APOSTAR A LA OPORTUNIDAD✔

ERES PERFECTA

Estábamos camino a la playa con Helena, Luiza, Sebastián en la parte trasera del auto. Adelante manejaba Alex y a su lado estaba Sabina.
Helena insistió para que Sabina me dejara ir adelante, pero yo le pedí que por favor que no lo hiciera mas, que así estábamos bien.

Fue un momento incómodo, pero mientras ellos seguían hablando yo me subí al auto en la parte de atrás a esperarlos, luego se subió Sebastián.

Pensé que el viaje sería aburrido, pero camino a la playa hablé con el todo el tiempo y no era por presumir, pero era más que obvio su interés en mí. Entre chistes y risas, observaba las miradas de Álex por el espejo.

El estaba un poco distante y yo estaba un poco molesta, porque yo quería sentarme a su lado pero el no dijo nada, y dejó que Sabina fuera quien lo hiciera. Lo cierto me sentía como una completa idiota, ayer salimos y tuve por lo menos la tarde más maravillosa de todas, pero hoy lo desconocía por completo. Me saludo a medias, y no insistió para que me sentará con el.

Lo cierto es, ¿Por que siento celos si no somos nada? creo que es normal sentir celos por alguien que es "nada tuyo", es decir, que no es una pareja oficial pero que te gusta. Lo que si sentía en estos momentos que era importante era ser absolutamente sincera conmigo mismo, para así poder determinar la causa de estos celos. Al fin y al cabo los celos uno no los puede controlar, pero joder, pican mucho.

-No queremos que te vayas Lucía. - dice Sebastián dándome un abrazo.
-Me estás apretando- conteste a carcajadas.- pero tengo que irme.
-Por lo menos ven más seguido.- afirma
-Pero también pueden ir a visitarme, todos.- respondí tratando de encontrar las miradas de Álex a las mías, pero imposible, mientras todos decían que si, el no presto atención en lo absoluto.

Me molestó tanto su actitud, que recuerdo que cuando llegamos a la casa de la playa de sus padres agarre mí bolso, y fui directamente a caminar y pensar un poco.
Sebastián insistió en acompañarme, pero le hizo señas a Eliza para que lo distrajera.

Salí hasta la terraza de la casa para más o menos orientarme y saber hasta a dónde ir.

-Hola- dice un chico acercándose a mí.
-Hola- Respondí.
-Mi nombre es Nando, soy compañero de Helena. Te vi en tú fiesta de despedida, pero no me pude presentar.
-Ah, wuao! Emmm, un gusto Lucía. - dije extendiendo mi mano.
-Hermoso paisaje ¿cierto? - contesta mirando el mar
-Muy lindo Nando- respondí.- Bueno ha sido un placer conocerte, creo que voy a caminar un poco.
-Te acompaño.
-En realidad quería llamar a alguien. Nos vemos después.

¿será que me habré echado algo? ¿o acaso aquí todos tienen el espíritu amiguiero que a mí me faltaba? Al parecer si.
Baje la escaleras y tome las sandalias con mis manos.
Me encantaba este lugar, el aire que se respiraba aquí, la tranquilidad.
Desde la terraza pude observar un lugar donde quería ir, así que me dirigía hasta allí.
Entre pateadas a la arena, pensaba en lo horrible que se sentía que Álex no me diera ni cinco de atención. Trate de pensar y tratar de encontrar que era lo que tanto lo había molestado. Pudo haber sido lo de Sebastián, pero eso fue después, y su actitud fue un poco extraña desde que me vio. Pensé que me saludaría diferente, pero no, quizás porque estaba Sabina, y el quería asegurarse que ella no pensara que había algo entre los dos o que en algún momento podría ocurrir.
Pero por más vueltas que daba la idea en mí cabeza no me cerraba, el me había dicho que era su amiga. Pero a esta altura de la vida, no entiendo ni para que seguía confiando en sus palabras, por mas magia que había entre nosotros, los hombres son así, despreocupados.
¿Habrá sido por qué no le contesté el mensaje? Bueno, el sabrá. No daré más vueltas a esto.

Al llegar donde quería, y un poco alejada de todos. Puse las sandalias en el piso, con el bolso y el celular en el. Me quité el short con la blusa, y puse la ropa a un lado. Tome los audífonos y el celular, y puse un poco de música para poder relajarme un poco