Noha parecía como sí se hubiese quitado un peso de encima al haberme dicho todo aquello.
-Dame tus manos-Me sonrió- Esto es para que te acuerdes de mí.
Se quitó su pulsera de cuero y la puso en mi muñeca izquierda.
-Es preciosa- grité con entusiasmo-Gracias, Noah.
Me levanté del banco y le di un abrazo, un abrazo que duró ni más ni menos que cinco minutos.
No decíamos ni una palabra.
Cuando él ya se hechó para atrás, me fuia a sentar en el banco.De repente, me siento, y noto un pequeño mordico en la pierna.
-¡¡¡Ah!!!, un ratón....-grité muy asustada y pegué un salto del banco a los brazos de Noha.
-Tranquila-me dijo.son inofensivos.
-Sí, sí, inofensivos... pensé
Noah en ese instante me tenía cogida por la cintura y no me paraba de mirar.
-Creo que lo que voy a hacer no me voy a arrepentir nunca.
No entendía lo que me decía, hasta que al final lo entendí con un beso.
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Los dieciocho años que tanto esperé
Teen FictionDespués de su gran fiesta de cumpleaños, la vida sentimental de Audrey cambiará.