❝hope❞ ¦ soonhoon

two

Jihoon se despertó de golpe, le costó un poco abrir los ojos y lo primero que vio fue el reloj en su mesa de luz, 3:48 am. Otra pesadilla lo había vuelto a despertar, aunque el creyó que las noches sin dormir por culpa de los recuerdos de Soonyoung habían terminado hace mucho tiempo, últimamente ha estado teniendo muchas que lo hacen despertar todo agitado y un dolor de cabeza increíble. 

Se levantó de la cama y bajo las escaleras hacía la cocina con la idea de conseguirse un vaso con agua fría para aclarar su mente y poder volver a dormir, se sirvió el agua en un vaso y se dirigió a las escaleras para subir a su habitación pero se dio cuenta que todas sus ganas de dormir se habían esfumado hace tiempo así que en cambio camino hacía el jardín trasero de la casa.

Al salir por la puerta de vidrio sintió el frío nocturno golpear su rostro y un escalofrío lo recorrió de pies a cabeza, y enseguida recordó la voz de su novio diciéndole que se abrigue que no quería que se resfriara, Jihoon se negaba y Soonyoung con una sonrisa y negando con la cabeza pero lo abrazaba por la espalda y así se quedaban hasta que el sueño volvía a ellos.

Jihoon no se dio cuenta en que momento pero sintió las cálidas lagrimas recorrer sus mejillas, se limpió con sus mangas y volvió a entrar a la casa antes de seguir recordando cosas que no le hacían nada bien.

                                 🌸

Poco había conseguido dormir esa noche, pero se las arregló para levantarse a tiempo para ir al trabajo sin que su padre lo retara otra vez por llegar tarde aunque el hombre ya no le reclamaba tanto sabiendo la situación difícil por la que su hijo estaba pasando. 

Jihoom llegó a la empresa y se dirigió a su oficina, pero en el camino se encontró con su padre que lo esperaba con una sonrisa, él no tenía muchas ganas de hablar ya que no estaba en sus mejores condiciones por las pocas horas de sueño, pero aún así le devolvió la sonrisa a su padre con todas las mejores ganas posibles.

-Hijo, ¿cómo te encuentras? - El hombre preguntó tomando a su hijo por sus hombros.

-He tenido mejores días la verdad, pero estoy bien. -Jihoon respondió sincero pero tranquilo para no preocupar a su padre.

-Bien, recuerda descansar lo suficiente, se que es difícil, pero ya es demasiado para nuestras familias que uno de nuestros hijos se encuentre en ese estado, solo quiero lo mejor para ti Jihoon.

El chico le mostró una sonrisa a su padre y se fue por la puerta luego de hacer una pequeña reverencia, enseguida cerró la puerta se tiró en el sofá blanco de su oficina, su cabeza estaba hecha un lío y no quería saber nada de papeleo y cosas de su aburrido trabajo familiar.

La joven pareja tuvo mucha suerte al tener una familia que apoyaba su relación, los padres de Soonyoung aceptaron a Jihoon y lo trataban como a un hijo hasta había veces que el mayor se ponía celoso de que sus padres le prestaran mas atención a su novio que a él, las tardes enteras que se pasaba cocinando con su madre, o las noches que comentaba libros con su padre, hacían al mas alto muy feliz y le daban a la casa un ambiente muy lindo y cálido que el nunca hubiera querido que acabará. 

Pero en cambio, a la familia de Jihoon le había costado casi 2 años aceptar la relación de su hijo con Soonyoung o como ellos solían llamarlo "El delincuente que quiere corromper al futuro heredero". Jihoon siempre había sido un niño protegido por su familia así que el día que entró a la casa de la mano con un chico, fueron suficientes para que los padres pusieran el grito en el cielo y lo echaran casi a patadas de la casa. Jihoon se enojó mucho con ellos y se fue aguantando las lágrimas a la casa de su novio y no dejo de pedirle perdón por todas las cosas horribles que sus padres le habían dicho, así que sin dudarlo la familia de Soonyoung lo acepto en sus brazos por lo que Jihoon pasaba la mayoría del tiempo en la casa de Soonyoung y la familia Kwon no podría estar mas que feliz.

                              🌸

Jihoon se dirigía al hospital caminando como siempre todas las tardes luego del salir del trabajo, esta vez el regalo para su novio era un pequeño peluche y más música ya que Soonyoung solía decir que la música sanaba su alma, y Jihoon era lo que mas quería.

Entró en la habitación luego de saludar a la enfermera de la entrada y al doctor veterano a cargo del cuidado del chico recostado en la camilla de esa habitación blanca donde la única decoración era un pequeño florero con jazmines que la madre de Soon traía cada vez que venía y la pequeña silla a un lado de la camilla recubierta con una manta rosa siendo ese el lugar que Jihoon ocupaba todos los días hasta la que la hora de visitas terminaba. 

A él antes no le gustaba dejar de hablarle a Soon a las enfermeras o a sus amigos ya que antes no se animaba a venir solo ya que el ruido de la maquina de pulso lo volvía loco, pero ya hace mucho tiempo que el interminable piiii se había dejado de escuchar en la cabeza del menor, se había acostumbrado tanto a eso que ya ni lo sentía.

Haciendo que Jihoon odie el silencio mas que nunca.