Empty distance (BNHA)

Recíproco

—Lo siento Kacchan... Pero esto es lo mejor para ambos... —

Cuando quitó el último nudo de aquella cruel maldición, los ojos de Bakugou se volvieron opacos, y con una expresión de dolor suspiró por ultima vez el nombre de quien amaba, para después caer inconsciente sobre su cama.

—Esto... Es lo mejor... — Murmuró, antes de desaparecer para siempre...

(...)

Abrió sus ojos de golpe, encontrándose en la oscuridad de su habitación, fría como siempre al igual que solitaria.

—¿Izuku...? — Lo llamó, esperando una respuesta de quien se había aparecido la noche anterior —Izuku, responde... — Su entrecejo lentamente se vio fruncido en una expresión de tristeza y rabia —¡Contesta maldito nerd! — Nada.

Solo estaba él y aquel cuarto vacío, no veía a la persona que amaba, tampoco escuchaba su tierna voz... Había desaparecido... tal vez para siempre.

—Maldición... — Hundió su cabeza entre sus rodillas, apretó con fuerza sus dientes reteniendo sus alaridos... Y comenzó a llorar como lo había echo ya incontables veces —¿Que hiciste...? Izuku... —

Se quedó así por un par de minutos, sacando toda esa tristeza, toda esa impotencia de no poder hacer nada para cambiar el pasado, dejando caer aquel salado liquido de forma caudalosa... Hasta que se escuchó el sonido de su despertador, indicándole que ya era tiempo de prepararse para ir a la escuela y rezar en el altar de Midoriya.

Limpió sus lágrimas con la manga de su pijama, para después levantarse y dirigirse a la cocina y merendar algo antes de partir.

Sin ganas abrió el refrigerador y sacó un cartón de jugo de frutas y lo comenzó a beber hasta quedar satisfecho.

Cuando lo guardó nuevamente y cerró la puerta de aquel aparato eléctrico algo extraño lo detuvo. El calendario que estaba pegado en el refrigerador no mostraba una fecha reciente, sino una de hace tres meses.

Le pareció algo de lo más irritante que pusieran ese mes en específico, y estalló en furia al ver el día que marcaba... Justo el día en el que su querido amigo había fallecido.

Con rabia arrancó aquel pedazo de papel y se dirigió a la habitación de sus padres —¡Oye vieja de mierda! — Gritó a la par que pateaba la puerta exaltando a las personas que se encontraban dentro —¿¡A que mierda estas jugando!? — Cuestionó provocando una explosión con una de sus manos.

—Katsuki ¿Que haces despierto tan temprano? — Bostezo la mujer extrañada al ver a su hijo levantado a esa hora.

—¡Responde! — Exigió alzando cada vez mas la voz —¿¡Por que mierda pusiste este maldito calendario con esta fecha!? —

—¿De que hablas? Katsuki — Preguntó esta vez su padre, Masaru.

—¡Te estas divirtiendo! ¿¡verdad!? ¿¡Te estas burlando de mi!? ¡Recordandome ese maldito día solo para fastidiarme! —

Sus padres se quedaron en silencio, viendo a su hijo agitado y envuelto en ira, reclamando algo que no parecía tener sentido para ambos, y aunque ya era una costumbre que el rubio gritase por cualquier nimiedad, esta vez era algo preocupante.