—por favor, deja de torturarte, no seas masoquista.
—tae —llamó jin—. ya para, no hagas que me arrepienta de habértelo dicho.
—no te arrepientas —murmuró el castaño.
—¿podrías, por favor, hablarnos y no ignorarnos?
jungkook se encontraba sentado en el suelo, sus manos estaban en su rostro. taehyung se encontraba arriba de la cama, sentado en esta cabizbaja, sus piernas estaban pegadas a su cuello y sus brazos sobre sus rodillas. mientras seokjin se encontraba sentado en frente suyo, acariciando con su mano el brazo de taehyung.
—tae, no me gusta verte así... -jin murmuró—. dime qué hacer para que estés mejor...
—él... él dijo que le gustaban los hombres, dijo que le gustaba yo —taehyung musitó—. ¿entonces por qué está con una chica?
la voz del castaño se oía rota, completamente ida.
¿acaso el pelirubio se había cansado de él tan rápido?
¿tan agotadora era su presencia?
¿tan sofocante era su cariño?«¿por qué?»
esa era la pregunta que taehyung no dejaba de hacerse.
¿por qué jimin lo abandonó?
él le mintió.jungkook carrraspeó, estaba cansado, harto de la situación.
obviamente no de taehyung y sus llantos interminables, estaba enojado con jimin. él era su amigo, pero, ¿qué necesidad de dañar tanto al castaño?—quiero matar a jimin, en serio —jungkook se paró violentamente del suelo, dando un largo suspiro—. mira cómo estás... —miró al mayor de los dos, este seguía sollozando en silencio—. taehyung... tú no eres así... estás dejando que un idiota cambie tu forma de ser y te manipule —jungkook se acercó hasta tae, quedando parado frente al cuerpo del mayor con unos pocos metros de por medio—. ¿dónde quedó el taehyung infantil y sonriente que estoy acostumbrado a ver? —curvó la espalda. agachándose lo suficiente como para llegar más cerca del rostro del castaño, apoyó sus manos en sus propias rodillas como soporte—. este no es el taehyung que conozco, por favor, sonríe —dijo—. brilla como siempre lo haces.
seokjin los miraba con una sonrisa en su rostro—. jungkook tiene razón, taehyung, tú no eres así.
el castaño no dijo nada, siguió cabizbaja.
—¿y? ¿dirás algo o te quedarás callado? —inquirió el menor de los tres.
esperó unos segundos, sin embargo ninguna respuesta salió por parte del castaño. susupiró levemente. y justo cuando iba a reincorporarse sintió los brazos de taehyung rodear su cuello con mucha fuerza, abrazándolo.
—te quiero, kookie —dijo el mayor, jungkook sonrió mientras una de sus manos acariciaba el cabello del castaño—. gracias.
taehyung se separó luego de unos segundos, y giró su rostro para encontrarse con el de seokjin, sonriendo con ternura.
uno de los brazos de taehyung rodeó el cuello de jin y lo atrajo hacia él para abrazarlo también con fuerza.—a ti también te quiero, jinnie hyung —musitó—. gracias, muchas gracias por estar conmigo.
así fue como los tres amigos se dieron un abrazo, haciendo que taehyung se sienta muchísimo mejor.
•••
taehyung mascó la goma de mascar que tenía en su boca mientras le escribía un mensaje a jungkook diciéndole que dentro de unos minutos estaría en su casa para jugar vídeojuegos con él y seokjin.
se había propuesto a sí mismo intentar volver a empezar, intentar salir un poco del ambiente sofocable de su casa.taehyung tosió levemente cuando sintió el frío golpear su rostro, guardó su teléfono y empezó a caminar las pocas cuadras que tenía de camino rápidamente.
iba caminando cabizbaja, pensando en todo lo que sucedió. había decidido que, con la ayuda de jungkook, iría a ver a jimin para que este le aclarara de una vez por todas la situación.
en un momento alzó los ojos, tuvo que entrecerrarlos debido a la fría brisa.aunque claro, no contaba con que el destino conspiraba contra él de maneras macabras.
—¿jimin? —inquirió.
el mayor giró su rostro, la sonrisa que tenía plasmada desapareció de inmediato.
taehyung tragó saliva cuando notó que estaba tomado de la mano con una chica.esta era un poco más baja que jimin, sus cabellos castaños le llegaban a la cintura y tenía un rostro bonito, demasiado.
taehyung sintió ganas de llorar, se sentía reemplazado.jimin soltó la mano de la chica, esta le sonrió y siguió hablando con alguien que estaba a su lado.
el pelirubio se acercó hasta taehyung.—hey, tae... escucha, puedo explicarte esto, no llores —el menor no respondió—. volví ayer a seúl por un problema, pero está bien, mi celular se averió —contó—. por eso no podía responder tus mensajes... —taehyung quedó cabizbaja—. ¿taehyungie...?
—eres un idiota, ¡¿no te cansas de mentirme?! —jimin lo observó petrificado—. ¿tan difícil era decirme que no me querías? —sus ojos se pusieron llorosos.
—tae... yo sí te quiero —respondió inmediatamente jimin.
—¡me estás mintiendo! —alzó la voz—. nunca me llamas y nunca estás cuando te necesito...
—taehyung, basta —jimin frunció su ceño, algo confundido—. sabes que me necesitas, sabes que te necesito.
—lo sé, sé que tienes la razón, no quiero pelear —sollozó—. jimin... dijiste que estarías a mi lado para siempre... ¿por qué me mentiste? —jimin tragó saliva cuando vio que una lágrima rodeó la mejilla de taehyung—. pasamos por tantas cosas, estuviste conmigo en altos y bajos, ¿por qué? yo sólo quería que me ames...
jimin carraspeó, observando a su al rededor mientras pensaba.
—¿podemos hablar esto en un ámbito más privado? —se limitó a responder.
taehyung rió irónico—. ¿quieres saber lo que más me causa de esto? es que si yo no te hubiera visto aquí, las cosas seguirían como estaban.
—tae...
—nos vemos, jimin.