Adiós, Mi amor (Sichul)

Capitulo Uno

En aquella profunda oscuridad solo se podía escuchar el "tick-tack" de el viejo reloj que colgaba en la pared, el retintín que produjo el aparato, inundó la estancia indicando a la persona que se encontraba sentado a la mesa de aquella habitación, que ya eran las doce de la noche.

Tomo el celular que se encontraba sobre la mesa, apretando una tecla para que la pantalla prendiera, entonces corroboro que aquel antiguo reloj no estaba averiado y que era la hora correcta.

La pequeña luz del aparato dejo ver lo que quedaba de una cena prometedora; la mesa perfectamente decorada con flores y velas, las cuales yacían derretidas por completo, revelando que hace ya un buen rato que se habían apagado.
El agua en la cubeta donde estaba una botella champagne, y aquel guiso en el centro, que a esas alturas se encontraba totalmente frío.

Presionó nuevamente una tecla del teléfono y coloco el aparato en su oído, escuchando lo mismo que hace unas horas, la llamada era desviada al buzón de voz.

Busco en el menú de contactos otro numero, quizá le había pasado algo o el trabajo le retuviera, realmente quería creer que fuera alguna de esas cosas.

Cuando encontró el nombre de Kyuhyun, el amigo y socio de su novio, marco y espero a que la llamada entrara.

- ¿Alo? -

- Siento la hora, soy Heechul - hizo una pausa para armarse de valor y preguntar - De casualidad, ¿Siwon no esta contigo? -

- ¿Siwon?...No, el salio desde las 6 de la oficina - se hizo un silencio, el cual incomodo de alguna manera a Kyuhyun.

- Entiendo, gracias y siento haberte molestado - musito mientras trataba de contener las lagrimas que se estaban formando en sus párpados.

- ¡Oh! Ahora recuerdo haber visto que salio con Kibum del edificio, quizá se hayan entretenido de mas, tu sabes hace tiempo que no se veían después de haber terminado -

- Cho, idiota - reconoció la voz de Sungmin del otro lado.

- Digo, seguro hablando de negocios, Kibum contrato nuestros servicios hace un tiempo y pidió que Siwon fuese quien lo asesorará, quizá estén hablando de eso - sonaba con evidente nerviosismo, pues trataba de remediar el hecho de que hablo de más.

Heechul no dijo nada mas y simplemente colgó la llamada, dejando a su interlocutor con un sentimiento de culpa.

Las lagrimas por fin cayeron, mojando sus mejillas en el proceso. Había intentado ser fuerte todo ese tiempo, tratando de convencerse a si mismo que todo era su imaginación y que estaba siendo inseguro al respecto, pero esto era demasiado, Siwon lo dejo plantado el día de su aniversario y tanto que se esforzó porque todo le saliera perfecto aun cuando no estaba acostumbrado a cocinar.

Se levanto de la silla, caminando directo al dormitorio y se lanzo sobre la cama, abrazando una almohada en el proceso, grito dejando salir lo que sentía.

No podía entender como es que todo cambio en tan poco tiempo, debió saberlo en cuanto él apareció, no, mas bien lo sabia, ese día su sexto sentido se lo grito pero decidió ignorarlo y se dijo que estaba siendo paranoico.

Ambos rieron ante la extraña situación que estaba contando Heechul, un hombre había entrado a la boutique, del que era dueño, y le ofreció trabajo como modelo en una revista de ropa interior femenina, sin imaginarse que se trataba de un hombre en realidad.

- No lo culpo, se que soy hermoso - menciono con orgullo.

- Encantado hubiera comprado la publicación, en cuanto saliera -