Capítulo 3.

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—¿Marco? –Gire hacia la voz y era...

—¿Star?

—¿Vives aquí? –Empecé a ponerme nervioso, seria el vecino de la más temida de todo el colegio.

—Si, en aquella casa de haya. –Star señala su casa, aunque no lo parezca, Su casa parece más bien un... Desierto.

—Que bien. –Intento sonreír pero creo que me salio una mueca.

—¡Oh! Ya tienes amiguitas, hijo. –Dice mi indiscreto padre.

—Es una compañera de clase. –Digo con una sonrisa bastante pequeña.

—¿Cual es tu nombre, pequeña? –Pregunta mi papá.

—Me llamo Star. –Dice con una sonrisa, esto es raro.

—A Marco le gustan las estrellas.

¿QUE? ¿Enserio acaba de decirle eso a la chica más temida? ¡Debe estar loco! Ella frunce el seño y yo intento no sonrojarme, que vergüenza.

—Eh... Que ¿bien? –Dice Star, yo solo quiero que la tierra me trage.

—Invitala a cenar, Marco.

—Papá...

—¡Oh no! No se preocupe, saldré hoy con mis amigas. –Dice Star.

—Bueno, quizá en otra ocasión. –Dios mio, quiero matar a Papá.

—Si... Marco nos vemos. –Star se aleja, mi papá solo la observa.

—¿Ese es su jardín? –Yo asiento.

—Si a eso se le puede llamar jardín... Yo creo que si. –Dije mirando a Star entrando a su casa.

—Mejor no hay que invitarla, parece que en su casa ocurrió un asesinato o quizás secuestros...

¿Mi papá acaba de decir eso? ¿Enserio? Quizás vea mucha televisión y debido a eso le tiene miedo a la realidad sin antes conocerla.

Decidí ignorarlo y entrar a casa, mamá estaba aún en la cocina, yo solo seguí mi camino a la que sería mi nueva habitación, es bastante amplia y tiene un enorme ventanal que me hace mirar todo el vecindario incluyendo la casa de Star, creo que no es tan mala después de todo, probablemente la juzgue mal... Ó quizás se porto tan bien solo porque estaba mi papá, si eso debe ser.

—¡Marco, baja a cenar! –Grita mi mamá desde la planta baja.

—¡En un segundo! –Dejo la caja que tenía en mis manos en el suelo y bajo.

Papá estaba entretenido en la tele viendo su programa de televisión favorito, y mamá estaba molesta gritandole.

—¡Ayudame a poner la mesa!

—¡Esperate mujer! ¿Que no vez que ya van a saber quien es el que la asesino.

—¡No me importa! ¡Baja la mesa!

—¡Nunca puedo tener un día de tranquilidad! –Papá alzó los brazos y salió de la casa.

—Que frustración. –Dijo mi mamá masajeando sus sienes.

—Tranquila mamá, ya solo falta la mesa y listo, aquí ya están las sillas y todo lo de más, mañana vendré temprano a ayudarles. –Dije con una sonrisa.

Mis papás lo son todo para mi, si no fuera por ellos probablemente no me divertiría todos los días, aunque en ocasiones me enfado con ellos pero rápido se me pasa, no puedo estar molesto con ellos por más de cinco minutos.

Mi mamá me ve con una sonrisa y revuelve mi cabello con su mano.

—¿Que haríamos sin ti, Marco? –Yo solo sonreí.

—Probablemente no tuvieran quien los ayudara a organizarse. –Mamá rie entre dientes.

Papá abre la puerta y entra con la mesa en manos, es un poco pesada pero para mi papá no, el es gigantesco y muy fuerte, oh bueno, eso es lo que dice el.

—¡Listo! ¡A cenar! Muero de hambre. –Mi papá se toca su enorme barriga.

—¿Que cenaremos mamá?

—Comida.

Buena jugada, luego se la regresaré.

—Cuéntanos de tu estadía hoy en la escuela. –Dijo papá sentándose en una silla junto a la mesa.

—Pues cuando entré una enorme ogro me atendió... –Mi mamá me interrumpió.

—Marco, ¿Que te eh dicho de ponerle sobrenombres a las persona?

—¡Mamá, en verdad parecía un ogro!

Papá soltó una carcajada mientras que mamá nos fulminaba con la mirada, yo también Reí y al final mamá terminó riendo junto con nosotros.

—Prosigo... Me dio mi horario la ogro. –Mamá me miro con mala cara. –Digo, la directora oh nose que sea, luego una chica me dio con la puerta en la cara, yo morí de vergüenza y salí corriendo, me encontré con unos chicos en el pasillo y resultó que iban a la misma clase que yo y bueno ahora somos amigos, después me presenté ante el salón y me interrumpió la misma chica que me dio con la puerta, su nombre es Star. –Papá me guiño el ojo y yo rodee los ojos. –Me platicaron que todos le temían debido a lo ruda que era y me enamore de Jackie Lynn Thomas. –Finalice con una sonrisa boba en mi rostro.

—Buen comienzo.

—¿Buen comienzo? ¡Ahí no tienen educación! Además la chica más temida vive frente a nuestra casa y estamos en un equipo para un proyecto. –Dije poniendo ambas manos sobre mi cabeza, esto era realmente frustrante.

Papá y mamá me observaron como si fuera un bicho raro, yo trataba de no llorar, quiero de vuelta mi antigua casa al igual que mis amigos, todos sería más fácil si todo fuera como antes.

—Tranquilo hijo, tu tienes un potencial increíble para hacer amigos. –Trata de animarme mi mamá.

—Mamá, no es tan fácil como parece ¡y más cuando tus compañeros son delincuentes juveniles!

—Exageras, Marco, solo dales un tiempo y veras que te encantará estar ahí.

—No lose, extraño mis antiguos amigos. –Dije cabizbajo.

—Pronto los olvidaras.

No lo creo, siempre serán mis mejores amigos.
Mis padres y yo comenzamos a comer en silencio, luego papá decidió romperlo para reírse de mi, mamá estaba llorando de la risa y yo supuestamente me molestaba, pero como antes mencioné, no puedo molestarme por más de cinco minutos.

Luego de terminar ayude a mi mamá a lavar los platos y me fui a dormir, no podía conciliar el sueño así que me acerque a la ventana para poder apreciar la luna, ella siempre me ayuda, me senté en el balcón y gire para arriba, ahí estaba tan hermosa y tan gigante, hizo que todo lo olvidara por unos instantes hasta que unos gritos me hicieron girar hacia ellos, era ¿Star? ¿Hablando con un espejo? Esto debe ser una broma. Me acerque un poco más y en el espejo no estaba su reflejo, era algo más.

—¡Odio aquí, mamá!

¿Tiene mamá?

Caos Perfecto. |Starco|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora