho y parece tener sentido. Lo raro es que tiene dos." Responde Nora.
Todos los del consejo de Barcelona y Japón se habían reunido en el despacho del consejo tras mi incidente, que por cierto ha causado muchas ventanas rotas.
"¿Tiene dos?" Una chica de pelirroja se adelanta. "¿Cómo puede ser?"
"La verdad no estoy seguro del porqué pero parece que están conectados. Según lo que hemos visto puedo mover cosas, eso hace que sea telequinesis... más o menos. Porque también afecta a los seres vivos, de allí el incidente el primer día. Luego está una cosa que le he explicado antes a Nora y que no os había dicho. Puedo oír vuestros pensamientos si me concentro, así que también tengo telepatía."
"¿Q-qué? ¿Es decir, que si pienso en algo ahora, lo conseguirías comprender?" Pregunta.
"Exacto, pero lo intenté antes con Nora y no funcionó. Creo que simplemente se desbloquea cuando estoy estresado, muy sorprendido o enfadado, por eso pude escuchar voces en mi cabeza durante el incidente de la directora y en la ceremonia del torneo."
"Puede que con el tiempo sepas utilizar este poder en cualquier ocasión. Posiblemente solo necesites entreno." Dice Blake.
"Buena idea. Como ya sabéis, el torneo es la semana que viene. Si te entrenas, tendrás menos posibilidades de perder, o en el peor de los casos, también disminuirá la mínima posibilidad de muerte." Añade Clara.
Eso espero. Ya he tenido bastantes problemas con este torneo.
"Te dejaremos un aula reservada donde podrás entrenarte. Si necesitas algo, estamos todos aqui, tanto nosotros como los de Japón," Theo y todos los demás me sonríen, "así que buena suerte."
Me da unas llaves.
"El aula se encuentra en el tercer piso."
Camino en el pasillo vacío del tercer piso. No hay nadie. Como no estamos en periodo de exámenes, y todos están emocionados por lo de la semana que viene, nadie piensa en estudiar.
En el piso hay dos tipos de salas: las de estudio, que son unas salas simples con un despacho y una silla, y el material necesario para estudiar, y las de entreno, que era a la que me dirigía.Finalmente llego, meto la llave en la cerradura y la abro con dificultad. Estoy impresionado. A parte de ser un aula bastante grande –algo que no me esperaba–, estaba muy bien equipada. Había maniquíes, dianas y todo el material para combate, además de también tener un rincón con una pequeña mesa para otras cosas.
Dejo mi mochila al lado y saco mi estuche. Me siento en la silla y suspiro. Hoy he tenido un día de la más horrendo, y lo último que quería era pensar en estos poderes que me habían traído tantos problemas. Pero tenía que hacerlo.Miro fijamente el estuche, imaginándome esta en los aires. Al menos esto es lo que creo que me imaginé con mi directora. Sin embargo nada. Ni se ha movido de un centímetro. Me relajo, me estiro y me vuelvo a concertar sobre este objeto. Segundos, minutos pasan, y sigo sin resultados. El estuche sigue igual.
***
Después de haber intentado con varios objetos, de diferentes formas y tamaños, decido abandonar con la telequinesis. Miro la hora: las 3h30. Habían pasado dos horas. Recojo mis cosas, preparado para volver a mi cuarto, cuando oigo llamar a la puerta.
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The Arias
ФэнтезиRaven Ross nunca tuvo una vida muy normal. Su infancia está llena de malos recuerdos. No recuerda nada de su padre y su madre lo abandonó en un convento a los tres sin que supiese la razón. Ahora con quince, asiste a un internado religioso dirigido...