BIENVENIDA

10 0 0
                                    

Eran exactamente las 15:00 hs cuando me baje del avión, no veía la hora ya de estar en tierra. El aterrizaje fue como de costumbre, estaba tan acostumbrada a esto, que ya no sentía ningún tipo de emoción en los viajes. Con esto no quiero decir que no me guste viajar ¿a quien no le gusta? Solo que ya perdí las sensaciones. Pero si, estaba completamente emocionada por reencontrarme no solo con mis amigas, también con mis abuelos, a quienes les debo lo que soy hoy. Se encargaron durante toda mí vida, de educarme y llenarme la vida de tanto amor.
Por un lado mi abuela Grace es completamente comprensiva, amaba profundamente las noches en las que me acompañaba cuando no podía dormir. Además, amaba cuando me contaba historias de su juventud con tanta nostalgia, y la manera en la que me mira y me muestra la más absoluta comprensión. Siempre que estaba profundamente triste, ella hacía más ligero mí corazón.
Mí abuelo Tomás es muy afortunado de tenerla, porque aunque es terca, es profundamente dulce cuando descubres porque te contradecía tanto. El es demasiado bueno también, es muy atento, además de ser muy protector, y luchador. Yo amo quien es, y como es, porque siempre se esforzó por darnos lo que necesitábamos.

Así que, en realidad estaba muy emocionada por verlos y poder darles un fuerte abrazo.

Al bajarme del avión me dirigí a migraciones, dónde sellaron mí pasaporte.

El camino ya me lo conocía casi de memoria, así que ya sabia el trascurso para poder tomar mis maletas y dirigirme a su encuentro

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

El camino ya me lo conocía casi de memoria, así que ya sabia el trascurso para poder tomar mis maletas y dirigirme a su encuentro. No tarde mucho, fue rápido, ya que viajaba como diplomática por el esposo actual de mí madre, que por cierto trabaja para la embajada americana en Buenos Aires.

-Lucia!!!! - dice mí abuela dándome un fuerte abrazo.
-Abuelita ¿como estás? Te he extrañado muchísimo.-conteste.
-Bien Lucí, aquí con muchísimas ansias esperándote. Abuelo fue a buscar el auto, para que no tengamos tanto tiempo que esperarlo mientras el viene. ¿como te fue en el viaje? Veo que te pintaste el cabello de negro, te vez preciosa. Te luce.
-Gracias abuela, quería cambiar un poco. El viaje fue cansador, pero pude dormir bastante.
-Pensaste en la propuesta de Victoria? Debo llamarla para avisarle que viniste.- dice tomando con una de sus manos mí maleta, y caminando hacia la puerta
-Pues, que te puedo decir abuela.-conteste tocando lo cabello- Estoy confundida, más que nada porque tendría que compartir vida con Isabella y sabes que no nos va muy bien. - afirme caminando con ella hasta la salida, dónde se encontraba el estacionamiento..
-Bueno tienes tiempo para pensarlo mí dulce. Y en caso de que no quieras mí casa está abierta para ti.
-Own abuelita, muchas gracias.- contesto dándole un abrazo, y en eso el auto del abuelo se acercó a nosotras.
-Lucia cariño.- Dice el abuelo, abriendo La ventana del auto.
-Abuelito estás tan guapo. -conteste mientras el se bajaba del auto
-Ven aquí a darme un abrazo mí niña.- contesta extendiendome los brazos.

Abrazarlos se sentía tan bien. Sentía como si una pequeña parte de mí volviera a su lugar. Después de tantos abrazos de bienvenida, y tantas preguntas del viaje, tomamos mis maletas y las cargamos en el baúl. Mis abuelos entraron en los dos asientos de adelante, y yo abrí la puerta para entrar en la parte de atrás.

En todo el viaje pensé que solo estaría unos meses aquí, y que después tarde o temprano, tendría que ir Argentina. Estaba un poco desconcertada, y es más que nada por mí complicada personalidad, no me gusta no saber cómo van a ir y cómo van a terminar las cosas. Amo saber qué va a pasar antes de tiempo, y anticiparme, sinceramente no me gustan que las cosas me tomen por sorpresa. Honestamente, soy conciente lo rara que soy. Pero después de tantas, idas y vueltas familiares, me acostumbré a que mí vida fuera asi.

Cómo el aeropuerto no quedaba tan lejos de la casa de mis abuelos, llegamos pronto. La abuela abrió mí puerta, mientras mí abuelo cargaba mis maletas. Al salir del auto, inmediatamente recuerdos de mí niñez llegaron a mí memoria, es fabuloso transporte a momentos donde todo parecía fácil, dónde no existía preocupación, problemas familiares, problemas de todo tipo. Recuerdo que cuando era chica siempre quería crecer, pero ahora cuando me re planteo las cosas, recuerdo que todo antes era más manejable.

-¿En que piensas tanto muchachita?-pregunta el abuelo.
-Nada abuelo, se siente volver a mí hogar.- respondo dando una sonrisa al abuelo.

La casa era tan grande, que hacía que cuando entraras te sintieras tan pequeña. Era una de esas casa antiguas con diseño muy moderno, mí abuela se dedicaba al diseño de interiores, así que la decoración y la ambientación, era demasiado sofisticada.


APOSTAR A LA OPORTUNIDAD✔Where stories live. Discover now