Lo impensado del amor.

Capítulo 3: Día Familiar.

Domingo 25 de Junio de 2017

POV Alisson:

Me desperté por el molesta sonido de la alarma y comencé a moverme como un caracol con sal sobre mi cómoda cama. La noche anterior en la fiesta sin dudas había sido increíble, por lo que volvimos muy tarde. Solo había dormido unas dos o tres horas y estaba exhausta, pero todos los últimos domingos del mes, toda la familia se reúne. Ya extrañaba ver a los roñosos de mis primos, y obviamente a mi demás familia, por lo que haría el esfuerzo por levantarme.

Me di una ducha y baje a tomar una gran taza de café que espantara mi pereza de una vez por todas. Al parecer mis padres aún dormían, ya que el único sonido en la casa era de la televisión que había encendido hace unos minutos. No los culpaba por no despertarse aún, sus trabajos también eran muy agotadores.

Luego de mirar la película "Bajo la misma estrella" y llorar hasta deshidratarme, mis padres bajaron a desayunar. Los saludé y subí a mi habitación a maquillarme para disimular todo el llanto que me había provocado la emotiva película.

Una hora después nos encontrabamos listos para comenzar el viaje hacia la casa de mis abuelos, que se encontraba a una hora de viaje de aquí. Nos montamos en la camioneta de mamá, ya que papá tenía la suya en el mecánico, y emprendimos camino.

Con intenciones de no dormirme, me coloqué los audífonos y empezó a sonar All Of The Starts de Ed Sheeran. Como amo este hombre, y lo que logra llegar a transmitir en sus canciones. Y así paso todo el viaje, de canción en canción con melodiosas voces que me tranquilizaban.

Al llegar, notamos que los únicos que habían llegado eran la hermana menor de mi padre con su esposo y su hijo que era dos años mayor que yo, Aaron. Nos dirigimos al interior de la casa y allí se encontraba mi familia, riendo sin parar. Al notarnos, Aaron fue el primero en pararse a saludarme, al parecer él me había extrañado tanto como yo a él.

Entre charlas y charlas fueron llegando los demás familiares y todos mis primos. En total eran seis, todos mayores que yo, Aaron, Liam, Stev, Ryan, Tomas y James. Pasamos toda la tarde jugando a la X-box mientras nos molestábamos por perder. Entre risas y recordando viejos y lindos momentos se me pasó la tarde completa.

Al llegar a casa me sentía agotada, pero Kim, mi mejor amiga, me había invitado a salir de compras, y no quería rechazarle, por lo que acepté. Me metí a la ducha y me vestí cómoda. Le avisé que iba camino a su casa en mi motocicleta, y luego la dejaría allí porque a ella no le gustaba andar y prefería su auto, un BMW 320 color azul.

Llegué y ella ya me esperaba apoyada en su auto:

-Hola Ali, ¿cómo estas?- saludó ella abrazándome.

-Muy bien, aunque un poco agotada, ¿qué tal tú?- le correspondí su abrazo y le dedique una sonrisa.

-Pues muy bien, y muy feliz porque mi relación con Scott va de lo mejor- me comentó con una sonrisa de enamorada. Scott era un chico que conoció en un una fiesta, ambos comenzaron a salir y se gustaron rápidamente. Ahora están en una relación hace unos tres meses y ambos están más que enamorados y felices, no se ha perdido ni un poquito de su esencia desde que están, siguen siendo como el prime día que se conocieron.

-Me alegra mucho que vayan bien, Kim. Hacen una increíble pareja- le respondí con una sonrisa, alegre de que mi mejor amiga sea feliz.

- ¿Y  qué tal tú? ¿Algún chico?- me preguntó subiendo y bajando su cejas, pícara. Por lo que rodé los ojos- Oh, lo olvidaba. ¿Continúas esperando a Tyler no? Debí suponerlo-.

-Por suspuesto que no espero a Tyler, no digas tonterías, él y yo somos solo mejores amigos- respondí a lo obvio- Y no hay ningún chico. No es como si quisiera uno tampoco, estoy perfecta así, y como mi mejor amiga espero que lo entiendas y no molestes-.

Ella suspiró rendida y agradecí demasiado que no volviera a tocar el tema en toda la tarde. Seguimos hablando trivialidades, nos quedamos a comer en un Mc Donalds, y decidí quedarme en su casa luego de avisarle a mis padres. Nos quedamos comiendo dulces y mirando películas hasta tarde, tal y como solíamos hacerlos desde pequeñas.