3.

460 59 28
                                    

Sakura abrió los ojos sorprendida. Nunca le había pasado nada parecido y es que, que dos chicos te gritaran a pleno pulmón que estaban enamorados de ti solo pasaba en las películas, pero en vez de empezar a deliberar todo lo que estaba sucediendo decidió suspirar cerrando los ojos para relajarse lo más pronto posible, ya que sus nervios estaban a flor de piel.

Rokudo no dejó de mirar desafiante a Tsubasa, mientras este no le prestaba la más mínima atención, y se dedicada a mirar a Sakura, la misma que retiró su mano y se alejó tres pasos de ellos.

- ¿Qué está pasando aquí? - dijo con una actitud desenfadada mientras por dentro se moría de vergüenza.

De verdad, necesitaba saber qué era lo que estaba pasando, porqué las primeras horas de la mañana ninguno de sus dos amigos de aventuras con fantasmas no habían aparecido pero ahora, ambos se encontraban a su lado, después de haber chillado a pleno pulmón que estaban enamorados de ella.

Porque, a sus ojos, era imposible que Jumonji se declarara por segunda y que Rinne le dedicara tales palabras hacían a su corazón latir con más fuerza contra su pecho.

Los chicos se miraron entre ellos y la joven estudiante casi pudo ver las chispas de sus miradas al chocar. Al final, el ojizarco se decidió a hablar:

- Mamiya-san, estoy enamorado de ti, sé que la primera vez que te lo dije solo te acordabas de aquel niño que compartía ese secreto de ver espíritus contigo pero, ahora hemos pasado más tiempo juntos como adolescentes, y puedo afirmar que mi amor por ti es real.

- Mamiya Sakura, no le hagas caso- rogó Rinne- Tú sabes que para mí no eras solo una compañera de clases o alguien que me presta dinero... eres especial para mí Mamiya Sakura... y pensé que tenía que ser sincero contigo aunque sea pobre y no pueda regalarte joyas caras ni llevarte al parque te atracciones.

Los chicos impacientes esperaron la reacción de Sakura, y no, nunca se esperaron que ella se echara a correr y los dejara allí plantados, por lo que se pusieron a discutir sobre quién debía de ir a por ella, o si ambos debían de esperar su regreso.

La chica de las trenzas corrió gritando "Rokumon-chan" hasta que encontró al pequeño gato negro.

- Sakura-sama, ¿qué está haciendo aquí?

- Rokumon-chan, necesito tu ayuda - pidió arrodillándose a su lado- Rokudo-kun y Tsubasa-kun están muy raros... me podrías decir si ellos hicieron algo juntos ayer...

El pequeño se rascó la barbilla mirando al cielo intentando recordar.

- Lo siento, Sakura-sama, pero ayer me di un golpe muy fuerte y no me acuerdo muy bien de lo que pasó...

La chica acarició su cabeza suspirando 

- Gracias - susurró antes de dirigirse a clase.

Todo lo que había pasado después del recreo era muy raro, todo demasiado extraño... además no había visto a ningún fantasma hacer alguna trastada... ¿qué estaba sucediendo?

Claro, que era difícil atender en clase con las miradas de sus amigos sobre ella, además de sus compañeras y de algunos estudiantes que se habían dado cuenta.

Dios... tenía que averiguar rápido que estaba pasando antes de que alguno de ellos hiciera alguna tontería.

¿A quién eliges​?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora