Capítulo Diez

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Alli estaba mi madre, abrazada de mi padre como si fueran la pareja del año,mi cara era de un total y completo shock. A parte no entendía como carajos mi padre había llegado antes que yo, ya que él seguía viendo cómo asesinar al rubio hueco ese.
Hachando humo por los odios del enojo de tan solo pensar que ahora parecen tan amorosos y me tuvieron a mi y a mi hermano alejados tanto tiempos; me pare enfrente de ellos y sin ningún asombro en la cara me miraron ambos cariñosamente.
- ¿Qué es esto?,¿me podrían explicar porqué mierda parecen la pareja del año?-pregunte realmente furiosa, provocando cara de asombro por parte de ambos.- ¡Díganme!- les grité con suma fuerza.

Ambos se miraron sorprendidos al ver mi comportamiento tan agresivo. Era obvia su reacción ya que nunca había estado con esa rabia que tenía en ese momento, y es más jamás le había gritado a mi madre más que para pedirle que me alcanzará cosas.
Sin habla y sin saber qué contestar procedieron a ignorar mi escena y preguntarme qué hacía allí a esas horas, que debería estar en la universidad.

-No me cambien de tema, sigo esperando una respuesta.- reiteré ignorando lo que ellos me habían preguntado.
-Bueno hija...- dijo suspirando- no se me ocurre cómo explicarte esta situación-continuó divagando y enrollándose la punta de la remera, sí, estaba nerviosa.- veras, él no es tu padre...-exclamó- es tú tío, es decir, el gemelo de tu padre- dijo tan rápidamente que mi mente no logró procesarlo rápido, sino que quedo en una especie de trance.
Después de casi veinte minutos tratando de procesarlo reaccione nuevamente de manera agresiva y además a los gritos.
-alguna ves en tu, al parecer larga vida no se te ocurrió decirme que tenía un tío y que te llevas bastante cariñocita con él- exclamé entre furiosa y decepcionada.-primero me separas de mi hermano por once años y ahora me ocultas que tengo un tío-dije con la voz entrecortada debido a las ganas de llorar que tenía en ese momento. Al final el malo de la película no era mi padre, el resultó más amoroso que mi propia madre.
Ella solo me miraba cínicamente, como si mi dolor no le interesara.Entonces allí me di cuenta de la clase de persona que era.
-¡CONTÉSTAME MALDITA SEA!- grite llamando la atención de la gente que pasaba por la calle.
-¿¡QUÉ QUIERES QUE TE CONTESTE NIÑA TONTA!?-grito mientras se acercaba hacia mí-QUIERES QUE TE DIGA QUE ESTOY ENAMORADA DE TU TÍO, DE QUE YO NUNCA QUISE TENERTE PERO TÚ PADRE FUE EL QUE ME OBLIGÓ, QUE TE APARTE DE TU HERMANO PORQUE EL LO SABÍA TODO Y NO DUDABA EN CONTÁRTELO-dijo gritándomelo en la cara sin pudor alguno o siquiera una pizca de misericordia- ay niñita...-exclamó con malicia en su voz- tú jamás me has importado, si te mantuve conmigo fue por la cantidad de dinero que me pasaba tu padre para que estuvieras bien, pero yo me lo gastaba en mi y a ti te decía que él nunca había enviado nada.- siguió hablando con odio- ¿Feliz?- preguntó por último para a continuación darme unas palmaditas en la espalda e intentar darse vuelta, pero yo la tomé del hombro y le di una bofetada tan fuerte que se podría haber escuchado desde la universidad.
-Eres una maldita embustera, una zorra y no mereces nada de lo que hice por ti...- dije entre sollozos- ahora sí, ve desalojando la casa donde crees que vives porque al final es mía, yo pague todo con mi trabajo.- Maldita zorra- exclamé para luego irme de ese lugar.
Me subí a mi camioneta, y tome la autopista. Estaba decidida a quitar cada cosa de esa idiota de mi casa y ponerla en venta.
Luego de una hora y media conduciendo llego a mi destino donde en cuanto pongo un pie sobre el suelo caigo de rodillas llorando desconsoladamente. Toda mi vida había dado un giro de ciento ochenta grados de un día para otro, era increíble el ardor que sentía en mi pecho, era como si metieran una daga recién sacada del horno y la incrustaran justo en mi corazón.
Después de casi una hora sentada en el suelo llorando me levante y me introduje a la casa entre sollozos, donde comencé a tirar y romper todos esos malditos retratos felices. Mi celular había sonado por más de dos horas, ya se hacía de noche y él hambre se hizo presente en mi estómago, tomé mi celular y llame a mi padre.
-¿Hola?, hija ¿donde estás?- exclamó realmente preocupado. Lo que hizo que llorara aún más, siempre lo había tratado tan mal y el resultó ser el bueno.
-Perdóname papá...- dije con la voz entrecortada- tú ex mujer me ha contado todo y sin pudor alguno...-sollocé.
-Si mi cielo, por supuesto que te perdono, pero ahora dime ¿donde estás?- dijo con dulzura en su voz.

-Estoy en casa papá, en mi anterior casa.-conteste- ven por mí-supliqué.
No contesto, solo colgó la llamada y luego de casi una hora llega a mi paradero con Dylan acompañado lo.

-Pero que vida agitada tienes hermanita-exclamó con algo de gracia, provocando una mínima sonrisa.- ven, vamos a casa, papá se encargará de esto- dijo abrazándome y llevándome hacia el auto. Aunque antes de llegar me di vuelta y corrí hacia mi padre para darle un gran abrazo para luego darme nuevamente la vuelta y encarar hacia el auto.

Ya en la fraternidad, entramos silenciosamente para subir directo a las habitaciones, esa noche no quería dormir sola así que le dije a mi hermano que durmiéramos juntos. El solo asintió, se fue a su habitación, se colocó su pijama y se acostó conmigo permitiéndome acurrucarme en su pecho, así como cuando éramos pequeños.
Mi vida era un completo asco, pero por lo menos sabía que no estaba sola y que los tenía a mi hermano y a mi padre, con eso era suficiente. Entonces decidí cerrar mis ojos y dormir.

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⏰ Última actualización: Feb 06, 2018 ⏰

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