Cap.4

33 4 0
                                    

Nymeria

El endiablado sonido del telefonillo me despierta preguntándome quien fue el iluminado que puso uno en una cabaña. Ayer me había quedado dormida en mi cama mientras repasaba aquel endemoniado libro, por eso me acerco entre gruñidos a la puerta profiriendo un sonoro bufido al ver a Lizbeth ahí plantada mientras que me analiza con esos dos ojos azul pálido

-¡¿Se puede saber por que coño me despiertas a las diez de la mañana un sábado?!-. La miro con rabia. Puede, solamente puede que la resaca de mi pequeña fiesta privada a la que solamente yo estaba invitada me hubiese hecho tener alucinaciones porqué o me parece a mi o ¿La maldita niña me está sonriendo?

-¡Buenos días!-. Me saluda mientras que ignora mis palabras-. ¿Puedo pasar cielo?-.Hace un ademán de querer entrar cuando pongo la puerta en su camino

- ¿A caso no me has escuchado Nerd? Vete

-Bueno...-. Emite una pequeña risa divertida mientras me mira -. Hay un agujero en tu ventana por el cual yo podría entrar volando, así que sera mas fácil que me dejaras entrar por la puerta-. Es verdad, ayer pude escuchar como algunos estudiantes hacían botellón y como el romper mi ventana fue lo más "tranquilo" de toda la noche. Cabrones

Levanto los brazos derrotada y dejo que pase dentro de la cabaña. Ella me regala una sonrisa amable y a los pocos segundos yo me gano una mirada de desaprobación ante mi desorden. Ella se acerca al sofá y aparta una camisa y antes de que pueda siquiera decir nada ella la dobla y cuando estoy a punto de protestar se me adelanta

-Disculpa cielo -.Emito un gruñido al escucharla decir "cielo" por tercera vez desde que está aquí-. Si he llegado en mal momento puedo marcharme, pero considero que deberíamos comentar esta situación ya que ayer parecías... Ocupada

Arqueo una ceja

-¿Consideras que deberíamos comentar esta situación?-. Me empiezo a acercar a ella mientras que noto como mi cuerpo se tensa. Estoy demasiado enfadada y agotada para poder discutir esto con tranquilidad-. ¿Que pasa?¿Tendrás que hablar así a la gente cuando estés en Standfore o Cambridge?-. De esta forma consigo que dude por unos segundos antes de que vuelva a contraatacar

-Se que no quieres hablar conmigo pero realmente considero que tendríamos que hablarlo para tener una mínima idea de como controlarlo, ya sabes todo esto es raro y lo único que sabemos que de alguna forma estamos conectadas-La miro en silencio y su rostro toma un matiz suplicante-. Por favor...-No he dejado de avanzar por lo que cuando ella se da cuenta solamente nos separan unos pequeños centímetros que me obligo a recortar.

-Lo que a ti te ocurra no tiene que ver conmigo y lo que a mi me ocurra no tiene que ver contigo, así que ve a buscarte la vida y deja de incordiar, léete ese estúpido libro hasta conseguir aclarar algo, me da igual, pero no vuelvas a acercarte a mi, ahora ¡VETE!-Juro que se ha encogido en el sofá, pero al acabar de hablar ella solamente me lanza una mirada llena de determinación.

-Bien, si solamente así me vas ha escuchar leeré el libro y me buscaré la vida yo sola. Pero juro que cuándo sepa controlarlo todo bien volveré y hablaremos de esto

-Si lo que quieres es que hablemos para controlar eso ¿De que te servirá cuando sepas controlarlo?

Ella simplemente me mira y sonríe, se levanta del sofá y sin decir ni una palabra más se marcha

Lizbeth

Es mi tercera hora de clase y juro que no puedo atender, mi cabeza baga por toda la información que tengo sobre ese libro. Todos los hechizos y remedios bailan en mi mente obligando a que no pueda prestar atención. Hace dos días que hablé con Nymeria, y aunque ella no está por la labor de escuchar creo que el hecho de que esté en clase un lunes no es mala señal

Spectral (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora