By: Florencia
-¿Quieres mas golosa?-Que mierda.
Abrí perezosamente los ojos para encontrarme un chico. El mas feo chico con el que me había acostado en años. ¿Cuanto tome anoche?
-Fuera
-¿Que?
-¡Fuera, YA!
Me levante de golpe, estaba con tan solo una tanga pero no me importaba, ese tipo no se quedaría ni un segundo mas, tire la sabana al piso en donde también estaba lo que suponía que era su ropa.
La agarre con energía y se la lancé en la cara, abrí la puerta y volví a gritar que se fuera. El chico me miro horrorizado antes de que lo sacara a patadas.
Abrí la puerta del salón y lo empuje fuera, pero sorpresa, estaba mi vecino.
-¿Quieres mi camisa para masturbarte?
Di un portazo antes de que se escuchara la carcajada en el pasillo de mi nuevo edificio.
-Flacucho, visco, con dientes torcidos y narigón ¿Cuanto tomaste anoche? - Paz me acerco una taza de café-
Suspire antes de sentarme en la mesa. Supongo que tengo que contarles muchas cosas.
Me mude con Paz hace ya unos tres meses, vivimos en otro edificio pues me echaron del anterior, porque bueno ¿Se acuerdan de cuando me masturbe en el ventanal? Me fotografiaron y salí en el diario, de ahí en mas ya saben cuantos problemas tuve que cargar y cuantas burlas, como el del vecino. Imbécil.
Amanda y Sebastián se casaron hace dos semanas y yo fui testigo, pensé que iba a dolerme mas pero me acostumbre, nada cambio después de eso. Seba y yo seguimos siendo amigos, fingimos que no nos afecta estar uno al lado del otro. Fingimos que no nos acordamos cuando tuvimos sexo, ni lo de la piscina. Nuestra amistad básicamente se basa en eso: fingir.
En cuanto a Paz y Lucas, ya me resigne, por mas que les diga lo que les diga ellos se aman y quieren estar juntos. Que cursilada. Yo no soy nadie para juzgarlos al fin y al cabo.
-¿Volviste a soñar?
Si, todas las noches sueño con Seba cogiéndome.¿Que? Es normal.
-Si, ¿A que hora te vas?- quería desviar el tema. Era mi amiga, si, pero también su hermana.
Paz se iba de vacaciones con su hermano Lucas y su supuesta novia. En realidad querían estar un tiempo solos, y a mi me gustaba así.
-En veinte minutos y por favor ve a cambiarte que Seba va a venir a despedirse.
-Tranquiliza, me voy a bañar.
No quería estar cuando el llegara, no quería verlo, no quería fingir, por lo menos hoy. Abrí la puerta del baño cuando sentí el timbre.
El agua fría caía sobre mi cuerpo, refrescándolo del caluroso verano. Seba estaba allá afuera. Solté un gemido y lleve mi mano a mi entrepierna. Se escucho un portazo. Paz se había ido y mas que seguro, Seba también.
Volví al sueño de hoy, lance un jadeo acordándome de su cuerpo, desnudo. De cuando estaba duro para mi. Grite su nombre mientras me corría.
La cortina se abrió dejando a la vista un par de piernas firmes, con vello y entre ellas una erección prominente. Jadee ante la vista mientras Sebastián me miraba excitado.
No hacían falta palabras. Me agache con desesperación agarrando su miembro con una mano y con la otra acariciando mi clítoris. Empecé a chupar la punta, la escupí y lamí todo su alrededor. Mi excitación crecía a cada segundo.
Seba me agarro de la cintura y me alzo. Me dio la vuelta y sentí el frío azulejo en mis pezones, endureciéndolos. Jadee ante la sensación. El agarro mis dos piernas, alzándome y poniéndolas hacia atrás, sobre su cadera. Sentía su pene rozando mi vagina y cerré los ojos intentando controlarme.
Empezó a introducirlo lentamente. Cuando estuvo completamente dentro de mi solté un suspiro de satisfacción. Comenzó el vaivén de nuestras caderas, nos movíamos desesperados, cada vez sintiéndolo mas dentro mio y como si no fuera suficiente me agarro de la cintura, apretándome contra su duro miembro, haciéndome correr entre gritos.
Me mantuvo ahí, pegada a hasta que un jadeo salio de su boca. Saco su pene y acabo en mi espalda, gimiendo.
Baje los pies, sintiendo que todavía algo nos unía. Seba me agarro las manos y las subió por encima de mi cabeza, recostándose en mi. Me beso el cuello para luego separarse. Hasta acá llego la magia. El salio del baño y pegue la espalda a la pared, deslizándome lentamente hasta quedar sentada en el piso.
Me seguia deseando. Una sonrisa aparecio en mi rostro.
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Quiero
Fiksi RemajaDoce amigos y seis historias de amor, cada cual mas imposible que otra. Dicen que el amor lo puede todo, pero ¿Podrá sobrevivir en este grupo de amigos?