Deidara Namikaze
Me quedé muy preocupado por lo que le había pasado a mi hermano, había llegado cuando le destrozaban la nariz y sólo pude ponerme en medio y tratar de evitarlo... pero sinceramente, no sé si eso mejoraba la situación o la empeoraba, porque a mí me odiaban más que a él, a mí todos me despreciaban pero si preferían pegarme a mí al menos no pegarían a mi hermano.
Menos mal que Sasuke apareció en aquel momento y me libró de que me pegasen a mí también, era un chico increíble, había derribado a ese individuo en cuestión de segundos y nadie se atrevía a meterse con él. Sabía que Naruto estaría a salvo a su lado y no tenía impedimento en que le llevase a la enfermería, pero seguía estando preocupado por mi hermano, quería saber si estaba bien.
Entré en clase y como siempre... empezaron las burlas, las risas y los susurros sobre mí entre mis compañeros. Agaché la cabeza y no quise mirar a nadie en la clase, sólo quería desaparecer. No aguantaba más en clase, no aguantaba el instituto, para mí venir todos los días era un infierno pero no quería decirlo en casa, no quería tener que demostrarlo encima a mis compañeros, trataba de pasar de sus burlas y me recordaba una y otra vez que mi paso por el instituto terminaría.
Esperé a que todos los estudiantes salieran cuando acabó la clase y a última hora... me tocaba gimnasia. Odiaba esa clase, yo era demasiado torpe, no me parecía en nada a mi hermano, ya me habría gustado a mí parecerme un mínimo a Naruto, por lo menos poder hacer algún deporte sin tropezarme ni caerme.
Nos sentamos todos en un banco y el profesor empezó a explicarnos pero yo no le escuchaba... sólo miraba a todos los de mi clase bien lejos de mí, ni me miraban y cuando dijo el profesor de hacer grupos para jugar a Voleibol, nadie contó conmigo, era lo habitual. Me entristecía pero no lo quería dar a entender, sólo trataba de sonreír aunque me sintiera solo. Me asignaron a uno de los equipos y como siempre... se quejaron por tenerme a mí, sabían de sobra que conmigo perderían, de hecho, me dijeron que me quedase atrás del campo y no hiciera nada, simplemente que no estorbase.
Recibí pelotazos por todos lados y para una vez que golpeé una pelota para que no me diera, le pegué en la cabeza a mi compañero y se quejó. Me disculpé pero aún así no pude evitar que me mirase mal. De verdad que el deporte no era para mí, yo era más de sentarme y estudiar, eso sí se me daba bien pero eso no facilitaba que tuviera amigos, sólo me quedaba mirar el reloj y esperar a que esta maldita hora acabase pronto.
Cuando ya apenas faltaban dos minutos para finalizar, una pelota vino directa hacia mí y al tratar de esquivarla, caí al suelo y me torcí el tobillo para mi mala suerte. Fue el profesor el que se acercó y me acompañó a sentarme a uno de los bancos de fuera mientras me revisaba el tobillo y no sé... pero a mí Orochimaru no me caía bien.
- Deberías tener más cuidado Deidara – me dijo.
- Sí, lo sé.
- ¿Sabes dónde está tu hermano?
- No – le comenté.
- ¿No sabes si volverá al equipo? – me preguntó mientras tocaba mi tobillo pero yo notaba su mano subir a veces por mi pierna y eso me tensaba.
- No quiere volver – le dije.
- ¿No te ha dado una razón? – me preguntó y fui a responderle que no pero mi hermano apareció de golpe por la puerta y apartó a Orochimaru de mí con fuerza quitándole las manos de mi tobillo.
- No le toques – le gritó enfadado y no lo entendía, sé que le caía mal, a mí también, pero nunca llegué a tanto como para empujarle.
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Sangre del pasado (Naruto: Fugaku-Minato, ItaDei, Sasunaru)
FanfictionMinato Namikaze era un apuesto doncel que tenía todo en su vida, dos hijos gemelos, Naruto y Deidara, además de un chico rescatado de la calle y un trabajo de abogado de oficio que le permitía mantener a su familia, pero el 3 de Noviembre, todo camb...