3- Rescate.

4.4K 255 12
                                    

Llegamos a Woodbury. 

— ¡Rick deten el auto ahí!.— Le dije señalando un lugar detrás de los arbustos. Daryl hizo lo mismo.

Bajamos del auto y nos escondimos. Había guardias.

— ¿Y ahora qué?.— Dijo Daryl.

— Tenemos que ir por ahí.— Le señalé una puerta iluminada solo por una luz.

— Pero nos verían. ¡Ya lo sabía! ¡Esto es una tram..— Dijo alzando la voz. Daryl no terminó de hablar porque yo le tapé la boca.

— ¡Callate idiota! ¡Nos van a escuchar!.— Le susurré.— ¿En serio? ¿Una trampa?. Hombre,¿Quieres salvar a tus amigos?.— Le pregunté. Él solo asintió.— Bien,entonces confía en mí.

Agarré una piedra y la tiré lo más lejos posible. Esta hizo el suficiente ruido como para que los guardias se bajaran y fueran a ver que pasó.

— ¡Vamos,rápido!.— Dije. Corrimos hacia la puerta. 

Por suerte, esta estaba abierta. Entramos sin problemas. 

Caminamos por un pasillo largo y poco iluminado. 

A la derecha,había una especie de celdas llenas de caminantes. Daba terror. 

Llegamos al final del pasillo y había una puerta. 

La abrí y esta nos dejó ver la calle principal. 

— Vamos.— Les dije. 

Una vez en la calle, nos escondimos detrás de unos contenedores de basura. 

— ¿Donde están?.— Dijo Rick.

Agarré un mapa que era el plano del lugar. Lo había robado una de esas tantas veces que traté de escapar. 

— Bien. La casa del gobernador esta acá.— Les señalé el lugar.— Así que, el lugar donde tienen a sus amigos es aquí.— Señalé el laboratorio-pirisión de Milton. 

— ¿Por donde entramos?.— Preguntó Oscar. 

— Si van por la calle principal.— Señalé el mapa.— A la derecha hay una puerta. Pero les recomiendo que vallan por la calle lateral.— Señalé la susodicha.— Les aseguro que si van por esa calle nadie los verá.

— ¿Y tú no vendrás?.— Preguntó Daryl.

— No. Tengo algunos asuntos que arreglar con el Gobernador.— Les dije.— Tomen el mapa.— Dije y me fui.

Caminé por la calle principal con mis machetes en mano. 

Llegué a la casa del gobernador y entré en ella. Guardé los machetes en el estuche.

Era una casita normal.

 Entré en ella y empecé a inspeccionar las cosas. Debe de haber algo de Andrea acá. 

Busqué entre sus papeles. 

Estaba tan concentrada hasta que escuché la puerta abrirse. Rápidamente, busqué un lugar donde esconderme. 

Entré en una habitación. Me quedé atónita.

Había cabezas en peceras y frascos. Este tipo esta loco. 

Había un tipo de celda y decidí esconderme ahí.

Entré y cerré la reja. Sentí una respiración en mi cuello. 

Me di vuelta y por la poca luz que pude distinguir, vi que era un caminante. Me asusté. Pero luego me corrí y por alguna razón el zombie no podía acercarse a mí.

Escondida en la penumbra, ví como el gobernador entraba en la sala. 

Decidí salir con el caminante.

Agarré la cadena y abrí la puerta.

Me paré en frente de él. Este se paro inmediatamente.

— Por favor... No le hagas nada a mi hija.— Suplicó. 

Me quedé en silencio. Era su hija pero era un caminante. 

Empecé a sacar mi machete lentamente. El gobernador no se percató. 

En un rápido movimiento lo terminé de sacar y se lo atravesé al caminante por la cabeza.

— ¡No!.— Gritó. Solté el caminante. Él se avalanzó hacia mí. 

Me tiró contra las peceras con cabezas de caminantes, haciendo que se derramaran todas en el piso. 

Me trataba de golpear, pero yo se lo impedía. 

Agarré un pedazo de vidrio y se lo clavé en el ojo. Él gritó de dolor. 

Aproveché que estaba tan ocupado con su ojo y escapé. 

Corrí hasta el basurero donde estábamos antes y me escondí. A lo lejos vi a Rick y los demás corriendo hacia mí.

Los que estaban secuestrados también corrían hacia acá. El chico tenía toda la cara ensangrentada y estaba en cuero. La muchacha llevaba una remera larga. 

Llegaron hasta mí y se escondieron. 

— ¡Cuando yo diga, salimos de aquí!.— Dijo Rick.

Él buscó algo en su campera. Pude ver que era una granada.

— ¡Ahora!.— Gritó Rick.

Él tiró la granada y salimos corriendo. 

Me quedé junto a Daryl disparando a los guardias que se acercaban.

— ¡Denisse! ¡Daryl! ¡Vamos!.— Gritó Oscar.

— Vamos Daryl.— Le dije. 

— Ve tú. Yo te cubro.— Dijo sin mirarme. 

— ¡No te voy a dejar!.— Le grité.

— ¡Vete, mierda!.— Me gritó. Resignada me eché a correr. 

Subí por unos autos y salté el muro.

— ¿Y Daryl?.— Preguntó la muchacha.

— Quedó dentro.— Le dije. 

— ¿Quién eres tu?.— Dijo apenas audible el chico.

— Denisse. La hija de Carol. Luego les explico.— Dije preparándome para volver a entrar.

— ¡No! Quédate aquí Denisse. Yo iré.— Dijo Rick. 

Me quedé. Rick volvió a entrar. 

Miré para todos lados y no ví a Oscar.

— ¿ Y Oscar?.— Pregunté.

— No lo logró...— Dijo la chica.

Me quedé en silencio.

Al cabo de unos minutos se escuchó una multitud de gente aclamando a una persona.

Gritaban "¡Merle! ¡Merle! ¡Merle!". 

Y luego se escuchó una voz que pude reconocer. 

— ¡Lucharán a muerte! ¡El que gane, lo dejaremos en libertad!.— Se escuchó. Era el gobernador... Y supongo que estaba hablando de Daryl. 

Tenía que volver a entrar. De una u otra forma.

———————

¡Hola! Yo se que los últimos dos capítulos fueron aburridos, pero prometo que el próximo va a tener mas momentos con Chandly♥ 

La hija de Carol |Chandler Grimes-Fan Fic|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora