Se Traslada De Cuenta

Capítulo 2

 - ¿Garfield? - murmuré. - ¿Cómo sabes eso?

- Vamos Raven, ¿cómo no voy a saber mi propio nombre? Te lo dije ayer, ¿acaso no te acuerdas? Ah, no, es verdad. A doña "soy inmune al alcohol" se le olvidó todo lo que pasó.

Sus palabras salian como dagas que se clavaban en mi cuerpo, un claro aura de enfado lo rodeaba y no sabía como explicar la razón por la que estaba así, no sabía que era lo que le había sucedido o qué era lo que yo había hecho para enfadarlo de esa manera.

- ¿Qué pasó? ¿Hice algo que te molestara?

- ¿Sabes que es lo que me molesta Raven? ¿Quieres saberlo? - se acercó tanto que podía respirar el mismo aire que entraba y salia de sus fosas nasales. - Que anoche haya sido la mejor noche de toda mi existencia y tu no la recuerdes, que tu mente la borrase. Pero escuchame bien, esto no quedará así.

Se veía como su enfado iba a peor, pero mi confusión unido a un sentimiento de cabreo estaba haciendo mecha en mi, no quería perder el control, no quería hacerle daño, Chico Bestia se convirtió en mi mejor amigo hace muchos años y poco a poco esos sentimientos fueron cambiando y transformándose en ese nuevo sentimiento que ahora era una flor reluciente en mi corazón.

- No contesaste mi pregunta, ¿qué pasó?

- Eso es algo que podría contarte perfectamente con pelos y señales, pero no lo haré, no te lo mereces Raven, tal vez para tí no haya tenído ninguna importancia, pero para mi es un recuerdo que voy a tener bajo resguardo siempre, sólo yo sabré qué pasó ese día, quién lo recordará y en sus sueños lo revivirá una y otra vez. 

Ambos nos mirabamos a los ojos con furia, el silencio solo era interrumpido por nuestras respiraciones, sus ojos verdes parecian mirar mi alma a través de mis ojos, había una clara tensión entre nosotros, no nos moviamos, simplemente con mirabamos a los ojos demostrabamos un claro enfado.

- Dímelo Chico Bestia.

- Jamás, tendrás que recordarlo tu sola.

- Tu lo quisiste así... ¡Azarath metrion zinthos!

El cuerpo de Chico Bestia se desplomó al suelo mientras yo seguía de pie con los brazos extendidos a los lados, adentrándome en su mente, buscando con desesperación el recuerdo de la noche anterior. Y ahí estaba. Antes de entrar al recuerdo, me hice a la idea de que todo lo vería desde la perspectiva de Chico Bestia, desde sus sentimientos, sus reacciones y vería a traves de sus ojos, no tendría control de mi cuerpo en ese mundo, todo sucedería igual que la noche anterior. Suspiré y entré.

La ceremonia ya había acabado y estaba claramente emocionado, la liga ya confiaba en nosotros plenamente por lo que pasamos a ser heroes completamente oficiales y formar parte de la liga de la justicia.

Todos volvemos a la torre para cambiarnos, entro a mi cuarto, pateo la ropa que hay por allí tirada y abro el armario, sacando una camisa blanca, desabotono la camisa negra que tengo puesta, al estar sin camisa me miro al espejo y miro mi torso con alguna que otra pequeña cicatriz, luego empiezo a ponerme la nueva camisa blanca y me retoco un poco el pelo.

 - Raven estuvo preciosa en la ceremonia, ¿no crees espejito? Tiene unos rasgos tan hermosos, y menudas curvas, con cada año que pasa esta mas sexy, normal que caigan cada dos por tres por ella. Como ese estúpido de Aqualad, como en la fiesta se acerque a ella le partiré las piernas. Raven es mía.

Suelto un suspiro, miro si mis dientes tienes algun trozo de tofu, cosa que no tienen, y salgo de mi habitación. Al llegar a la sala allí la veo, con un vestido corto púrpura con mangas de encaje y botas altas negras. Tiene una copa en la mano y mira a todos bailar mientras está de pie frente a la barra. Es mi momento de acercarme a ella.

- ¿Te aburres? - le pregunto.

- No me van las fiestas. - dice dándole otro largo trago a su bebida.

- ¿Y te va el alcohol? - le dije.

- Tengo resistencia al alcohol. - volvió ha darle otro largo trago, terminándose el vaso. - ¿Puedes pasarme esa botella? - me dijo señalandome una botella llena.

Le doy la botella y lo abre con facilidad, se sirve dos vasos y me da uno a mi también, le doy un trago y siento como el líquido ardiente pasa por mi garganta, hago una mueca y dejo el vaso en la mesa, negándome a beber más, ella suelta una pequeña risa, lo que hace que mire esa extraña y preciosa faceta de la chica a la que amo.

- Hola preciosa, Bestia. - dice Aqualad al acercarse a nosotros, lo que hizo que un gruñido saliese de mi garganta.

No aguanto a este tipo.

- ¿Bailas conmigo belleza?

- No bailo Aqualad.

- Oh, vamos, baila conmigo Raven.

- Ha dicho que no quiere bailar contigo, niño pez. - salté apretando los puños.

- Cállate, animal.

Raven bebe directamente largos tragos de la botella, luego me coge de la mano y me lleva hasta la pista de baile. Totalmente confundido voy detrás de ella sabiendo que tras nosotros Aqualad estará muriendose de envidia, Raven se da la vuelta y me mira de frente y se que estoy sonrojado por la intensidad de su mirada.

Coloca sus dos brazos por mis hombros e inevitablemente coloco mis manos sobre su cintura mientras respiro pesadamente por los nervios. Sin quitar su mirada empieza a mover sus caderas en circulos, moviendose al ritmo de la música, no puedo quitar la mirada de sus ojos, me tiene totalmente hipnotizado.

Su cuerpo se pega más al mio y puedo sentir sus pechos pegándose a mi  y estoy seguro de que ella puede sentir el bulto de abajo contra sus partes, tal vez por eso esté bailando de una manera tan erótica, respregándose contra mi cuerpo, provocándome. Vuelve a beber unos largos tragos de la botella, y luego me mira mordiéndose el labio.

- Te has vuelto muy atractivo... ¿lo sabes? - me susurra en la oreja. - Dime una cosa, ¿cómo es tu verdadero nombre...?

No puedo evitar evitar jadear.

- Gar...Garfiel Logan...

- Mmm... Garfield... - murmura mientras muerde el lóbulo de mi oreja.