taehyung se exasperó cuando escuchó el timbre de su casa sonar, acomodó un poco su cabello con sus manos para luego ir y abrir la puerta con una sonrisa, dispuesto a recibir a sus amigos.
—escúchame y no me cierres la puerta en la cara —pidió jimin apenas taehyung abrió la puerta principal.
—¿qué quieres aquí? —taehyung preguntó con notable indiferencia.
—tae, quedamos con cosas para hablar —recordó jimin, mirándolo a los ojos.
taehyung bajó la vista, y fue caminando hacia su cocina, sentándose en una de las sillas de ahí.
jimin cerró la puerta y le siguió, sentándose a su lado.
—te escucho —animó taehyung sin mucha emoción.
por obviedad, no era la primera vez que jimin estaba en la casa de taehyung. el menor se había independizado demasiado temprano de su familia, más por nada fue por el hecho de que a taehyung también le gustaran los hombres, que le gustara jimin.
aún así, la familia kim y taehyung mantenían un contacto, no era tan estrecho, pero al menos era algo.
—es que... ugh, no sé cómo decirlo...
—¿entonces para qué viniste? —inquirió con su ceño fruncido.
—te extrañaba...
taehyung rió irónico—. vaya, sí que te gusta mentirme.
—tae, sólo quiero que hablemos.
—¿hablar? ¿de qué? —inquirió—. oh, ya sé. de que yo tenía mucho amor para darte pero tú nunca lo quisiste extender conmigo —se respondió a sí mismo.
jimin tragó saliva—. ¿por qué hablas en tiempo pasado? yo sé que me amas.
—en ningún momento dije que no lo haga, jimin.
—pero tú... olvídalo —carraspeó—. a lo que voy es, tae, me cuesta expresar mis sentimientos.
—pero eso no justifica que no me llames, que no respondas mis mensajes y nunca estés cuando te necesito —taehyung respondió.
jimin tomó una mano de taehyung—. taehyungie, a lo que voy es que... e-en serio te quiero, pero me cuesta decírtelo —tartamudeó un poco—. perdón.
el menor sólo lo miró a los ojos, demostrando un notable vacío y silencio.
—¿por qué andabas con ella, jimin?
—no lo sé, tae, en verdad ni yo lo comprendo... perdóname —jimin susurró, y eso era cierto. ni él mismo sabía porqué se había estado viendo con aquella chica, simplemente lo hizo—. en serio lo siento, taehyungie.
taehyung suspiró, y un par de lágrimas comenzaron a bajar de sus ojos sin previo aviso.
—me lastimaste, jimin —murmuró cabizbaja.
—nunca quise hacerlo, perdóname —pidió—. por favor, te lo suplico.
una mano de jimin fue hacia el rostro del castaño, haciendo que lo mire a los ojos, limpiando las pequeñas lágrimas con el dorso de su mano.
—hablar contigo es como con una pared —frunció el ceño mientras se dejaba tocar por el dorso de la mano de jimin—. lo que tenemos entre nosotros es una pared, pero nunca la derribarías por mí.
jimin tragó saliva—. prometo cambiar.
—¿por qué ahora, jiminnie? ¿por qué no antes? ¿por qué ahora que ya me dañaste? —el menor inquirió.
—perdón, perdón. no medía la consecuencia de mis acciones.
ambos se quedaron en silencio unos segundos.
—jimin, te amo —el menor soltó, haciendo que el pelirubio se quede tieso—. ¿tú lo haces?
—s-sí... lo hago —jimin murmuró.
—dímelo —taehyung exigió—. hazlo —volvió a decir—. estuvimos hablando mucho, necesito saber que eres mío así como yo soy tuyo.
el pelirubio sólo se le quedó viendo, y tragó saliva.
en serio le costaba decirlo, en realidad le era muy difícil explicar sus sentimientos.
aunque no pareciera, le gustaba taehyung, pero si le resultaba difícil demostrárselo con actos, aún más con palabras.
—y-yo... —intentó hablar, su garganta se secó—. yo... —jimin suspiró.
—tiene que ser ahora.
taehyung entrelazó sus dedos sobre la mesa, mirando fijamente a jimin.
este bajó la mirada y suspiró algo cansado.
—¿y...?
el pelirubio intentó recuperar las fuerzas suficientes como para poder hablar. intentar sacar aquello de su pecho.
—mira, tae... —habló algo bajo—. yo... yo te quiero, ¿sí? —sus palabras eran pausadas—. no quise lastimarte en absoluto, pero... uhm... me cuesta...
—¿qué te cuesta?
—esto... el romanticismo —rió algo irónico—. no soy tan tierno como parece.
—sí lo eres.
—no, no lo soy. al menos comparándome contigo no —jimin alzó la vista—. taehyung... yo... en serio te amo, pero no sé cómo explicarlo.
—¿cómo... cómo lo sabes? ¿cómo sabes que me amas?
el castaño fue ahora el que bajó la mirada, mordió su labio por el repentino nerviosismo.
—me haces sentir distinto, no lo sé. me gusta tu personalidad, me gustan tus besos, ¡me gustas tú! —finalizó—. no soy cursi, no me hagas seguir hablando, por favor.
taehyung alzó la vista para encontrarse con los ojos de jimin mirándole fijamente.
y luego de unos segundos, le sonrió.
