Capitulo 15

166 11 2
                                    

-Se que estas ahí, el portero me aseguro que no has salido corriendo en los últimos diez minutos.

¿Porque es tan duro abrirle la puerta?

-Prometo que no te traje chocolates…

Eso me causo gracia, me apresuro a abrirle la puerta pareciendo que no estaba detrás sino en  un sitio muy  lejos de la puerta.

-Hola, pasa. Estaba atrás.

-¿Qué tan atrás?

-Mucho

-¿Desde cuando vives aquí?

-Un tiempo.

-¿Aquí vives con el?

-El ya no vive conmigo.

-Entiendo.

Silencio realmente incomodo…

-¿Como va el trabajo?

-Aburrido

-Mmmmm

-Escuche una canción y me acorde de ti.

-¿Cual?

-Let her go es de Passenger. ¿La conoces?

-No

-Un día te la mostraré.

-OK

-Simplona.

-¿Porque viniste?

-Porque me llamaste.

-¿Porque viniste?

-Porque querías que viniera.

-¿Porque viniste?

-Porque no aguanté.

-¿Quieres algo?

-Sinceridad

-Me refiero de la cocina…

-Jugo estará bien.

-Jugo será.

Me estresan millones de cosas en el mundo, pero el que tenga a Nicolás detrás mirándome preparar un jugo me desespera.

-Estas sobria

-Si

-Yo estoy limpio.

-¿A si?

-Si

-Felicitaciones.

-Gracias.

Silencio incomodo…

-¿Va a ser así siempre?

-¿A que te refieres?

-       A nosotros.

-       No se como tendría que ser.

-       Normalmente hay mas de dos palabras de por medio.

-       Tu no estas ayudando

-       Tengo miedo de que me  excluyas de nuevo.

-       No lo tenia en mente.

Silencio incomodo.

-No quieres sexo ¿verdad?

-No Valentina si tu no quieres, yo tampoco.

-Yo no dije que no quisiera pero no debemos.

-Nosotros nunca debemos hacer lo que hacemos y aquí seguimos.

-Necesito entender…

-¿Qué?

-Que me ves.

-En este momento tus tetas.

-No me refería a eso.

-¿Entonces a que?

-Porque sigues aquí.

-Tenemos un hijo muerto en común.

-Ah.

Silencio incomodo.

Esto resulta más difícil de lo que pensé.

Nicolás tiene respuestas que yo quiero, pero no esta resultando fácil sacárselas.

-¿Donde vives?

-Donde siempre.

-No se donde es siempre.

-A donde ibas a acostarte conmigo.

-Sobre eso…

-No me arrepiento.

-¿Perdón?

-No me arrepiento de acostarme contigo.

-Yo tampoco a veces.

-Por lo menos ya tenemos respuestas sinceras.

-Nicolás, ¿Que viniste a buscar?

-No vine buscando nada, me pareció que tu necesitabas algo de mi, por eso vine.

-¿Solo por eso?

-Dijimos que nos usaríamos cuando nos necesitáramos…

-Yo use todo lo que necesité de ti.

-Y sigo aquí sentado.

Tiene un punto.

-Nicolás

-Valentina

-No me acuerdo

-¿De qué?

-Del tiempo que estuvimos juntos.

-Eso si es novedad.

-No te burles.

-Paciencia mujer. Abortaste a nuestro hijo, me usaste como tu juguete sexual mientras estabas casada, me llamas pidiéndome cosas y ahora resulta que ni te acuerdas como era acostarse conmigo.

-No te pedí nada cuando llame.

-Estaba implícito.

-Si lo quisiera, lo pediría.

Nicolás suspira y comienzo a notar en su cara como va creciendo la desesperación.

-¿Qué hago aquí?

-¿Verme?

-¿Qué hago aquí?

-Necesitaba verte.

-¿Qué hago aquí? Escoge bien tus palabras, si no es lo que quiero escuchar me voy para siempre.

-Yo…

No pude pronunciar nada, nada salió. Absolutamente nada.

Nicolás me miro fijamente por treinta segundos… los treinta segundos más incomodos que he tenido.

Esperó su respuesta y como no la obtuvo se fue.

Me quede sentada en el sofá, no pude pararme ni despedirme ni decirle que lamentaba  haber matado su redención, pero que no lamentaba haber abortado a mi hijo.

Me quede aquí sentada por cinco largos minutos… Hasta que me di cuenta que no podía dejar que el saliera de mi vida.

Lo llame al celular pero no me contesto, baje al parqueadero pero su carro ya no estaba, le pregunte al portero pero me dijo que solo le dijo Adiós.

Solo Adiós.

Overuse (terminado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora